TEXTO: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO
David Garzón es nuevo en esta plaza. Novillero ecuatoriano, ha sido alumno de las escuelas de Moralzarzal y de Madrid y hoy se presenta en el primer coso taurómaco del orbe. En 2016 toreó seis festejos, en los que entraron cuatro novilladas con caballos y seis festivales. A partir de ese momento la complicación del camino como novillero con los del castoreño comenzó a hacer efecto, acusado durante toda la campaña anterior.
Poco a poco se fue el joven abriendo camino en este mundo tan difícil tras su etapa como alumno de la Escuela de Madrid y llegaron tardes como las de Azuqueca de Henares, Astorga, Villamanta, Calera y Chozas… y el apoderamiento al lado de un grande de la música, Caco Senante.
Siempre ha visto el toreo en casa, puesto que su padre es mozo de espadas de Uceda Leal. También afirma el propio novillero que en él han influido muchos maestros como Manzanares padre, como Dámaso González, que lo han sido todo en la historia del toreo. Le han marcado. Ahora Madrid le espera.
Si Carlos Ochoa tiene una plaza esa es la plaza de toros de Las Ventas. El novillero madrileño la conoce bien, lleva toda la temporada entrenando en ella junto a los alumnos y profesores de la Escuela de Tauromaquia de la Comunidad de Madrid José Cubero «Yiyo» y hasta sabe lo que es cruzar su Puerta Grande a hombros.
Eso fue en su etapa de novillero sin picadores. Dos años después, en la pasada Feria de Otoño, se presentó en Madrid con la confianza de saber que los deberes estaban hechos… y así lo demostró.
El madrileño está firmó en 2017 una temporada importante de triunfos y el mes de septiembre fue especialmente significativo, sobre todo en una plaza de Villaseca de la Sagra en la que dejó su ímpetu y a punto estuvo de llevarse el Alfarero de Oro. En abril no tuvo su tarde en Madrid… pero hoy, y en la apertura del mundial del toreo, tiene una nueva oportunidad.
Uno de los nombres más prodigados en las primeras ferias de la temporada ha sido el de Ángel Téllez, que hizo el paseíllo en Valdemorillo, Castellón o Valencia y ahora se enfrentará al segundo paseíllo de su campaña en la plaza de toros de Madrid.
Destacan sus inicios en la Escuela taurina “Marcial Lalanda“de la mano del maestro José Miguel Arroyo “Joselito”. Su tío, el subalterno Fernando Téllez, con el que se prepara diariamente durante toda la temporada, fue a sus órdenes.
Ha sido Ganador de la Naranja de Plata de Algemesí, Garbanzo de Oro de Fuentesaúco, Encuentro Mundial de Escuelas Taurinas en la San Marcos de Aguascalientes, Finalista del Certamen Camino hacia las Ventas o del Certamen Zapato de Plata de Arnedo.
Una novillada con el hierro de Guadaira es la encargada de abrir la feria de San Isidro 2018, el serial más importante del mundo que comenzará cuidando al futuro de este espectáculo con una novillada picada.
La ganadería fue formada por don Manuel Cañaveral Valdés en el año 1951 con reses adquiridas a don Carlos Melgarejo y Arias de Reina y un toro de don José Carvajal González, solicitando la prueba de acceso en 1965, lidiando las novilladas en las plazas de Cáceres, Guadalajara, Cuenca y Almería, y la corrida de toros en la plaza de Albacete, pasando finalmente a formar parte del Grupo de Criadores de Toros de Lidia.
En 1987 elimina todo lo anterior y adquiere vacas y sementales de don Joaquín Buendía anunciando “Guadaira”. En 1996 cambia el diseño del hierro por el que utiliza actualmente. En agosto de 1997 se adquieren 50 vacas y dos sementales de la ganadería de “Jandilla”, manteniendo esta procedencia por separado. En diciembre de 1998 elimina todo lo procedente de Santa Coloma y adquiere otro lote de 41 vacas de “Jandilla”.