TEXTO: MARCO A HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO
Esta tarde confirma su alternativa David de Miranda con una corrida de Juan Pedro Domecq. Esta tarde regresa Paco Ureña al escenario de sus grandes tardes tras el grave percance que lo dejó sin un ojo. Y esta tarde, sobre todo, llega Juli a comparecer en la feria del bombo después de que tuvieran que recurrir a él para salvar la baja de Ponce por lesión. Suficientes atractivos para no perdérselo.
Cuando se producen todas estas circunstancias alrededor de la contratación de un torero como Julián hay que esperar siempre lo mejor del matador, porque su orgullo profesional y personal, su capacidad de acometer casi cualquier cosa y hasta su soberbia por reconocer sus propias cualidades como incontestables lo hacen extremadamente peligroso para cualquier rivalidad y extremadamente atractivo para el expectador. Ese es El Juli.
Y así lo demuestran las estadísticas en una temporada como la actual, en la que lleva toreadas diez corridas de toros y ya tiene en el esportón quince orejas y un rabo, con un indulto incluido, el que obtuvo el pasado día 18 en la Feria del Caballo de Jerez, cuando le perdonó la vida a un toro de Garcigrande. Pero también su Puerta del Príncipe sevillana, con tres orejas cortadas, lo ponen en cabeza esta temporada junto a Roca Rey.
El murciano regresa hoy al ruedo más importante del mundo, pero lo hace siendo el ‘consentido’ de esta afición, con la que ha estado a punto de atravesar el umbral de la gloria en varias ocasiones. Lo hace hoy acostumbrándose a su nueva situación, lo cual no es fácil, y buscando la mejor forma de conjugar esta circunstancia con su forma de concebir el toreo, siempre comprometida y clásica, de valor seco y espartana tenacidad.
Sin embargo, son sólo dos los paseíllos que ha realizado este 2019 Paco Ureña, los que trenzó en Valencia, con una oreja cortada el día de su reaparición, y en Sevilla, donde no pudo pasar de la ovación con el primero de su lote. Madrid, donde tiene firmadas dos tardes más la corrida de la Cultura. Es su ocasión de sentar las bases para su nuevo rol.
Sólo el hecho de que David de Miranda esté esta tarde en Las Ventas para confirmar su alternativa ya es un auténtico milagro, después del gravísimo percance que sufrió en Toro (Zamora) hace un par de temporadas, que le provocó un grave problema de cervicales por el que pasó un auténtico calvario. Tras una lección de resiliencia y de superación, David está listo para acometer las metas que se puso cuando comenzó.
Pero lo hace llegando a Madrid con una única corrida de toros a sus espaldas este 2019, celebrada el pasado mes de abril en Palos de la Frontera, donde le cortó cuatro orejas y un rabo a un lote de José Luis Pereda. Fino intérprete del toreo, hoy tiene la ocasión perfecta con un cartel prácticamente soñado. No la querrá desaprovechar.
Cuando se pronuncia el nombre de Juan Pedro -al que casi le sobra el Domecq para saber de quién hablamos- se habla de una leyenda viva del toreo y tal vez la casa ganadera que más ramas ha sacado a lo largo de la historia en cuanto a líneas de encaste. Juan Pedro Domecq Morenés, además, ha querido dotar al hierro que heredó de su genial padre de la personalidad propia, que incluye un toro más enrazado sin renunciar a la clase que define la vacada.
En el año 2019 lleva lidiados tres festejos, los celebrados en Valencia, Castellón y Sevilla, en los que ha echado al ruedo 18 reses a las que les han cortado un total de ocho orejas y sólo en una ocasión un torero desorejó a un animal de este hierro: lo consiguió Roca Rey en Castellón. Y llama la atención que El Juli haya vuelto a apuntarse a este hierro en Madrid.