JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO/FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
Acogía este
lunes de feria la plaza de toros de Las Ventas una novillada con picadores con
el hierro de La Ventana del Puerto para Alejandro Marcos, Joaquín Galdós y «Juan
de Castilla”
«Huracán»
llevaba por nombre el primero de la tarde, un novillo que no pudo recibir con
lucimiento Alejandro Marcos. Metió los riñones en el peto de Óscar Bernal y
humilló en el capote de Martín Blanco, estando deslucidos los subalternos.
Brindó al público para cuidarlo mucho en el inicio de faena, para estar
descolocado en una segunda tanda en la que el novillo metió con calidad la
cara. Tampoco en la siguiente logró conectar Marcos. Lo intentó y lo consiguió
por la zurda en las dos tandas siguientes, pero los enganchones deslucieron
todo. Sí se cruzó en los finales con la muleta en la mano izquierda, y en uno
de ellos el novillo lo sorprendió y le propinó un volteretón que lo dejó
mermado. Minutos más tarde, volvió a la plaza para despachar de una estocada el
animal.
Con regusto
recibió Galdos al segundo, al que el piquero dejó dos puyas protestadas por
colocación entre un grandioso quite a la verónica de Joaquín, la respuesta de
Juan de Castilla por el mismo palo y la vuelta capote en mano del peruano para
ejecutar chicuelinas de manos bajas. Con decisión se fue al centro del anillo
para brindar al público su labor. Con la exigencia de los bravos le metió la
cara en las dos primeras tandas, para ir consiguiendo el joven hilvanar
muletazos de calidad. Bravucón fue el de La Ventana, que metió la cara más
intermitentemente en los naturales del novillero. Mató de estocada baja.
El tercero se
mostró frío y no se definió en los primeros tercios, pero le dio unos tiempos
geniales De Castilla para ir esperando al animal. Muleta en mano, brindó al
tendido para ir comprendiendo perfectamente las virtudes de un novillo flojo
pero humillado. Hasta tres tandas con ligazón dejó el colombiano, que supo la
distancia y medida perfectas para hacerle frente a su oponente. Más en corto
iba a zurdas, sacándoselos de uno en uno, para matarlo de metisaca, pinchazo
hondo y estocada.
Bien picó al
cuarto Alberto Sandoval tras intentarlo recibir con brillo Marcos a la
verónica. Tras otro deslucido tercio de banderillas, volvía pronto la cara el
novillo cuando en redondo lo intentó Alejandro. Los enganchones con la diestra
deslucieron todo y la colocación volvió a fallarle al salmantino. No fue a más
un trasteo en el que no dio tiempos al animal. A espadas anduvo desacertado.
Bueno fue el
capote de Galdós en en quinto, y bueno también el quite de Juan de Castilla
tras el arreón de manso del toro en el caballo. Atropellado fue el inicio de
faena, para ir diluyéndose todo paulatinamente por un astado a menos y con un
novillo que se tornó en peligroso por el pitón izquierdo. A tablas se fue el
animal, cantando su mansa condición. Mató de estocada muy baja.
Más voluntad que
brillantez tuvo el quite de Juan de Castilla al sexto del encierro, que se dio
una voltereta a la salida del caballo. Muleta en mano, a diestras lo entendió
en la primera tanda para proseguir al natural y conseguir buenos momentos y
meter los riñones de forma espléndida. En la misma raya del tercio prosiguió De
Castilla sacando todo lo que pudo al animal, abusando del lado diestro. Espada
en mano, dejó tras bernadinas un pinchazo y una estocada entera.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de
Las Ventas. Feria de San Isidro. Novillada con picadores.
Seis novillos de La Ventana del Puerto. Con calidad el buen primero. Bravucón sin calidad el segundo. De calidad también el tercero. Soso y sin romper el cuarto. Manso y deslucido el quinto. Deslucido y a menos el sexto.
Alejandro Marcos, vueltas al ruedo y silencio.
Joaquín Galdós, leves palmas y silencio.
«Juan de Castilla”, silencio y