Diego Urdiales ha hablado tras las sensaciones
rotundas que, aunque si orejas, hicieron emocionarse el pasado domingo a la
Plaza México. «Me quedo con muchas cosas, sobre todo con lo que viví y sentí toreando
y lo que me llegó a transmitir el público en la plaza. Fue una de las faenas más
importantes de mi vida, la disfruté por lo despacio que toreé al toro y por las
cosas tan bonitas que sentí”.
Urdiales señaló, sobre el comportamiento del
astado de Bernaldo de Quirós, que «al principio no terminábamos de ver al toro,
no se definía en el capote. Por el lado derecho sí me embistió dos veces
despacio al capote, y al salir del caballo poco a poco se vino a más. En la
muleta ya lo sentí desde muy pronto. Lo sentí de una manera muy especial”.
Le impactó el comportamiento de Insurgentes,
un embudo que también tenía una entrada aceptable para lo que acostumbra: «Lógicamente
uno sabe cómo es el público mexicano por lo que había visto por televisión, por
lo que hablamos los compañeros y amigos, pero lógicamente vivirlo allí no se
puede explicar con palabras. Esa pasión del público mexicano no se puede describir
con palabras”.
Por último, señala sobre la imprevisibilidad
de esta sustitución en el embudo que «no fue fácil, porque yo acabé la temporada
en Zaragoza y llevaba unos días de vacaciones y estaba empezando a entrenar y a
preparar la corrida para Lima del próximo domingo y en el momento en el que me
llamaron empezaba el campo, empezaba a tentar y me tuve que dar la vuelta al
viaje. Me impactó porque era un sueño torear en La México, pero también estaba
la incertidumbre porque no lo había preparado como yo quería. Pero las
vacaciones me sentaron bien…”.
VÍDEO Y FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ