Hoy se ha vivido una
tarde de emociones en la plaza de Las Ventas. Fermín Bohórquez ha dicho adiós a
Madrid sin suerte en el sorteo, con dos actuaciones sinceras pero empañadas con
el acero. Pablo Hermoso ha dado una lección de toreo. Usando sus caballos como
muleta, ha llegado a dar caricias en la cara de sus dos oponentes. Lástima los
rejones, que no sirvieron para firmar una tarde en auténtico maestro. Con mucho más acierto, Leonardo Hernández ha
fulminado a sus dos diferentes toros del maestro Capea para epilogar dos
grandes actuaciones. La del buen tercero le valieron las dos orejas y una más
la del sexto, animal un tanto desentendido. Gran tarde la vivida con un lleno
en los tendidos.