Sergio Galán es el nombre fuerte que mañana hará el paseíllo en
Madrid. El conquense completará así su segunda tarde en el ciclo isidril, en un
festejo en el que por segunda vez saltarán a escena los toros de María Guiomar Cortés
de Moura. Se trata, pues, de una cita esperada por todos los aficionados ya que
Galán volverá a pisar la arena de Madrid tras la triunfal corrida de Capea, en
la que salió en volandas junto a Ventura y Leonardo Hernández. «Fue
una tarde muy bonita para el toreo. Desde
el principio hasta el final. La tarde culminó como todos esperábamos y creo que fue algo
positivísimo para el toreo, para la Fiesta y para el toreo a caballo», señala
el rejoneador.
La corrida de Capea fue de las más completas que, en los últimos años,
se han lidiado en el ámbito ganadero en una plaza de toros. Del primero al
sexto, se prestaron los astados del maestro salmantino a las cuadras de los
rejoneadores. «Fue una corrida interesante. La corrida dio muchísimo juego, muchísimo
juego, y fue lo mejor para el toreo a caballo«. Sobre la corrida
de mañana, el hierro de María Guiomar Cortés de Moura, Galán asegura que «nunca
he toreado nada de ello, pero tengo mucha fe y cinfío mucho en ella porque la
corrida del año pasado salió bien. Es procedencia Murube y es algo que me
ilusiona«.
Será su segunda tarde en Madrid: un compromiso importantísimo en su
carrera está a punto de culminar Sergio, pudiendo dejar un grato recuerdo en
esta Feria y ser triunfador numérico de ésta. «Siempre el hecho de ir dos tardes
a Madrid te responsabiliza, y el hecho de haber abierto la Puerta Grande el día
anterior y tener que corroborar tu triunfo dos semanas más tarde exige
presión», afirma el de Tarancón.
La pasada temporada Sergio Galán no salió a hombros de la Feria de San
Fermín. Y eso es noticia. Se puso todo a la contra y no pudo seguir la racha
triunfal que le caracterizaba en la Feria del Toro, cortando una oreja entre el
vendaval, el diluvio y el mal juego de los toros. «Lo de Pamplona es algo increíble.
Llevo 13 años yendo a esa plaza y ven los toros con una sensibilidad fuera de
lo normal. El año pasado corté una oreja pero fue una tarde a contraestilo,
poco más que imposible. Es bonito el currículum de uno en una plaza como esta.
Tengo el buen recuerdo del gran esfuerzo del año pasado», concluye
Sergio.