TEXTO: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN iRANZO
En realidad no cuentan con la expectación de los grandes nombres. Llegan a San Iaidro a aprovechar su oportunidad blandiendo sus armas, pero a los tres ya los ha visto Madrid hacer cosas importantes. Enfrente, un encierro de El Ventorrillo que pugna por reverdecer viejos laureles.
El veterano torero manchego vio cómo su nombre desaparecía de los carteles el pasado año y tuvo que volver a jugar las bazas de los pueblos para regresar a la élite isidril. Es uno de los toreros que ha paseado orejas en esta plaza casi cada vez que la ha pisado, por eso se justifica plenamente su presencia hoy.
Su circuito manchego sigue siéndole fiel y apoyando para acometer las metas del calado más alto. Este año han sido dos los festejos toreados antes de presentarse hoy en Las Ventas y cuatro las orejas paseadas, sobresaliendo la faena a un toro de Alcurrucén, al que desorejó en Mora el pasado 5 de mayo.
Navegando ya sólo, sin la compañía de un inseparable César Jiménez, que supuso sus manos y sus pies en los comienzos, Fran Espada es un torero hecho que viene de cortar una oreja en la goyesca del 2 de mayo en Madrid y que tiene la responsabilidad hoy, además, de la taquilla, puesto que es de él de quien más se ha hablado este año.
Torero de corte clásico y menos frágil que la primera impresión que da, este año sólo ha hecho ese paseíllo, vestido de goyesco en Madrid, pero la oreja paseada y una ovación que saludó en el otro toro le dieron el beneplácito de Madrid y le facilitaron las cosas para conseguir sus metas.
El colombiano no ha tenido presencia ni continuidad en las temporadas europeas, pero su relación con la empresa hace que vuelva a tener una oportunidad en la plaza más importante del mundo, después de que estuviera presente el pasado año en la corrida de Saltillo saludando una ovación en cada uno de los toros que le cupieron en suerte.
Este año aún no se ha vestido de toreo y será hoy cuando comience su temporada, pero fueron seis los paseíllos trenzados en 2018, y sólo dos -Madrid y Vic Fezensac- los realizados en Europa. Su tremendo valor seco y su conocimiento de los terrenos le hacen un torero muy interesante para el espectáculo.
La ganadería de El Ventorrillo, que pasta en tierras manchegas de Los Yébenes, no pasa hoy por el mejor momento de su historia, pero siempre cuenta en los carteles de San Isidro. Una vacada con caja y con arboladura sobradas para Madrid, ha propiciado triunfos muy importantes en Las Ventas, tales como los de Matías Tejela, que abrió una Puerta GRande de Madrid con un toro de este hierro, al igual que Alejandro Talavante, cuya faena a Cervato entró en los anales de esta plaza en 2011.
Hasta el momento, los números avalan a la ganadería propiedad de Fidel San Román, puesto que ha lidiado sólo un festejo durante el año 2019 y esa tarde en Tomelloso se cortaron un total de seis orejas y un rabo, con dos toros ovacionados en el arrastre y uno de vuelta al ruedo.