EMILIO TRIGO
Llegaban las promesas novilleriles a hacer el
paseíllo en el coso de la calle de Xátivaesta tarde, cuarta de abono de la Feria de Fallas. Álvaro Lorenzo, Ginés Marín y Cristian
Climent trenzaban el paseo mayor a las cinco en punto de la tarde con un
encierro, a priori, con garantías de El
Parralejo.
Y cierto que ofreció garantías la novillada de El Parralejo para el triunfo y el buen
toreo. Ambas cosas la cotizó y muy al alza Ginés
Marín que mostró la dimensión de una autentica figura del toreo. También
dejó constancia de su buen oficio Álvaro
Lorenzo que pudo cortar más de una oreja a su lote. Climent tocó pelo en el último.
Abrió plaza un novillo del Parralejo que demostró estar justito de poder en los primeros
tercios, pero al que Lorenzo supo dosificar
desde el principio. Un novillo que sacó docilidad y prontitud en la muleta. El
joven novillero estructuró una faena a más en intensidad y apreturas. Más compacta
por el derecho por donde hubo más espacio en la longitud del muletazo y algo más
trabado por el izquierdo. Álvaro demostró mucho oficio y exigió mucho a su noble oponente. Posiblemente la espada baja le privó la oreja. Ante el cuarto, Álvaro Lorenzo volvió a demostrar su exquisitas formas con capote y muleta. Pulcritud capotera ante el segundo de su lote en recibo y quite. Durante la lidia el novillo apuntó a rajarse varias veces y lo acusó en el último tercio de forma más descarada. Astado de buena condición y alta toreabilidad con la muleta. Se quería ir pero también regresa embistiendo con la cara abajo. Lorenzo compuso expresión en cada muletazo imprimiendo ligazón y atacando en distancias y tiempo muy inteligentemente. Faena de mente despejada, técnica y mucho poso. Oreja que hace justicia al esfuerzo y buen toreo de Álvaro Lorenzo.
Más terciado fue el segundo de la desapacible
tarde. Un novillo de menos presencia que el anterior. Ginés Marín estuvo en matador de toros y todo lo que realizó olió a
figura grande. Cuajó con una seguridad envidiable al extraordinario segundo.
Novillo de altura en clase y bravura. Magnifico astado de El Parralejo que permitió a Marín expresarse en toda su tauromaquia. Dibujó lances de mucho compás a la verónica y
cerró su saludo con garboso remate a una mano. El novillo bien picado respondió
en varas y metió riñones. Ginés le enjaretó un precioso
quite por gaoneras y empezó a calentar los ánimos de los presentes. El
extremeño salió apretando fuerte e inicio de forma explosiva su labor. Se montó
literalmente en encima y le formó un «gazpacho” gordo. Lástima que todo su buen
hacer lo estropeara con la espada. El triunfo era de Puerta Grande sin lugar a dudas pero la suerte suprema
empañó su profunda faena. Ginés Marín desprendió torería ante el quinto. Un novillero al que
le queda un cuarto de hora en el escalón menor. Volvió a cuajar una enorme
actuación en el coso valenciano. El segundo del lote, tuvo presencia y se dejó
torear. Marín le sacó más de lo que
tenía dentro y su labor tuvo muchísimos quilates. El novillero acarició las
telas en temple y dibujó el toreo caro. Un toreo que sólo es capaz de
instrumentar lo que están tocados por la barita divina. Un verdadero compendio
de en todo, de principio a fin. Se jugó el tipo en el inicio estático en los
medios y después se «arrebujó” con su oponente. La faena que ofreció Ginés, era de otras dos orejas con
fuerza pero otra vez la espada se las quito. Seguridad y torería que cautivó a Valencia.
Cristian Climent se mostró como un novillero batallador y entregado ante un manejable
tercero pero de poca transmisión. Climentrecetó un decoroso saludo capotero y un tercio de banderillas con soltura. Cristian ofreció una versión de
novillero con recursos y variedad. Tal vez, su labor fue demasiado larga puesto
que su oponente perdió el gas de mitad de faena hacia delante. Cierto que apretó
en demasía al primero de su lote y debió hacerlo en menos intensidad, pero
también lo es, que estuvo sobrado de ilusión y ganas de agradar.
Se fue a la puerta de
chiqueros Cristián Climent para
recibir al sexto. Muy similar el valenciano en banderillas al tercio realizado
en su astado anterior. Mostró habilidad con los palos. Climent, entregado nuevamente. Considerable la actitud del joven
novillero que cerraba plaza ante un novillo deslucido pero muy noble. Actuación
que rematada con una estocada muy baja. Fue premiado con una oreja por parte de
sus paisanos.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros de Valencia. Cuarta de la Feria de Fallas. Novillada con picadores. Más de un cuarto de plaza en tarde de lluvia intermitente.
Se
lidian novillos de El Parralejo. Bien presentados y de juego variado. Destacó el buen segundo.
Álvaro Lorenzo, Vuelta tras petición / Oreja.
Ginés Marín, Vuelta tras petición y aviso / Vuelta tras petición y aviso.
Cristian Climent, Silencio tras aviso / Oreja.
FOTOGALERÍA: JAVIER COMOS