TEXTO: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO
En mano a mano colocó a su amazona Simón Casas en la feria más importante del mundo. Y lo ha hecho para medirla al caballero más importante de la historia hasta la fecha, con tres décadas de revolución a sus espaldas. El encierro, eso sí, de garantías.
A estas alturas, Pablo Hermoso de Mendoza tiene pocas cosas que demostrarle a nadie, pero aún así llega a la feria de San Isidro para participar en un mano a mano con la que fue cabeza del escalafón durante la temporada pasada. Tampoco le inquieta nada; sólo tiene que ser él mismo para medirse a cualquiera.
El festejo de hoy significará el número 18 del año 2019 para Pablo, que lleva cortadas 21 orejas y un rabo como balnace. En cualquier caso, ya no es el resultado lo que busca el navarro desde hace mucho tiempo, sino hacer el toreo y experimentar con una cuadra maravillosa que sigue arrojando elementos top.
Ya son varias temporadas las que lleva en las ferias la rejoneadora francesa Lea Vicens, a pesar de su juventud. Osada y ambiciosa, es capaz de acometer nuevos retos confiando en sus posibilidades, por muy complicada que parezca su consecución. De corte clásico y conservador, las fuentes Peralta de las que siempre ha bebido aparecen en su tauromaquia.
Hasta el momento son doce los paseíllos que lleva trenzados durante el año 2019, con 22 orejas y un rabo paseados y con ocho faenas de dos orejas en su esportón particular. Finalizó la temporada de 2018 siendo líder del escalafón de rejoneadores, con 46 festejos y un total de 77 orejas y tres rabos. Los números la avalan.
La ganadería del maestro Capea es una de las más cotizadas dentro del encaste Murube tan demandado por los rejoneadores. Los tres hierros que pastan en San Pelayo de Guareña llevan el sello y la sabiduría de un hombre que ha aplicado al toro que cría los conocimientos adquiridos como figurón máximo del toreo.
Hasta el momento sólo ha lidiado un festejo, el celebrado en Villarrobledo el pasado 12 de mayo, donde se repartieron siete orejas y tanto Rui Fernandes como Juan Manuel Munera fueron capaces de desorejar a un toro. Es una vacada de garantías para un espectáculo como el de hoy, última de rejones de San Isidro, a falta de la mixta de Beneficencia.