JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: JAVIER COMOS
Padilla
«apadrinaba” una terna de jóvenes promesas esta tarde en la plaza de toros de
Valencia completada por el malagueño Saúl Jiménez Fortes y el extremeño José
Garrido. Un encierro de Fuente Ymbro debería rubricar la gran temporada que
había tenido sobre la mesa en la pasada campaña.
De 584 kilos de peso era «Palique”, un pesado
de Fuente Ymbro con el guarismo del 12 al que Padilla recibió con hasta tres
largas de rodillas en el tercio para enhilar el toreo a la verónica y una media
que conectó pronto con el tendido. Alventus picó al toro en un tercio largo, en
el que vio cómo no se entregaba el toro en su peto en el primer envite, dejando
una segunda vara trasera que no fue de buen recibo por parte del respetable.
Chicuelinas dejó Jiménez Fortes, pasándoselo muy cerca y queriendo bajarle la
mano sin lograrlo. Fuerza física mostró Padilla en el tercio de varas, en un
primer par que no llegó a colocar y fue fallido. De dentro hacia afuera fue el
segundo par antes de pedir permiso a la presidencia, no brindar y doblarse con
él en un inicio muleteril en el que se mostró mirón por el pitón derecho.
Molestó, además, el viento que, unido a la miga que tenía su oponente, hizo que
Padilla fuese pronto a por la espada. Con la tizona, dejó un espadazo entero
desprendido.
«Señorío” se llamaba el segundo de la tarde,
un toro de 554 kilos, alto de agujas pero con la cara más cerrada. Le ganó
terreno Fortes hacia adelante, destacando la humillación del astado por el
pitón derecho. Se echó Garrido el capote a la espalda después del tercio de
varas y, a pesar del fortísimo viento, logró completar el quite y lucirse. Le
aguantó el lidiador los parones, templando en el momento del embroque para que
Martín Blanco y José Luis Hernández «Zuri” parearan al de Ricardo Gallardo. Le
faltaba casta al toro cuando Fortes pidió permiso a la presidencia, y se
enfrentó a un toro que le faltaba movilidad delante del malagueño, sin
decidirse a embestir y cuando lo hacía era pegando cabezazos. No se aburrió
Fortes, intentándolo por todos los medios a pesar de que el astado le dio
opciones de coger la espada y acabar, pero no se dejó ganar la pelea Saúl. Por
un intento de manoletinas finalizó trasteo, sin lucimiento. Pinchó en los dos
primeros encuentros, metió la espada en el tercero y apostilló con la cruceta.
«Retama” era el tercero, para el extremeño
José Garrido, que se echó de rodillas en un intento de toreo a la verónica de
hinojos que no consiguió. Sí lo hizo puesto en pie, muy reunido, pasándoselo
muy cerca y acompañando en todo momento la embestida del de Gallardo. Antonio Chacón,
que hizo las veces de lidiador, clavando en cortito José María Amores y Javier
Valdeoro, que lo puso en aprietos y de forma muy fea cayó al callejón. Brindó
al público y comenzó trasteo al hilo de tablas, de rodillas con un muletazo
afarolado y un gran pase de pecho ante un astado que humillaba pero le faltaba
un punto de casta. El toro tenía bondad a pesar de su mansedumbre,
enganchándolo Garrido en las dos primeras tandas, cantadas por el respetable
por la dulzura con las que las compuso. Tuvo que imponerse al manso y dominar
al de Gallardo, dejándosela de forma perfecta al natural y bajándole la mano
lentísimo, cuadrando con el de pecho su gran concepto. Fenomenales fueron los
pases de pecho, en un final en el que se echó a la espalda la muleta para
rematar por bernadinas y meter hasta dentro la espada. Dos orejas.
Tampoco mucho celo tenía el cuarto, un toro
con poca transmisión en los primeros lances de Juan José Padilla. No rompió en
el doble puyazo de Justo Jaén ni tampoco en el capote de Dani Duarte. El tercer
par fue el que más brilló en la actuación de un Padilla que vio más
posibilidades en el astado cuando lo vio embestir al capote. De rodillas
comenzó trasteo el Ciclón de Jerez ante un astado que se vino arriba, metiéndose
por dentro pero mejorando su tranco en el último tramo. Muy despacito lo llevó
por el izquierdo, pero la pena fue que el toro enfriaba la salida y deslucía la
terminación de los muletazos. Por molinetes y abaniqueos terminó la labor para,
espada en mano, dejar una espada casi entera antes de llevarse un palizón en la
que el toro le pataleó la cabeza. Pasó a la enfermería.
Tampoco terminó de definirse el quinto, un
toro que no hizo cosa de bravo en el caballo y que ya en el capote de José
Garrido se le metió por el pitón derecho. Lo intentó en el quite Garrido, pero
le faltaba casta, motor, raza. Muy cortito embestía en el inicio muleteril,
pero Fortes andaba tranquilo en su cara. Lo intentó al natural en la primera
tanda con un astado soltando la cara y aplomado en el epílogo muleteril. Con la
espada, Fortes dejó tres pinchazos delanteros.
En el mismo son que sus hermanos salió el
cierraplaza, un sexto de Fuente Ymbro que tenía por nombre «Mimoso” de 540
kilos. Muy cortito se quedaba en el capote, echando las manos por delante, pero
humillando en el ramillete de verónicas de Garrido. Brindó a todos los aficionados
jóvenes que van a acudir mañana a la manifestación en la ciudad y opción alguna
tuvo con un toro muy deslucido.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros de Valencia. Segunda de la Feria de Fallas. Corrida de toros.
Seis
toros de Fuente Ymbro, peligroso por el derecho el grandón primero, soso y mortecino el segundo, mansurrón pero humillado y con calidad la embestida del tercero, desfondado en la segunda tanda el cuarto, desclasado y falto de motor el desclasado quinto, imposible el sexto.
Juan José Padilla, silencio y ovación.
Saúl Jiménez Fortes, silencio y silencio.
José Garrido, dos orejas y silencio.