A CONTRAQUERENCIA

Balas para el enemigo


jueves 28 mayo, 2015

En otro San Isidro lo de hoy hubiese sido un día más, un día normal, pero en este no. En la isidrada modelo 2015 están pasando cosas, unas más importantes que otras, pero están pasando

Cuatro disparos y una diana

Argumentos para salir a llenar los bares y mentideros en los
que discutimos lo bueno, lo malo, lo feo de cada tarde. Y lo de hoy no deja
bien parado a nadie. Por un lado, una ganadería tan prestigiosa como la de Victoriano
del Río no se salva del petardo con
un toro bueno, el segundo. Los más malpensados dirán que en Guadalix están los
buenos, los de las figuras, porque son para ellos. Mientras que los otros
encienden las alarmas por si acaso esta camada no sale como la anterior, por aquello
de la igualdad para todos, y a ver si la otra también va a salir así. En unos
días la realidad les dará la razón a unos o a otros (o a ninguno, porque esto
es así).

Los toreros tampoco podrán estar muy contentos. Urdiales, porque se le acaban los cartuchos. Y
eso que ya se jugó los «buenos”, los de las ganaderías de garantías, y aquel
triunfo rotundo que legitime por fin el buen toreo del riojano sigue sin
aparecer. Le quedan dos, y son de los grises, de lo que conoce bien y si todo
sale como él y todos esperamos, le será difícil justificar el por qué debe
salir de ese tipo de corridas. Lo dicho, balas para el enemigo. Aunque confieso
que me gusta más ver a Diego con un
encaste que conoce a la perfección, mal que le pueda pesar al torero, que
seguramente querrá lidiar con más frecuencia unas ganaderías con otro tipo de
exigencias. Al que tampoco le está funcionando la munición es a Iván Fandiño, que este año parece tener la pólvora
mojada. Nadie duda de lo que es como torero, pues nadie le ha regalado
absolutamente nada para estar donde está, pero este año Madrid (y Sevilla) le
es esquiva. Ya lleva lidiados diez toros en esta plaza en 2015 y todavía no se
le reconoce esa autoridad con la que pasó el año anterior. Una pena, porque si
hay un diestro que le pone algo de vida al escalafón, es precisamente el vasco.
Y El Fandi en Madrid sigue siendo
resistido, y mira que hoy tuvo un toro para convencer, pero es que en esta
plaza siguen esperando al torero que ellos quieren ver y no al David Fandila que es. Si quería cambiar su ambiente
en Madrid, tuvo la oportunidad y se le fue.