TEXTOS: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO
Vuelve el rey del rejoneo en los últimos tiempos: vuelve Pablo Hermoso de Mendoza a hacer el paseíllo en la plaza de toros de Madrid esta tarde. Lo hace con la corrida de Capea y con dos compañeros de lujo, Sergio Galán, en figurón del toreo a caballo, y Lea Vicens en también su única comparecencia en el coso de la calle de Alcalá. Dos estrellas y una, Lea Vicens, en su busca.
Pablo Hermoso de Mendoza vuelve esta tarde a la primera plaza del mundo. El rejoneador navarro, después de un dilatado y triunfal periplo azteca no pudo salir triunfante de su primer compromiso en Nimes pero sí lo hizo su hijo, cortando un rabo. Esta tarde torea en Las Ventas al lado de Sergio Galán y Lea Vicens.
Selló un año para el recuerdo en 2017: tras su tradicional vuelta de la temporada americana, comenzó campaña dando toda una lección magistral en la Feria de Pentecostés de Nimes, prosiguió enamorando las plazas hasta llegar a Bilbao y dar otro golpetazo en la mesa y finiquitó campaña triunfando en Zaragoza. En medio de esas citas cruciales, la de Pamplona marcó un antes y un después en un año para el recuerdo por parte del caballero estellés.
El taranconero pisará Madrid por primera vez en 2018, después de hacerlo hasta tres veces el año pasado. Si alguien personifica la elegancia y la sobriedad a la hora de interpretar el toreo a caballo ese es, sin duda, Sergio Galán, que después de abrir nueve veces la puerta grande de Las Ventas y otras nueve la de Pamplona -entre otros logros- aún no manda ni cobra con estatus de figura. En ello tiene que ver también que Galán no entra por el aro de un sistema cuya rueda suele comerte.
El manchego siempre ha respetado su estatus profesional y ha defendido su situación siendo muy consciente de quién era, lo que le ha granjeado el respeto de público y profesionales, pero lo ha dejado fuera de las ferias de medio pelo donde no siempre existe la dignidad.
El toreo de Sergio es absolutamente clásico, sin estridencias ni arrebatos, pero con un valor sereno que permite en muchas ocasiones logros inverosímiles. Sergio es la pureza del toreo a caballo, la naturalidad y el sentido de la lidia. Con una cuadra perfectamente equilibrada, cuenta con caballos que están marcando una historia en el toreo a caballo, y a los tristemente desaparecidos Montoliú, Capea o Vidrié se unen los actuales, tales como Ojeda, Apolo, Titán y Óleo.
Hoy, en Madrid, debe reivindicarse como siempre, convirtiendo sus actuaciones en plaza de primera en pasaportes para firmar más contratos. Ese es siempre su sino.
De todas las rejoneadoras que han intentado abrirse camino en el toreo a caballo Lea es una de las que más y mejores logros ha conseguido. La afinidad con Simón Casas -su apoderado- la ha colocado como pieza casi clave en todas las ferias y su convivencia con el maestro Peralta antes de fallecer le ha proporcionado una evolución constante que no deja de aprovechar.
A pesar de su juventud, ya son varios años los que lleva Lea viviendo en Sevilla e intentando abrirse paso en este complicado mundo del rejoneo. Su condición femenina le abre muchas puertas, pero también le cierra otras, que sabe compensar con la fuerza de su apoderado.
Grácil y elegante en la monta, Vicens tiene raza y arrestos para remontar una tarde al revés, tantos como argumentos para cuajar una grandiosa actuación cuando el festejo es propicio.
Y hoy buscará ampliar su lista de argumentos para seguir en las ferias.
La corrida de Capea es de notable equilibrio en los festejos de rejones y de máxima garantía para buen espectáculo. Toros con ritmo y alta movilidad que a buen seguro ofrecerán el juego deseado por todos.
En 1983 fue vendida a don José Romero Pérez, que eliminó todo lo anterior formándola con 133 vacas, 36 machos y 5 sementales adquiridos a don Antonio Ordóñez (antes Urquijo) en marzo de 1984, siendo éste el origen actual de la ganadería. En 1987 fue adquirida por don Pedro Gutiérrez Moya, anunciándola a nombre de sus hijos. Es de procedencia Murube.