LA CRÓNICA DE CASTELLÓN

Entre tracas y petardos


jueves 3 marzo, 2016

Padilla sale en hombros cortando oreja y oreja, los paisanos otorgan las dos orejas del sexto a Soler y Paquirri saluda una ovación al aseo y la pulcritud

Padilla sale en hombros cortando oreja y oreja, los paisanos otorgan las dos orejas del sexto a Soler y Paquirri saluda una ovación al aseo y la pulcritud

MARCO A. HIERRO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO

Entre tracas y petardos recibía Castellón al toro después del
prólogo novilleril y equino. Gusta esta tierra del estruendo y la vibración, ya
sea del suelo o del tío con el trapo rojo, y mejor si es paisano
, para que no
digan que aquí no se apoya la tierra. Por eso concluyó la primera de La
Magdalena entre tracas y petardos, porque salió Padilla en hombros con la
primera y también el que defendía el terruño, aunque fuera con lo segundo.

No está el toreo para andar con ligerezas, ni para engañarse con
una foto, ni para empeñarse en funcionar sin armas para hacer diana. Un
panorama en llamas por la amenaza del político, el desinterés del profano y la
somnolencia del sistema mal puede soportar una alternativa rebañada porque sí
sin que se mire al espejo el que la toma y se pregunte qué puede aportar para
mitigar la lumbre
. Porque enciende ésta las tracas, pero también los petardos,
y uno lo pegó Soler con el toro de la ceremonia, aunque quisieran restarle
fuste los aplausos que llegaban hasta del tendido de los sastres.

Allí, en los edificios altos que circundan esta plaza, también
hubo paisanos que gustan de traca, pero vieron el petardo de un hombre sin
estructura y sin asiento al que el flan de tan alta fecha le dejó el valor
justo para andarle por la cara a un torete obediente
. Hoy, cuando el hacha de
la intolerancia le hace la cruz al toreo y se busca la pureza y la verdad entre
los que descollan nuevos, el más nuevo del plantel intentó remontar las derivas
de la escasa preparación. En hombros y con dos orejas lo verán sus nietos en la
foto de su casa. En hombros junto a su padrino recordará la efemérides Vicente
una vez que comprenda que no fueron brillantes, sino menos malos los muletazos
suaves al sexto, porque entre la traca y el petardo media solo un par de ojos que
efectúen la comparación.

Pudieron hacerlo hoy los que llenaron media plaza cuando pusieron
sus chicuelinas de un lado y las verónicas de Padilla al primero, de otro. Ahí
se templó el Ciclón con el único bravo que le saltó hoy a Matilla. Armónico,
cadencioso y suave, disfrutó Juan José de la verónica al alto, estrecho y
ensillado toro, que se lió a embestir por abajo mientras le dieron opción. Fue
traca de pirata sabio la tarde de Padilla, de veterano conocedor de sus fuertes
y sus flojos, de lidiador cabal para menguar ímpetus o azuzar voluntades así le
vengan de un lado o de otro
. De rodillas los inicios, con la línea recta bien
acompañada, la franela puesta, largas las series e impuesta su intención sobre
la viveza de los dos bichos. Porque los dos le embistieron para rebosar
boyantía hasta que quiso Padilla componerles la obligación. En los finales a
menos llegaron los adornos que llegan, con dos encontronazos a ley para las dos
estocadas y dos orejas más de entrega en su repleto esportón. Fue Padilla Juan
José y eso gusta en los tendidos.

Como gustó ver al Paquirri más asentado y torero de los últimos
dos años en dos faenas tan limpias, tan suaves y tan pulcras que hubieran sido
brillantes de apostar más por el ajuste al embrocar derechazos
. Vertical en la
apostura, sereno en los ademanes, asentado en los talones y templado en las
muñecas, le faltó la traca a Francisco para que rompiese la plaza. Porque está
la verdad en las apreturas que él no buscó esta tarde, aunque saliesen bonitas
las fotos de Luis Olmedo. No le estorba a la vista ver la estética de este
Paquirri, pero le deja a deber un trecho a la emoción, y se convierte en nada
este rito cuando el que cobra no arriesga.

Por eso hay que medir el triunfo cuando se quita uno el traje,
mirar como aficionado el espectáculo ofrecido. Y saber si son traca o petardo los
argumentos ofrecidos, porque es muy seria esta fiesta y urgente que le den
verdad
. Y no todos pueden son capaces.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Castellón. Cuarta de la
Feria de La Magdalena. Corrida de toros. Media entrada.

Dos toros de Hermanos García Jiménez (soso y vulgarón el alto primero, devuelto por inválido el cuarto); dos de Peña de Francia (boyante, humillado y bravo el silleto y feo segundo, docilón y obediente el tercero); dos de Olga Jiménez (obediente y bobalicón el quinto, con calidad, clase y ralentí el buen sexto); y un sobrero, cuarto bis, de José Luis Marca (con transmisión y movilidad noble a menos).

Juan José
Padilla (negro y oro):
oreja y oreja.

Francisco
Rivera «Paquirri” (purísima y oro):
silencio tras aviso y ovación.

Vicente
Soler, que tomaba la alternativa (marino y oro):
ovación tras petición y dos orejas.