LA CRÓNICA DE SAN ISIDRO

Diego renuncia a ser cigarrero


domingo 20 mayo, 2018

Más Puertas Grandes que El Viti. Por eso Diego formalizó este domingo su renuncia a ser cigarrero. Y de La Puebla del Río a Madrid viajó el censo de Ventura.

Diego renuncia a ser cigarrero

TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: SARA DE LA FUENTE

Más Puertas Grandes que El Viti. Por eso Diego formalizó este domingo su renuncia a ser cigarrero. Y de La Puebla del Río a Madrid viajó el censo de Ventura, que ya se ha convertido ya en el torero que en más ocasiones ha abierto la gloria de Alcalá, quince en total, un hito en el que sólo le sigue en suerte Santiago Martín. 

Porque sigue siendo Madrid el coso que le ha respetado y que él ha tomado como templo para ser dios a caballo cada vez que hace el paseíllo. Y lo ha hecho saliendo en hombros por 15ª vez en un año interiormente especial para él por la connotación que la ausencia de Sevilla ha tenido en este inicio de campaña. Cuatro y un rabo fueron suficiente prólogo en Arles para establecer sus propias reglas, para tomar el timón de la independencia y para entrar a matar al sistema con un estoque en vez de como el rejón de muerte tiene acostumbrado a los despachos. Y así lo hizo con una encerrona en Espartinas que fue un antes y un después en la concepción que actualmente se entiende por figura.

Porque la afición joven no conoce batalla individual similar a la que está llevando Diego contrato a contrato. Porque cree que así lo merece. Pudo asimilarse la Vistalegre en el septiembre de 2013 o la Córdoba de 2014 cuando –de forma colectiva, eso sí-, las figuras se pusieron de acuerdo para defender sus derechos. Pero lo de Diego está siendo una batalla sin igual que hoy salió a hombros de Madrid, la plaza de la que parecía que se iba a quedar fuera… y en la que va a terminar matando doce toros en una sola temporada.

“Preferino”, de San Pelayo, era el primero de la tarde. A dos pistas y muy en corto fue levando Diego al animal en la primera banderilla, sonsacando los primeros olés del tendido ante un astado que tornaba en sosería por cada segundo que pasaba. Nazarí fue el siguiente caballo que sacó a relucir Ventura. Ya más cerrado, y dándole toda la ventaja al toro mirando a tablas, aguantó quiebros de espanto el cigarrero para clavar en toda la cara y levantar soberanamente a los tendidos. Extraordinario fue el epílogo, en el que hizo todo ante un animal al que le puso las cortas con Remate. A la primera enterró el acero para echar abajo al astado sin puntilla. Oreja.

“Riojano”, de 642 kilos, era el tercero de la tarde, segundo del lote de Ventura. Más parado tras recibir la primera señal de castigo por parte de Ventura que sus hermanos anteriores. No respondió con viveza ante el astado. Con Importante comenzó su lidia y con Fino prologó su faena el cigarrero. Animal que terminó apretando a Diego mientras montaba a Bronce porque intentaba tapar su falta de bravura a base del celo hacia tablas que tenía, embistiendo por dentro a los caballos del rejoneador. Y supo imponerse a base de tesón para clavar palos que llegaron arriba Ventura. Con adornos antes de entrar al quiebro consiguió la arrancada del toro, clavando en toda la cara y dejando piruetas que llegaron arriba en los siguientes dos pares. Con Bronce y Bombón finalizó la faena a un toro que no lo hizo nada bien en el epílogo. De pasar paquete. Palmas.

Con Lambrusco recibió Ventura al último de su lote, de 685 kilos, con el que se fue a portagayola garrocha en mano. Fue un toro cambiante en el primer tercio. Hasta tres piruetas ajustadísimas dejó Ventura en el epílogo de su faena junto a Nazarí, con el que mantuvo total emoción y consiguió llevarse de su mano al tendido. Largo lo llevó en una circunferencia completa. Con cierta condición reservona el de Capea, que incluso le tiró alguna cornada al caballo de Diego sin lograr calar en Nazarí. Exposición tremenda del rejoneador, que tiró de la condición del astado para llevarlo en circunferencias completas con la movilidad peligrosa del astado charro. Banderillas cortas al violín fueron el cierre de labor del de La Puebla, que pidió una rosa que colocó al final de la faena a un toro que prosiguió con peligrosidad. Oreja que le abría la 15ª Puerta Grande.

Estoque fue el elegido por Leonardo Hernández para recibir al segundo, primero de su lote. Suelto, remiso a acudir al rejón de castigo pero con celo cuando lo hizo Leonardo Hernández en el primero de ellos, respondiendo con movilidad a éste fue el de Capea. Más templado en los últimos compases de este prólogo de la lidia. La circunferencia completa realizó el extremeño antes de comienzo de la faena, ya con la primera banderilla en la mano. Astado con movilidad, que aguantó la lidia del primer caballo con mucho motor, siguiendo presto las monturas de Hernández y emocionando con su tranco alegre. Sol fue el elegido para poner los siguientes palos, en los que el animal respondió. Y se dobló Leonardo en el final de faena, buscando terrenos de cercanías con las cortas aprovechando la buena condición del astado, con movilidad hasta un final en el que se comenzó a parar más. A la tercera consiguió enterrar Leonardo el rejón de muerte, pinchando en una banderilla en la primera de ellas. Palmas al toro en el arrastre.

Haciendo gestos extraños de salida hasta que le clavó Leonardo el rejón de castigo. Leonardo no pudo sino sobreponerse a las complicaciones del animal. Se metía por los adentro y constantemente barbeaba tablas, consiguiendo en una de ellas saltar al callejón y sembrar el pánico en este, saliendo del lugar de forma rápida todos los profesionales que allí se encontraban. Además, el toro alcanzó una de las ancas del caballo de Leonardo. Toro incierto que tampoco se lo puso fácil para meterle el acero.

Frío de inicio el último toro de la tarde hasta que sintió el hierro de Leonardo Hernández sobre su morrillo. Sol, el más veterano de su cuadra, le sirvió para administrar los terrenos a dos pistas y llevar embebido al animal en su montura. Xarope le valió para finalizar su labor adornándose. Pero pinchó su labor… algo que no tuvo en cuenta el público, que pidió una oreja concedida por el palco.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Décimo tercera de abono. Corrida de rejones. 21243 espectadores. 

Toros de San Pelayo.

Diego Ventura, oreja, palmas y oreja. 

Leonardo Hernández, ovación, silencio y oreja.