TEXTO: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO
Tres toreros de Puerta Grande hacen el paseíllo en la tarde de este martes en la plaza de toros de Las Ventas: Curro Díaz, David Mora y Morenito de Aranda, con el portón de la gloria entre los años 2015 y 2016, trenzarán el paseo en la plaza más importante del mundo a las siete en punto de la tarde. Los toros de El Ventorrillo, materia prima ganadera, tendrán la llave, y esa es la gran duda después de los movimientos de la última década que ha sufrido esta vacada… ¿servirá el encierro?
El jienense Curro Díaz buscará la tercera puerta grande de su carrera en Madrid. Es uno de los hombres al que la Feria de San Isidro está esperando en la última de sus tardes contratadas en esta feria.
Fue en el año 2016 cuando se quedó fuera de la feria a pesar de haber salido por la Puerta Grande el Domingo de Resurrección de 2016; posteriormente, compartió mano a mano con José Garrido en la Feria de Otoño en una histórica corrida de El Puerto que, aun sin trofeos, quedó grabada en la mente y el corazón de todos los aficionados que asistieron al festejo. Sinceramente, 2017 no fue su mejor año en esta plaza…
Ahora, el diestro de Linares buscará un nuevo triunfo en la capital.
Después de un año 2016 mucho más regular de lo que indican sus presencias, ausencias y colocaciones en las grandes ferias, sorprendía que David Mora, triunfador del San Isidro 2016 -la Beneficencia estaba fuera del abono y, por tanto, también lo estaba la faena de Manzanares a Dalia- no tuviera una colocación más adecuada a su momento en las ferias. En cualquier caso, David está acostumbrado a hablar con los avíos en la mano y le acompañan las estadísticas del año anterior.
Respecto a su forma de concebir el toreo, tras el percance David ha cambiado la largura en el trazo que siempre le acompañó -incluso en escorzo en ocasiones- por un muletazo más corto, pero mucho más vertical y tremendamente profundo. Fuera de dudas está su valor y su raza para tirar de una tarde, porque su verdad aparece en la manera de afrontar los desafíos. Está acostumbrado -dicho está- a lidiar con las dificultades en los despachos, pero la madurez que ahora atesora le hace dar motivos cada tarde para no olvidarse de él.
Hoy es una de esas tardes donde debe reivindicarse.
Que le pregunten a Morenito si es fácil o no el camino de la verdad y de ser torero o no de Madrid… un rosario de orejas aisladas en la catedral del toreo, un portón de la gloria contractualmente minusvalorado, una y mil veces cantada la verdad en la plaza y en los sueños hechos muletazos. Pero ni una sola palabra de lo injusto del sistema en las entrevistas que ha concedido. Porque la verdad ni se queja ni usa el rencor como arma futura. Así es Jesús Martínez.
En el camino de la independencia camina el burgalés al lado de Carlos Zúñiga. Sabe que los triunfos, para él, no se pagan con contratos. Con esa dureza real afronta, desde que un 2 de mayo de 2015 saliera en volandas de Madrid, sus días Jesús Martínez. El Morenito de Aranda que se anuncia en los ruedos lleva dentro lo que nadie sabe por romperse la cara en la arena y que no contaran en algunas de las grandes ferias.
Fue en 2016 cuando el hierro de El Ventorrillo volvió a renacer en Madrid. Echó un toro importante que le tocó en suerte a Morenito de Aranda y que supo aprovechar para cortar, quizá, su oreja más importante en todo el 2016 en una plaza de toros. Así es como volvía la vida el mítico hierro que popularizara hace dos décadas Paco Medina y que vendiera en un célebre café al constructor Fidel San Román.
Pero en 2017 no fueron las mismas sensaciones las que se llevó una terna compuesta por Eugenio de Mora, Morenito de Aranda y Román. Corrida peligrosa, brusca y que no terminó de romper… hoy regresa la duda a la primera plaza del mundo.