LA PREVIA DE SAN ISIDRO

Un gallo y dos sentencias de matador


lunes 22 mayo, 2017

Dos novilleros que consiguieron tardes de mucho eso en 2016 y con fecyha los dos para su alternativa se medirán a un venezolano que va a por el trono del escalafón inferior

Dos novilleros que consiguieron tardes de mucho eso en 2016 y con fecyha los dos para su alternativa se medirán a un venezolano que va a por el trono del escalafón inferior

MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO

Un venezolano que le abre cartel a dos sevillanos. Un torero poco visto en España que abre la tarde en que se juntan dos que ofrecieron muchas tardes de buen toreo el pasado año y que tienen sentenciada la fecha de convertirse en matadores de toros. Jesús Enrique Colombo caminará sin montera en el paseíllo de hoy, en el que Pablo Aguado y Rafa Serna protagonizarán el duelo del futuro sevillano en Madrid.

 

JESÚS ENRIQUE COLOMBO 

A pesar de que lo apodera una casa española -los Ruiz Palomares- y de que pasa en España gran parte de su vida y de sus entrenamientos, Jesús Enrique Colombo no ha perdido aún la capacidad de sorprender porque no se le ha visto por los sitios de mayor responsabilidad, y aún así ya se conoce su nombre. Esa es, tal vez, la mejor virtud de la dirección de carrera que le están realizando al venezolano. Máxime cuando abre el cartel de esta tarde, en virtud de su debut en la Plaza México el 18 de marzo de 2015.

Desde entonces ha tenido un duro camino de medirse a si mismo ante las dificultades, de participar en los certámenes de más prestigio, medirse a los novilleros más punteros y a las novilladas de los hierros más duros, pero siempre pisando ruedos de garantía de calidad en los espectáculos ofrecidos. Fueron 17 tardes las que pisó los ruedos en 2016 y ya van seis tardes en este 2017, donde sobresale la ovación que saludó en La Maestranza sevillana, porque este es el año de su exposición pública.

Serio en su concepto del toreo, no parece venezolano en la forma de parirlo, porque cuenta con la sobriedad y la elegancia de los toreros de Castilla y con un valor que le permite pisar el lugar comprometido y trazar muy despacio. Esta tarde Madrid despejará su incógnita.

 

 

PABLO AGUADO 

Es, de los tres, el que más ruedos de peso ha caminado en su carrera, y también el que más veces ha toreado en Las Ventas, lo que le puede dar la ventaja de conocer al tendido en sus diferentes vertientes, dado que él también ha venido a Madrid en las domingueras. Y ha corrido suerte dispar, porque también se ha ido al hule en la primera plaza del mundo.

De hecho, no ha reaparecido aún del percance que sufrió en este mismo ruedo con un novillo de Fuente Ymbro en el festejo inaugural de la temporada. Antes de eso sólo había toreado en Olivenza este año, en una buena actuación premiada con una oreja y una ovación.

Pablo es el representante del toreo sevillano de más sello y pellizco, de más sentimiento y composición. Tiene valor, no obstante, para solventar una tarde a base de raza y para provocar que el tendido abandone toreando su localidad. Es su última tarde en este ruedo antes de una alternativa prevista para la próxima feria de San Miguel, y necesita llegar a esa cita con más fuerza de la que tiene ahora.

Hoy tendrá que dar el primer paso.

RAFAEL SERNA 

Aún recuerda la plaza de Las Ventas su tarde con dos novillos de Guadaira el pasado 12 de junio, cuando logró que se fijase en él esta afición por su forma de interpretar el toreo y cuando se llevó, por contra, una de las cornadas más graves del pasado año en la plaza de Madrid, lo que lo tuvo parado primero gran parte de la termporada, y con ciertas dudas después, lógicas tras el grave percance y en la búsqueda del nivel anterior.

Fueron 23 novilladas las que el sevillano toreó el pasado año, muchas de las cuales en ruedos de responsabilidad máxima, como Las Ventas -donde no tuvo suerte en su paseíllo de Otoño-, Sevilla, Zaragoza, La México o Acho, en Perú.Su apoderamiento con Casa Toreros le asegura, además, una garantía de calidad en los festejos que torea, y también tiene marcada en el arma la muesca que fija la tarde de la alternativa.

Es, tal vez, el novillero más castellano en el concepto de cuantos habitan y salen de Sevilla. Serio, austero de movimientos, expresivo en los embroques por el tremendo empaque innato, Rafael es un torero largo porque conoce y domina el temple. En su debe está el asunto de la cornada de Madrid, cuya recuperación fue muy dura por la tremenda labor de fontanería que tuvieron que hacerle en los vasos principales. La única muestra aportada este año fue la de Espartinas el 28 de febrero, y le cortó tres orejas a un encierro de Carlos Núñez.

Él ya conoce lo que es que Madrid ruja, y lo volverá a intentar hoy.

 

EL MONTECILLO 

Hablar de El Montecillo y de Paco Medina no es decir cualquier cosa. Y mucho menos en Madrid. Paco fue con El Ventorrillo y es con El Montecillo uno de los ganaderos que mejor entiende la idiosincrasia y los gustos de la afición de Madrid, aunque no siempre encuentre el producto adecuado para darles gusto.

Sin embargo, de los tres festejos que lidió el pasado año esta ganadería, corta aún por el número de vacas con el que se quedó Paco tras la venta de El Ventorrillo, los tres fueron en la plaza más importante del mundo. Dos novilladas, una en San Isidro en la que se quedó sólo Juan de Castilla por percances de sus compañeros y se enfrentó a un variadísimo encierro; otra en septiembre, con la que a punto estuvo Miguel Ángel León de tocar pelo; y una corrida de toros el 15 de agosto con la que tanto Eugenio de Mora como Ramán cortaron una oreja de un encierro con muchas posibilidades.