Guillermo Hermoso de Mendoza selló un 2021 para el recuerdo coronado por la Puerta del Príncipe de Sevilla. De principio a fin, el caballero navarro dio la cara y se erigió como pieza fundamental para entender el rejoneo de la actualidad. Ahora, afronta un 2022 en el que es clave para la confección de los carteles de rejones en las Ferias, pero antes repasamos su anterior campaña en El año de… Guillermo Hermoso de Mendoza.
El triunfo del 16 de mayo en Vistalegre
Para empezar su temporada, Guillermo Hermoso dio rotundidad a una tarde de interesantes faenas en la Feria de San Isidro alternativa celebrada en la plaza de toros madrileña de Vistalegre. Una tarde de corazón, en la que rompió el trabajo del invierno y en la que, de nuevo, dio fe de las dotes de buen toreo que atesora el joven navarro.
Al tercero de aquella tarde le supo coger el ritmo -o superar la falta de él, mejor dicho- enseguida Guillermo Hermoso de Mendoza, que cuidó mucho la buena condición del animal de Bohórquez. Faena muy completa, siempre a más, en la que supo dejar muy cerca al animal en banderillas y cumplió un tercio sensacional montando a Arsenio. Un par a dos manos de gran ejecución le dejaba en el esportón el pase para los trofeos, pero el rejón de muerte lo arruinó. Todo quedó en ovación.
Pero estaba escrito que aquella era la tarde de Guillermo Hermoso de Mendoza, y en la primera de su temporada fue capaz de macerar y asentar su concepto de forma que pareciese que llevaba 20. De nuevo fue Disparate el elegido para brillar, en hermosinas y en batidas, en vueltas con el animal cosido a la grupa y en un conjunto de faena en el que de nuevo brilló Guillermo con el par a dos manos. La rotundidad bastó para cortar las dos orejas.
Una triunfal temporada hasta el triunfo de Logroño
La localidad guadalajareña de El Casar acogía, en la tarde del 22 de mayo, una corrida mixta en la que hacían el paseíllo el rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza y los novilleros Víctor Hernández y David Martínez, que debutaba con caballos. Se lidiaba un encierro de Hermanos Sampedro y novillos de Guerrero y Carpintero del que resultó triunfante la terna. También en Cantalejo, al día siguiente, salió en volandas Guillermo Hermoso, logrando un gran triunfo en esta primera parte de su temporada.
Casi un mes después, el 17 de junio, Guillermo Hermoso ofreció una noche de camino a figura en un festejo en el que Pablo paseó una oreja de cada toro y Lea Vicens un premio. Guillermo Hermoso de Mendoza dejó veinte minutos de emoción en el tercer capítulo de la corrida, sobre todo en el prólogo, en el que toreó como si fuese una tanda al animal de salida: en redondo y en el sitio. Aprovechó las virtudes del toro de Bohórquez para completar una faena en la que el toreo de frente, los quiebros al animal y el rejonazo final fueron los pilares para pasear el doble premio. Destacó el carrusel de cortas, de máxima pureza. Bravo fue el sexto, que aguantó el gobierno de Guillermo durante toda la lidia. A lomos de «Disparate» o «Esencial» anduvo firme el joven rejoneador navarro, que se ajustó en los embroques y propuso el toreo con la pureza que le caracteriza desde sus inicios. Un par a dos manos puso al tendido en pie, matando de un rejonazo en todo lo alto que fue efectivo y paseando doble premio.
Una oreja se llevó al esportón en su paso por la Feria de Hogueras de Alicante, mientras que se desquitó de no salir a hombros aquel día en la Feria de Zamora. Una corrida de rejones de la ganadería de Sánchez Arjona se lidiaba, aquel domingo de junio, en la segunda y última de abono de la feria de San Pedro. Joao Ribeiro Telles y Lea Vicens acompañaban a Guillermo en el cartel. Dos orejas paseó del tercero de aquella tarde, un animal de Sánchez Arjona dificultoso, que no le puso nada fácil la lidia y que, con poder, logró brillar. Lo castigó muy bien de inicio, ya que salió con mucha chispa y motor, y ahormó su embestida con esos rejones de prólogo. Faena de más a más en actitud de Guillermo, que mató al primer rejón y paseó el doble premio. Ante el sexto, un toro con mucha caja (más de 600 kilos) y más parado que su hermano anterior, anduvo de nuevo resolutivo ante su sosa condición. Con el descabello marró y, a pesar de pinchar cuatro veces, hubo petición de oreja. No obstante, todo quedó en ovación.
El viernes, 9 de julio, Pablo Hermoso de Mendoza, Lea Vicens y Guillermo Hermoso de Mendoza componían el cartel estrella de la Feria de San Cristóbal de Torija (Guadalajara), que se celebró de forma nocturna, y triunfó con fuerza Guillermo, paseando un rabo de su segundo ejemplar. Eso le hizo enlazar dos triunfos seguidos: el de Arévalo al día siguiente, y el de la plaza de Bayona el 31 de ese mes, coso en el que cortó un rabo.
En aquella tarde, Guillermo vio cómo se partía un pitón el tercero después del segundo rejón. Y salió en su lugar un zambombo de mucho peso y mucha dificultad con el que tuvo que tirar de técnica y de lidia el navarro para pasear una oreja pese a los dos rejonazos y el descabello que le hicieron falta para pasaportarlo. Pero todavía le quedaba la traca final, que llegó con el sexto y su nobleza para que le saliera a Guillermo todo a la perfección. Un rejonazo certero y la muerte fulminante del animal sirvieron para que pasease los máximos trofeos el navarro.
Al día siguiente, en la Feria de Colombinas de Huelva, una oreja paseó Guillermo Hermoso del sexto tras una gran faena, completísima, al más puro estilo de su progenitor. Banderillas a dos manos, toreo a dos pistas, cite siempre de frente y dando los pechos al animal… todo un conjunto de toreo valiente a caballo rematado mal con el acero. Mató a la tercera y tuvo que descabellar, y aun así paseó una oreja de peso.
Eso le hizo tomar con fuerza compromisos como los de Benavente, Piedrahita o Almagro antes de la cita de Palencia. El toro tercero del festejo fue un buen animal y se mostró con él Guillermo superior y con la convicción de abrir la puerta grande. Por eso trazó una faena de conexión y de toreo clásico, en el que llegó muy encima del animal de Sánchez y Sánchez y toreó con pureza de frente por momentos. Mató a la tercera después de, sorprendentemente, clavar el rejón de muerte en una banderilla que atravesó. Dos orejas. Una oreja más paseó en el toro que cerraba la Feria de San Antolín. Gran labor de rejoneo del menor de los Mendoza que pinchó un premio mayor con el rejón de muerte. Estuvo brillante colocando dos pares a dos manos. Oreja.
Al día siguiente paseó un rabo en Mérida ante un toro nada colaborador. Disparate intentó en los primeros instantes encelarlo para llevarlo de costado, pero el toro no estaba por la labor. Entonces Guillermo le dio la vuelta a la faena y tiró por un toreo más frontal, buscando el pitón para torear alrededor del toro y sacar así una faena distinta y no por eso de menos valor. Índico también toreó en esos mismos terrenos, dando el pecho y llegando desde muy lejos. Para cerrar, Esencial volvió a lucir con las banderillas cortas y sobre todo con el par a dos manos. Rejonazo y máximos trofeos.
A raíz de ese triunfo, enlazó con compromisos como los de Peraleda de la Mata, Valladolid -donde paseó una oreja- o Almodóvar del Campo, en la provincia de Ciudad Real, donde se llevó el doble premio de un toro de José Luis Pereda. Eso preludió a su tarde de Logroño y a la de Salamanca, en la que no tuvo suerte. Por último, y tras la Puerta del Príncipe en Sevilla, cerró temporada en Úbeda, Larraga y Medina de Pomar.
La tarde de La Ribera
Y llegó otro de los bastiones del norte en los que no suele fallar la familia Hermoso: Logroño. Junto a su padre, Pablo Hermoso, y Sergio Domínguez, trenzó aquel 19 de septiembre el paseíllo Guillermo en la primera de la Feria de San Mateo ante una corrida de rejones que llevaba el hierro de Capea.
Guillermo recibió a su primer toro con una declaración de intenciones de a lo que venía. A mostrar su crecimiento como torero y a templar como lo hizo con Martincho, con suavidad para parar los primeros envites del toro, para colocar un solo rejón de castigo y torear con el pecho para dejar al astado listo a que Extraño lo manosease en banderillas, lo llevase cosido a la cola para continuar con esa faena de temple y suavidad que las buenas maneras del toro permitían. La plaza rugía y Guillermo se venía arriba en cada acción montando a Ecuador y posteriormente a Esencial, primero con una rosa, dejándose ver al llegar y luego con un par a dos manos cuajado en el estribo, aguantando todavía la embestida del toro. La faena era de triunfo y Guillermo se lo pensó a la hora de matar y entro en más de una ocasión, pero sin ver el lugar de la muerte del astado y se lo pensó para una mejor ocasión. Así hasta que encontró el hoyo de las agujas y enterró un rejonazo perfecto que tumbó al buen capea sin puntilla y sin tiempo ni de pestañear. Dos orejas de presentación.
Y si parecía que el “pique” terminaba ahí, nos equivocamos, y Guillermo comenzó de nuevo llevando a Jíbaro a portagayola, solo que esta vez el toro salió en dirección contraria, manifestando lo que sería la primera parte de lidia. Pronto fue por Jíbaro y este en redondos le fue parando los humos, solo qué de cada embroque, el astado volvía a salir suelto hacia su querencia. No había continuidad a pesar de la buena embestida del toro. Poco a poco, con la bandera lo fue sobando, y ya con Disparate sometiéndole en la embestida hasta conseguir que el toro aumentara su fijeza en el equino y fuese a más, hasta el punto de volver a compartir un enorme tercio de banderillas donde pudimos disfrutar de Disparate también en su mejor versión. Si hablamos de pique entre padre e hijo, pero también parece sentirse un pique entre caballos, entre Berlín y Disparate, entre Ecuador e Indico o entre los cuatro caballos de salida que actuaron. Disparate no se quedó a la zaga de Berlín en hermosinas y banderillas, Índico repitió el buen hacer en banderillas y piruetas y eso sí, Esencial estuvo un punto por encima de Fabela, con un cierre de faena ajustado y brillante y qué de no haber sido por el inoportuno pinchazo al primer intento, estaríamos hablando de otras dos orejas. Al final una oreja que la Ribera pidió con todas sus fuerzas.
Guillermo, Príncipe en Sevilla
Guillermo Hermoso de Mendoza se convirtió en el Príncipe del toreo a caballo gracias a dos faenas con el sello de la rotundidad. Tiene una cuadra muy consolidada, con Animales que como el lo quieren hacer todo despacio. Como en el toreo, la caricia doma. Las tres orejas lo catapultan a un lugar que por condiciones se ganó. Esas condicione innatas que tiene Lea, una rejoneadora que pasa por un momento de madurez en su rejoneo, hoy volvió a dar un paso más para llegar a donde quiere. Se llevó el lote más áspero de una corrida con carbón. Una tarde en la que la cruz la vivió un Andrés Romero que pese a las adversidades supo venirse arriba y honrar su profesión con una actuación maciza.
El tercero fue un toro muy justo de raza que acabó parándose. Lo toreó Guillermo muy en corto a lomos de Jíbaro, todo en una perra gorda y sobre poniéndose a un albero algo húmedo que daba cierta inseguridad. Un animal que en los capotes tuvo calidad pero al que había que llevarlo siempre muy encelado en la cola del caballo. Un Guillermo Hermoso que todo lo quiso hacer despacio. Con Berlín dio un auténtico recital de torero a caballo. Las Hermosinas fueron muy ajustadas. Rejoneo de mucho oficio, el cual se mostró muy por encima de un astado que fue de más a menos. Le dio siempre las ventajas al de San Pelayo, aprovechando las inercias para cuajarlo en un vibrante tercio de banderillas. Con Indico mantuvo el nivel de una faena que cerró a lomos de Esencial. Cortas en los terrenos del toro y una a dos manos en las que tuvo que sacar los brazos para llegar a un animal muy aquerenciado que siempre se puso por delante, lo que le quita mucho sitio al animal. Tras un rejonazo que tiró sin puntilla al animal cortó las dos orejas.
Actuación muy redonda la realizada por Guillermo Hermoso al sexto de la tarde. Una labor de gran intensidad que ya desde el inicio caló en el respetable. Paró al animal en muletazos con la cola de Alquimista, todo en torero parándolo en círculo a lomos de un caballo de grandes virtudes. Ya en banderillas con Disparate formó una auténtico lío. Toreo a dos pistas alternado con su clásica Hermosina dejándose llegar una enormidad al animal. ¡Qué facilidad!. Faena presidida por el temple con banderillas de poder a poder en todo lo alto. Cuarteando para fuera y clavando en el sitio. Disparate formó un auténtico disparate ante un toro con fijeza y franqueza. Se metió encima del toro en banderillas de gran exposición y compromiso. Cerró con cortas, rosas y banderillas a dos manos. Tras un pinchazo arriba y un rejonazo paseó la oreja que le abría la Puerta del Príncipe.