Leonardo, rejoneador de dinastía, ha dejado ya de ser un joven aspirante en el toreo para convertirse en un rejoneador de ferias con una regularidad en el triunfo. Son ya una decena las puertas grandes las que lleva acumuladas en Madrid por su toreo espectacular. Y, este 2021, con el yugo de la pandemia aún presente, sigue dando razones de por qué está en los carteles grandes. Tras una tarde de máxima rivalidad en Soria, Leonardo se enfrenta ahora a otra cita clave en su temporada: la de Santander. En medio de ambas, hace una parada para narrar a CULTORO cómo está viviendo esta peculiar campaña.
Triunfos como el de Soria dan fe del nivel del rejoneo en la actualidad, de la importancia de las figuras que apuestan por acudir a las grandes plazas a pesar de la situación, ¿cómo viviste de principio a fin esa tarde?
La de Soria fue una tarde muy emocionante, muy especial, en la que se vivió un nivel de toreo a caballo increíble, de mucha pureza, de mucha emoción, de riesgo, de calidad… y lo importante es que los aficionados salieron hablando de la plaza. Esa es la base de todo.
¿En qué momento se encuentra la cuadra de Leonardo y qué novedades te están sorprendiendo?
La cuadra es amplia, está en un gran momento, con mucha variedad, con caballos muy importantes. El más importante es Enamorado, por su torería, elasticidad, su forma de torear… pero Sol, Xarope, Giraldillo o Despacito componen una cuadra muy buena. Este último puede ser muy importante para mí estos años. Creo que me puede aportar muchísimo.
Estamos hablando con un rejoneador joven pero veterano de carrera, porque empezaste muy joven, ¿cómo ves el futuro a medio plazo de la renovación del escalafón? ¿Cuál es el joven valor que te ilusiona de verdad y crees que sostendrá el espectáculo de aquí a una década?
Hay mucho nivel en el toreo a caballo ahora mismo. Me encanta cuando toreo con Diego, esa competencia directa me motiva mucho y me llena. Eso es muy importante para que el rejoneo vaya hacia arriba, para que la gente se emocione en la plaza.
Se está haciendo un esfuerzo por parte de figuras y ganaderos; ahora le toca el turno a esas Ferias que paulatinamente han venido disminuyendo o eliminando sus festejos de rejones. Toca volver a impulsarlos, ¿cómo crees que puede ser el plan para ello? ¿Qué hace falta entre los compañeros para recuperar los festejos a caballo perdidos en todo el país?
Es cierto que se han perdido muchas corridas de rejones, sobre todo tras la pandemia. Pero cuidando al máximo cada pequeño detalle, todos los carteles, las corridas que se ofrecen… esa es la base fundamental para que el espectáculo sea increíble.
Y, en cuanto a ganaderías, ya demostrasteis en Ávila que la variedad da el interés del aficionado, que llenó de no hay billetes en el aforo permitido el festejo, ¿ves necesario hacer gestos así de forma periódica en más ferias o crees que fue un hecho puntual y necesario y ya está?
Lo que pasó en Ávila fue muy especial. Fue una gesta importantísima. Hay que cambiar el encaste del toreo a caballo. En Ávila conseguimos un triunfo muy rotundo, con la gente emocionada. Yo así la viví. Numéricamente no se cortaron muchas orejas, pero eso fue lo de menos. Lo importante fueron las emociones.
Una cita de suma importancia, por lo que has hecho en ese ruedo y por la importancia que el norte tiene para el toreo, es la de Santander, ¿qué piensas al escuchar el nombre de Cuatro Caminos?
Estoy muy emocionado e ilusionado ante la cita de Santander. Es una afición de una categoría y una calidad impresionante. Torear en esa plaza es maravilloso. Además de toda la preparación que llevo, estos últimos días los viviré con mucha ilusión.