TORO POR TORO

Una mansada que no rompió


viernes 8 mayo, 2015

Vea el comprtamiento de los toros de El Cortijillo durante la primera de la Feria de San Isidro

Una mansada que no rompió
1º de la tarde: El Cortijillo nº 4, 01/10 Barba-Azul, colorao careto, 522kg.
 
Toro
serio el cinqueño que abrió la Feria, amplio de pitones, con cuajo.
Algo frío en su salida, fiel a su encaste Núñez. Toro que no permitió el
lucimiento en el capote por su ostensible mansear. Igual comportamiento
en varas tuvo el abreplaza. Ambos picadores, el de puerta y el de
turno, cumplimentaron un tercio sin mayor tramite y mucha falta de
pelea. Astado de embestida bruta, iba con todo y se frenaba antes de
finalizar el viaje. Le faltó ritmo y clase, aunque humilló a veces pero
siembre sin colaborar. Antes en banderillas espero mucho a los de plata.

 

2º de la tarde: Lozano Hermanos. Nº 7, 12 / 10, Artillero, castaño bragao girón, 507 kg
 
Bien
hecho pero menos toro que el anterior, ligeramente protestado por un
pequeño sector de público. Suelto de salida, abanto y sin decir nada en
el capote del sevillano. Miró a tablas varias veces y manseó
descaradamente en varas. Un pregonao con los piqueros y sin fijeza en
los capotes de las cuadrillas. Corretón en todo momento, sin humillar,
pero lo amarraron en el peto dos veces antes de su huida. En banderillas
arreó para dentro a los de plata y esperó a que se le llegará a su
terreno. Un regalito. Llegó al último tercio con muchas complicaciones y
sin aparentes opciones. Difícil astado por ambos pitones, peor por el
derecho por donde se metió varias veces y miró con maldad a Moral. Le
tragó y le sacó un par de tandas al natural donde el toro empujó para
adelante. Pareció mejor de lo malo que fue.

3º de la tarde: Lozanos Hermanos. Nº 5, 9/10, Mojito, colorao, 501 kg.

Serio y ofensivo, muy astifino el tercero de la tarde. Toro altón, largo. Un
tío en toda regla. Sin demasiada entrega pero echó la cara abajo en el
capote del salmantino. Durante la lidia se comportó con los parámetros
de su encaste, frio y huidizo. Se dejó pegar sin más complicaciones en
sus dos entradas con los varilargueros. Suelto en banderillas y sin
demasiada codicia. Tuvo transmisión y temperamento en las primeras
tandas con un punto de genio e irregular embestida. Así hasta mitad de
faena, pero a partir de ahí, se quiso aburrir el de Lozano Hermanos que
demostró falta de clase y soltar mucho la cara. Toro complicado por su
cambiante embestida aunque dosis de toreabilidad.

4º de la tarde: Lozano Hermanos. Nº 10, 2/11, Iluminado, negro listón chorreado, 512kg.
 
Toro
bajo, corto de manos pero con volumen para su esqueleto. Serio,
desigual del pitón izquierdo. Frío como sus hermanos de salida que no
colaboró para el lucimiento capotero de Adame. La lidia fue trabada con
un toro remiso a sujetarse en los capotes. Otro igual que no quiere
caballo. Por dos veces, cumplió en varas sin meter riñones. Propició un
tercio muy deslucido y desclasado en banderillas. 
El
cuarto, llegó a la muleta de forma insulsa sin entrega. Pasaba por allí
sin decir nada y levantando el hocico a mitad del viaje. Siempre marcó
la mansedumbre a la salida de cada ‘intento’ de muletazo. Nefasto, vacío
por dentro de bravura. Sin opciones.
 
 
5º de la tarde: Lozano Hermanos. Nº 18, 9/10, Manchoso, colorao chorreao, 524kg.
 
Toro
sin estridencias en su morfología muy en la línea de su casa.
Estrechito de sienes con cuello pero como todos haciendo cosas de
mansito.
 También sueltecito en el primer tercio sin repetir en el
capote del palaciego. Otro y van cinco que no se emplea en varas. El
viento marcó alguna colada en la lidia. Banderillas sin dificultades.
Sin transmisión en la muleta, soso, sin emoción, con mejor inicio que
final en la embestida. No se rajó pero estaba loco por hacerlo.
Irregular en su acometida sin dos arrancadas iguales. Nulas opciones,
desclasado y deslucido.
 
6º de la tarde:– El Cortijillo. Nº 23, 10/10, Cachorrero, colorao, 525 kg.
 
Alto de agujas, basto de hechuras, con carita lavada y cuerpo de mayor de edad. Toro
feo el cierraplaza. Ni una embestida con celo en los primeros tercios.
Nada con el capote y menos con los picadores. Un tramite en ambos casos.
No traga en varas por su descarada mansedumbre. Banderillas sin pena ni
gloria, pasando por allí sin decir absolutamente nada. Embistió igual
que su basta morfología. Sin humillar y marcando con el rabillo del ojo
hasta que cazó presa. Un zorrón manso que miraba en todo momento a su
matador y que pegaba arreones violentos. Astado malo de principio a fin.