España, Francia y Perú estaban pendientes de sus
paisanos que hoy en un cartel internacional hacían el paseíllo en las Ventas. Tres toreros que intentaron conquistar a Madrid, tres toreros que se
dejaron el alma para conseguir un sueño.
Clemente no pasó de correcto ante un lote sin gracia ni casta, pero
tanto Posada como Roca
Rey dejaron volar por el
ruedo de las Ventas un aire fresco a toreo grande, ese que levanta al
aficionado de su asiento, ese que hace romperte las manos aplaudiendo, ese que
te saca de lo más profundo un olé ronco y verdadero, ese que ilusiona a todo aficionado.
Se rompió Posada al natural, pese a tener el cuerpo dolorido y
desencajado por una fea voltereta, pero eso no le arredró lo mas mínimo,
magullado y con la paliza aun encima construyó una faena de un aroma y una
torería extraordinaria, remates torerísimos, naturales con la cintura partida,
derechazos encajados, los olés
sonaron a olés. Volvió ese Posada que tenia loco al personal,
artista maduro, pinturero y poeta. Oreja de peso, de las que valen, que junto a
la cortada en Sevilla vuelven
a ponerle en el candelero.
Roca Rey es un torero moldeado por Campuzano, con similitudes con Castella, no es mal espejo. Todo lo hace despacio y sin prisas, con una inusitada facilidad. No utiliza el
valor solo para amedrentar a sus enemigos, sino que lo usa para torear de
verdad. Pese a que su lote no ayudo nada se sobrepuso a ello, naturales de una
profundidad a tener muy en cuenta, toques y cites casi imperceptibles, toreo
por abajo, firmeza de plantas, valor sereno. Le daba igual no tener enemigos,
el viene a lo suyo. Fino capotero y estilista muletero, hoy Madrid comprobó que viene con hambre, que la
puerta grande no se sació en absoluto, el peruano quiere mandar en esto, y vaya
que si lo va a conseguir, le llegan hasta el suelo y encima sabe torearlos como
pocos. Todo llegará, aquí hay torero.
Posada y Rey, Rey y Posada, ambos con su
expresión torera marcaron una tarde que iba por los derroteros de la languidez más
absoluta. Torear es mucho más que pegar pases, hoy se comprobó, ambos le
entregaron su alma a las Ventas como el que se la entrega al
diablo, pero Madrid tan injusta y cicatera a veces hoy sí fue
ese Madrid entregado y agradecido, hoy vio a dos tíos que
querían hacer el toreo, no aceptó el trato y disfrutó entregada ante dos
toreros que llenaron de un aire fresco el coso de las Ventas, y eso
señores merece mi aplauso.