A CONTRAQUERENCIA

Esfuerzos no reconocidos


martes 2 junio, 2015



Cambia mucho el público de Madrid en estas corridas
denominadas «toristas”, evidentemente no es el que llena la plaza en los días
de los carteles de más fuste, pero comparte una poco afortunada característica
que en estos días se hace más evidente, la de pasar por alto muchos esfuerzos
de los toreros. No sé si es porque muchas veces no los ven o no los quieren ver.

Entiendo perfectamente que el gusto por los toros haga
centrar la atención en su comportamiento, pero no por eso se debe infravalorar
o, incluso, ignorar lo que los diestros y sus cuadrillas hacen por intentar
sacar el mejor partido de las cualidades de los toros. A algunos les podrá ir
mejor que a otros, pero no me cabe la más mínima duda de que cada uno de los
que se pone delante del toro está dando lo mejor se sí por cometer la menor
cantidad de errores posible y tiene su empeño en que todo salga de la mejor
manera.

Me viene esto a la cabeza porque esta tarde me pareció que
el respeto que una amplia mayoría siente por la ganadería de Celestino Cuadri,
encegueció un poco a la afición que no terminó de reconocer el gran esfuerzo
que tanto matadores como sus cuadrillas realizaron en las respectivas lidias.
Pero eso es algo que no sólo ha pasado hoy, sino muchos otros días de la feria,
sólo que esta tarde fue mucho más evidente, pues hasta algunos injustos pitos
se dejaron escuchar.

Al hilo de ésta reflexión, también me causa un poco de
impresión la manera en que se jalea incondicionalmente a quienes sí que han
conseguido entrar (por sus propios méritos, eso sí) en el cariño del público. Y
digo esto, si el más mínimo afán de criticar la labor de Ángel Otero, un
profesional ejemplar y un banderillero de los mejores. Pero hoy, a pesar de que
preparó la suerte, cuarteó e igualó perfectamente (gran primer par), el toro
frustró que su tercio saliera redondo e impidió que dejara los palos en todo lo
alto. Sin duda no fue culpa suya y tampoco era razón para reprobarlo, pero la
ovación me pareció exagerada porque me parece injusto con muchos otros
profesionales igual de efectivos, aunque quizás menos espectaculares, que han
dejado actuaciones impecables y se marcharon sin el más mínimo reconocimiento.
Sin ir más lejos, la lidia con el capote de Joselito Rus hoy ha sido perfecta,
y ni un solo aplauso se llevó el torero.

Es Madrid, la plaza en la que se deben valorar todas estas
cosas, pero parece que a veces se nos olvida.