TEXTO: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO
Complicado. Muy complicado hacer el paseíllo esta tarde en La Maestranza. Porque la tarde histórica vivida ayer sigue siendo el sonsonete de los aficionados, que aún siguen toreando por las calles y puede que aún no hayan echado cuenta de que hoy torean en Sevilla Antonio Ferrera, El Fandi y Alberto López Simón con un encierro de Fuente Ymbro, y la intención será de firmar una emoción incluso mayor.
A estas alturas, y con un invierno entero por tierras mexicanas ensayando el toreo de forma pausada, ralentizada incluso, Antonio Ferrera llega al feudo en el que le enseñó al mundo por primera vez su versión más madura. Fue aquí donde dejó las banderillas, donde bajó las pulsaciones y se hizo toreo con un toro de Victorino para renacer a la tauromaquia como intérprete de la emoción. Sevilla es uno de sus feudos y es aquí donde mejor sale su vena espiritual.
Antonio cumple hoy su segundo paseíllo en el Baratillo en esta feria, y ya tiene una oreja en el esportón de la corrida de Victorino, pero es, además, su décimo quinta corrida de toros del año 2019 y eso hace que llegue con el rodaje muy hecho a una tarde donde la presunta bravura del hierro elegido juega muy a su favor. Sin embargo, ya está Antonio muy por encima de resultados y eso lo convierte en un torero muy apetecible.
Para borrar un hueco de resaca es posible que haya pocas posibilidades mejores que El Fandi. La tauromaquia de David no es pesada, no es plomiza, no se mete en disquisiciones muy profundas. Pero sabe llegar al tendido, ofrecer el espectáculo que el toreo requiere y ofrecer lidia adecuada y precisa a cada toro que salga por la puerta de chiqueros. Porque también David es veterano y es difícil que lo sorprenda nada con la muleta en la mano.
Y, sin embargo, llama la atención que uno de los toreros que más pesíllos realiza a lo largo de la campaña llegue a Sevilla con cinco tardes toreadas. Igual que lo hace que uno de los toreros con más orejas en su esportón desembarque hoy en el Baratillo con cuatro apéndices paseados. Por eso la tarde de hoy es importante para él. Tanto como él es importante para el espectáculo.
Para Alberto López Simón la tarde de hoy es crucial. Porque ya lleva un par de ferias sin rayar a su nivel en La Maestranza y va siendo hora de superar fantasmas y regresar al sitio que ilusionó a la afición. Y está en el camino, porque después de aquella tarde gris de Sevilla el pasado año llegó el viernes de resurrección en que abrió su quinta Puerta Grande en Madrid. Porque lo tiene dentro y sólo Alberto es el enemigo de Alberto para que salga.
Hasta el momento son cuatro plazas las que le han visto torear en 2019 y en tres de ellas ha logrado triunfar. Además, con rotundidad y con opciones a proclamarse triunfador absoluto de los diferentes seriales. Viene de cortar tres orejas en las tierras mexicanas de Aguacalientes y llega para enfrentarse a una corrida de Fuente Ymbro, que ya le ha echado aquí algún toro importante para abrirse camino cuando empezaba. Llega mejor, mucho mejor que el pasado año.
La ganadería de Fuente Ymbro vive tal vez el momento más dulce de su historia, con toros embistiendo en casi todas las plazas que pisa. Y llega a esta feria justo después de su casa madre, porque a la gran corrida que Jandilla echó ayer hay que unir que hoy la simiente es la misma. Mismas vacas, mismos sementales y dos ganaderías de éxito como resultado, si bien en la selección de cada ganadero están los matices.
Pero no lo está poniendo fácil este año Fuente Ymbro, que lleva sólo una novillada y una corrida de toros lidiadas -en Las Ventas y en Valencia- y a las doce reses que ha echado al ruedo Ricardo Gallardo sólo les han cortado dos orejas. Pero fue una de las divisas más importantes de 2018, con esa corrida extraordinaria de la feria de Otoño como colofón a una campaña triunfal. Y con el horizonte de 2019 plagado de fechas. Dos corridas lidiará en Madrid, junto con una novillada. Todo ello en San Isidro.