Si fuera novedad que Luis
Carlos Aranda y David Adalid estuvieran
en boca de los aficionados hoy los titulares cantarían su labor que, a la
postre, fue una de las pocas brillanteces de un desesperante encierro de
Joselito. Pero desgraciada o afortunadamente, su línea periódica de compromiso
plateado hace que eso no sea así. Y brilló Adalid ante un desagradecido cuarto
dejando dos pares para el recuerdo que Pamplona, entre el jolgorio de las
peñas, supo apreciar, al igual que la torería de Aranda y el buen gusto de
Mellinas. Así fue.
En el segundo, Héctor Piña
dejó dos puyazos de medido castigo ante uno de Joselito con la cara abajo. No
le permitió hacer bien la suerte a Luis Carlos Aranda por lo complicado de su
tranco mientras Adalid abusó un punto en sus capotazos al toraco. El
castaño de nombre Musulmán que saltó quinto hizo su salida
despegado del suelo y largo como un tren. Humilló en el saludo por el pitón
zurdo, pero topó pechugón y rebrincado por el derecho. Topón también en el
penco de Quinta, se quiso quitar el palo, pero acudió a los cites en
banderillas con menos aspereza. Este momento fue el propicio para que Adalid
sellara su compromiso en dos entradas en las que el astado le apretó pero en
las que sacó sus armas toreras en los embroques mientras le recetaba una lidia
genial Luis Carlos Aranda. Una ovación de verdad se llevó Adalid, que
finalmente saludaron los de plata de Morenito.
El abreplaza cumplió sin
más en un medido tercio de varas de Óscar Bernal y se arrancó más franco que
poderoso para llegar a los embroques de banderillas, humillando entre
tanto en el capote siempre efectivo de Víctor Hugo Saugar «Pirri».
Rápido fue el tercio de El Víctor y Juan Carlos Tirado. El cornalón Alabastro
que hizo cuarto lució dos perchas para varios armarios coronando el largo lomo.
Humilló cuando le dio Urdiales el capote por abajo, pero le faltó continuidad
para que hubiese lucimiento. Soltó la cara en el peto y no se terminó de
entregar en el tercio de banderillas ante la lidia de El Víctor y los pares de
Pirri y Tirado.
Hizo el cuarto por José Luis Hernández «Zuri» a la
salida del par sin que tuviera consecuencias mayores por la rapidez del
subalterno. Fue éste un toro que se desplazó con alegría en banderillas y acudió con franqueza a los
embroques pero con el que la cuadrilla no pudo dejar su personal sello. Al sexto lo
lidió José Antonio Muñoz, dándole hasta tres derrotes por dentro y
dificultándole una lidia de banderillas en la que no pudo lucirse Zuri. Siempre
anduvo con las manos por delante mientras le citaban palitroques en mano.
Antes, Antonio Muñoz intentó pegarle a un toro que fue vulgar en las varas.
FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ