Su primera tarde del año 2021 fue en la localidad albaceteña de Ossa de Montiel, en la que paseó una oreja del primero de su lote, un tercero fue devuelto y saltó en su lugar el sexto, segundo de su lote, con el que se estiró a la verónica en el saludo capotero. Por el pitón derecho comenzó faena el conquense firmando dos tandas iniciales que tuvieron intensidad, con el toro buscando las telas con repetición una vez iniciada la serie. Lo citaba Sotos con un toque fijador para después llevarlo hasta el final sin un sometimiento excesivo, con soltura pese a su corta trayectoria como matador de toros. En las postrimerías de la faena y ya con el toro venido a menos, acortó las distancias. Selló el trasteo con una tanda rotunda por el pitón derecho y sin ayuda, con mucha torería. Pinchó, lo que emborronó su labor.
Doblándose por bajo arrancó faena Mario Sotos al sobrero sexto, animal con una embestida descompuesta e incierta, que se abría demasiado ya desde el embroque saliéndose de la franela para luego volver a la tela, haciendo imposible el trazo del muletazo completo. El toro tenía teclas, requería toques suaves y paciencia para sellar los muletazos. Lo intentó citar Mario Sotos con suavidad, colocándose en el sitio y por el pitón izquierdo. Alargó el trasteo, lo que complicó mucho su labor a espadas.
Un mes más tarde, el toreo de Sotos destacó en el municipio ciudadrealeño de Bolaños de Calatrava. Genuflexo inició el trasteo Mario Sotos al tercero, un animal con prontitud y que buscaba las telas con codicia. A media altura y ligando los muletazos, firmó el conquense tandas serenas, sin exigir demasiado al animal y muy correctas. Media estocada y un descabello fueron suficientes para acabar con su oponente.
Se dejó pegar el sexto en el peto. En la franela, sacó a relucir sus defectos, cabeceando en la embestida y sin terminar de entregarse en cada embestida. Muletazo a muletazo y distancias cortas fueron la receta del conquense, que demostró valor sereno toreando en cercanías a un animal que no permitía otro tipo de lucimiento. Los ayudados por bajo muy toreros remataron el trasteo. La espada entró al segundo intento y tuvo que recurrir al descabello.
Tras ello llegaron citas como las de Cinco Casas, en las que paseó cuatro orejas de un encierro de Guadajira, o Torralba de Calatrava, donde completó un compromiso más cortando tres trofeos, con una buena actuación sobre todo con la tizona y con faenas impregnadas de ganas y compromiso. Fue esa una tarde agria por la cornada a su compañero Filiberto.
Villamalea, en Albacete, o Villarejo de Salvanés, en Madrid, fueron las siguientes citas, junto con la del municipio ciudadrealeño de Pozuelo de Calatrava. La tarde tuvo el nombre de Mario Sotos, que paseó cuatro orejas y el palco lo privó de los máximos trofeos hasta en dos ocasiones.
Al tercero, primero de su lote, lo saludó con un ramillete de verónicas de bello trazo ganándole terreno hasta los mismos medios de la plaza, donde remató el saludo con una airosa serpentina. Tras ello, tiró sotos de entrega para poderle al de Garzón, al que le sonsacó series por ambos lados con pleno gusto y estética; especialmente gustaron los remates de serie, algo que unido a la estocada le valió las dos orejas, pidiéndose un rabo que no concedió el palco.
Mismo hecho ocurrió en el sexto del festejo, al que de nuevo le paseó dos orejas al compromiso. Animal que tuvo virtudes y al que construyó una faena basada en la técnica y en poderle a la embestida del animal. Y al natural se encontró a gusto el diestro, por donde hundió la mano y consiguió trazar puro. También a diestras ligó y dejó series meritorias. Tras el trance con el acero, de nuevo se pidió un rabo no concedido por el palco, paseando Sotos las dos orejas.
En pleno mes de agosto ya, llegó el compromiso de Riópar, en la provincia de Albacete, en el que paseó cuatro orejas y un rabo de un encierro de Gregorio Garzón, y el de Cazalla de la Sierra, en el que paseó cuatro orejas y un rabo de un encierro de Sobral. Mota del Cuervo le seguiría en citas, cortando cuatro orejas el día 9 de agosto de una corrida también de Sobral, al igual que Villarrobledo, donde alcanzó un triunfo con una corrida de Espartaco.
Sotos cortó aquel día del tercero dos orejas ante un toro que pidió el carnet. Mario anduvo firme ante un animal repetidor y con clase. Finalizó la obra por manoletinas, por donde encandiló. Doble apéndice. Uno más a su entrega paseó del sexto.
En Minaya, en la provincia de Albacete, prosiguió su triunfal periplo el diestro, compromiso previo al de Villamayor de Santiago, en Cuenca, en tarde en la que triunfó al lado de Curro Díaz y López Simón.
Sotos se enfrentó aquel día a un complicado primero al que insistió para extraerle momentos meritorios. Era una desesperación ver la mansedumbre del toro y el inobjetable entusiasmo de Mario por consumar una importante faena. Al final, el esfuerzo recibiría como premio una oreja. Con el que cerró plaza, el que más se dejó, estructuró una faena de intensa tauromaquia, dejando con ambas manos trazos de importancia. Pinchó y luego dejó un espadazo para cortar dos orejas.
En el mes de septiembre volvió a hacer el paseíllo Sotos en el municipio de Bolaños de Calatrava, triunfando con una corrida en este caso de García Jiménez. Una oreja paseó del tercero, un animal colaborador, pero el lastro del primer pinchazo con el acero evitó el segundo apéndice. Otra más paseó tras estoquear al burraco sexto. Fue una faena elaborada que caló en los tendidos manchegos.
Tras esa cita, llegaron compromisos como los de Honrubia o Consuegra. Seriedad tuvo el tercero de aquel día en este coso manchego. Con dos pares de banderillas cambió el tercio Mario Sotos y comenzó la faena a un inválido animal. Intentó el albaceteño sostenerlo, pero el animal perdía las manos. Pese a lo deslucido del trasteo, se empeñó Sotos en plantear faena, tratando con suavidad al animal, sin tirones, para intentar mantenerlo en pie. Al sexto, un animal también cogido con pinzas, le inició faena Mario Sotos genuflexo en el tercio. Le faltó raza y prontitud a un animal parado al que lo mejor se lo hizo el albaceteño cuando se la dejó puesta y tiró de él para hacerlo embestir. Muy parado el animal, faltó la emoción.
No embistió el encierro de Buenavista en El Castillo de Las Guardas el 16 de octubre, pero sí le valió el de El Cotillo en Albox, en Almería, el 31 de ese mes, paseando dos orejas aquella tarde. Una oreja paseó de su primero, pero el toreo que más llegó de su actuación fue frente al quinto, premiado con el indulto. Fue un animal que siempre fue a más, repetidor, con clase, con entrega y duración, al que Sotos selló series de muy bella factura. El tendido pidió un premio a la vida concedido por el palco. Dos orejas simbólicas para Sotos e indulto para el animal del hierro onubense.
El inicio de la temporada 2021
En esta temporada 2021, en Guillena comenzó su campaña, en un festejo que se celebró el 12 de febrero en el que paseó una oreja de cada toro de Manuel Blázquez que lidió. Un mes más tarde, en el municipio navarro de Fitero, desorejó a un toro de Martín Lorca para proseguir su triunfal inicio de campaña, algo que también logró en el municipio albaceteño de El Bonillo.
De bonitas hechuras era el castaño tercero de aquella tarde. Más ocupado de mantenerlo en pie que de ejecutar el buen toreo que le caracteriza estuvo Mario Sotos en los primeros compases. A base de insistir y alargar la faena consiguió robar muletazos de bella factura en una faena que fue a más. Certero con la espada, cortó una oreja al noble animal.
Con mimo cuidó la cuadrilla de Mario Sotos al que cerraba la tarde en los dos primeros tercios. Con tandas cortas fue administrando las embestidas del animal para intentar alargar la faena. Protestó más que sus hermanos en la distancia corta. El viento tampoco ayudó. Enterró el acero al segundo intento, lo que dejó todo en una sola oreja.