PABLO
LÓPEZ RIOBOO
Abría
la el ciclo continuado de la Feria de Abril la corrida de rejones en la que
seis caballeros hacían el paseíllo a las seis y media en punto: Rui Fernandes, Andy Cartagena, Leonardo
Hernández, Roberto Armendáriz, Manuel Manzanares y Andrés Romero. En
toriles esperaba un encierro de Benítez
Cubero-Pallarés que a la postre dio un juego más que interesante.
Abría cartel el jinete portugués Rui Fernandes, el cual realizó una
faena elegante pero falta de calado en los tendidos. Se fue a puerta de
chiqueros con Canario, el de Cubero arreó de salida, siempre con un
galope templado, tras el vibrante inicio en chiqueros, Rui dejaría un rejón
arriba como tarjeta de presentación. A lomos de El Dorado realizó un pulcro tercio de banderillas, al que le faltó
mayor ligazón. Se dejó llegar al toro en dos pares de importancia, sin duda lo
mejor de su actuación. El de Cubero ya demostró su nobleza y calidad en los capotes primero y luego siguiendo sin
derrotar en las cabalgadura. Dejó buenos detalles con Caparica, clavó las cortas con Fado,
y tras un rejón algo trasero fue ovacionado.
Paró brillantemente de salida Cartagena al segundo de la tarde, cerró
al toro muy en corto, dirigiendo su noble embestida con la cola de Cuco. Muy templado toda la tarde Andy, primero a lomos de Sol y Sombra, realizó una faena medida,
sin tirones y de gran disposición ante un animal justo de raza pero con buen
son. Si Sol y Sombra puso el temple, Pantera revolucionó al respetable,
se dejó llegar una enormidad al animal para luego atacarle y llegar incluso a morderle. Cerró la faena montando a Pintas, un caballo de espectacular pelaje
con el que clavó las cortas, un animal que tiene un gran sitio en la cercanía
de los toros. El público se metió mucho en la faena, tanto es así que tras un
buen rejón de muerte se pidió insistentemente el doble trofeo, pero que a juicio
del palco solo fue merecedor de una oreja.
Lo de Leonardo
Hernández ya no es novedad, año tras año sigue demostrando el sitio que
ocupa. Tuvo enfrente un encastado y bravo animal de Cubero que no puso las cosas fáciles, molesto cuando no se le hacían
bien las cosas y fue agradecido cuando se iba con el por derecho. Lo recibió a lomos
de Titán, dos rejones de castigo
decidió ponerle Leonardo en un inicio en el que le corrió por derecho al
animal, sin ninguna ventaja. En el
tercio de banderillas sorprendió el valor y la torería de Despacio, un caballo a tener muy en cuenta esta temporada. Le dio
distancias al animal, acertó en los terrenos, ante un toro exigente. Brilló
tanto en el toreo a dos pistas como en cercanías, las dos últimas banderillas
fueron de merito, muy en corto y quebrando en la cara. Hernández quería triunfar
a toda costa y sacó a Xarope, con el
cual se dejó llegar mucho al toro, Tierra a tierra y corbetas para llamar la
atención del animal, para luego dejar dos buenas banderillas al violín. Iba la
faena cobrando fuerza pero un rejón caído enfrió mucho al público, dejando todo
en una ovación.
Faena desigual de Armendáriz con el aquerenciado pero buen cuarto de Benítez Cubero. Faltó acople entre toro
y torero y una mejor lidia ante un animal que acabó acusando que todo se lo
hicieran en el tercio y pegado a tablas. Pese a tardear acometía con casta
cuando se le llegaba a la cara. Con Prometido,
caballo muy espectacular toreó a dos pistas, pero lo mejor de su faena vino con Diamante con el cual clavó dos
buenas banderillas en las postrimerías de la faena, lo mejor de su actuación
junto al efectivo rejonazo. El animal, no sobrado de raza tuvo virtudes que el
jinete solo supo sacarle en ciertos momentos, le pesó su debut en el coso
maestrante, pese a todo dejó buenos detalles pero muy aislados. Fue silenciado tras el arrastre del cuarto de la tarde.
Si algo hay que destacar de la actuación hoy
de Manzanares es su temple y las
buenas maneras que atesora, todo quiso hacerlo despacio y pausado, también es verdad que no
siempre llegó a las cotas buscadas, faltó mantener el gran nivel que
dejó en pasajes de la faena. Tuvo ante sí al mejor toro del encierro, un animal con
nobleza, movilidad y gran tranco, llamado ‘Onésimo’, al que el jinete alicantino le realizó una faena con buenos e interesantes
pasajes. A lomos de Príncipe dejó banderillas arriba, el bravo ejemplar pedía
que le llegasen a la cara. La evolución de este rejoneador es evidente, ha
subido un par de escalones respecto a actuaciones pasadas, hoy en Sevilla se
gustó y gustó al respetable. A lomos de Tomate dejó una gran banderilla, culminando con las cortas junto a Secreto. Tras un pinchazo, fue fuertemente ovacionado, perdiendo así la oreja que se
había ganado.
Lo dio todo Andrés Romero ante el animal más deslucido del buen encierro de Cubero. Se fue a portagayola a lomos de Cheque, para luego realizar una
faena vibrante y valerosa ante un animal tardo y justo de raza. Lo mejor vino a
lomos de Guajiro y Odiel, con el
primero se dejó llegar mucho al animal mientras le duró el fuelle, para luego
clavar tres banderillas de enorme merito, una de ellas dejándose llegar mucho
al toro. Tras esos momentos lucidos, ejecutó otras dos de poder a poder, con el toro
parado que levantaros al
público de sus asientos. Los más jóvenes venidos desde su pueblo estaban
disfrutando de la faena de su paisano. Más asentado y maduro que en ocasiones
anteriores el rejoneador onubense culminó la faena primero a lomos de Odiel, un caballo veterano y que hoy en
Sevilla supo estar a la altura de la cita y luego con Bambú. Tras un buen rejón le fueron concedidas las dos orejas, tras
una faena vibrante y de gran exposición ante el peor animal del encierro.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería. Primera de la Feria
de Abril. Corrida de rejones. más de media plaza en tarde fresca y desapacible.
Toros de Benítez Cubero-Pallarés, correctos de presentación y de
muy buen juego en líneas generales.
Rui Fernandes, ovación.
Andy Cartagena, oreja con petición de la
segunda.
Leonardo Hernández, ovación.
Roberto Armendáriz, silencio.
Manuel Manzanares, ovación.
Andrés Romero, dos orejas.
FOTOGALERÍA:
ARJONA