MADRID

Una tarde entre dos aguas


jueves 2 junio, 2016

Mucha importancia de Rubén Pinar, serio en sus dos actuaciones; momentos buenos sin fruto final de Robleño y desacertada actuación de Luis Miguel Encabo

Mucha importancia de Rubén Pinar, serio en sus dos actuaciones; momentos buenos sin fruto final de Robleño y desacertada actuación de Luis Miguel Encabo

JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO

La ya
tradicional corrida de Cuadri en Madrid hacía acto de presencia este jueves en
la capital. Hacían a las siete en punto de la tarde el paseíllo el madrileño
Luis Miguel Encabo en su vigésimo aniversario de alternativa, el también
madrileño Fernando Robleño en su segundo paseíllo en la Feria y el albaceteño
Rubén Pinar tras destacar el verano pasado en este mismo ruedo.

«Desconfío”
llevaba por nombre el primero de la tarde, un toro largo de Cuadri al que
Encabo no recibió con lucidez por su frialdad. En la paletilla le pegó un
primer picotazo Valdeolivas, rectificando la primera vara y dejando una dura
segunda. Solventó con agilidad Luis Miguel Encabo los arreones del de Cuadri en
el tercio de banderillas. Tuvo que tener capacidad lidiadora para saber
iniciarle faena a un toro que fue rápidamente a más y embistiendo. Se paró
pronto, sacándole tandas por el derecho aunque tenía que aguantar Encabo los
parones. Mató de estocada. Silencio.

Fernando
Robleño tuvo agallas para intentar mecerle el capote a la verónica al largón
segundo de Cuadri, un toro que embistió corneando en el caballo de El
Legionario y que posteriormente esperó muchísimo a Raúl Ruiz y Juan Cantora en
banderillas. Frío se mostró en el inicio muleteril de Fernando Robleño, pero
entendió perfectamente al toro en la primera tanda por el pitón derecho. Supo
desplazarse el toro en la siguiente tanda también a diestras, embistiendo a
saltitos por lo que tenía mérito que no le tocara la muleta al madrileño.
Agallas le echó Fernando al natural, aguantando el motor del astado onubense.
Mató de estocada baja, lo que le quitó el premio.

Intentó
lucirse Rubén Pinar en el saludo capotero del tercero, al que dejó varios
lances gustosos pero sin terminar de rematar brillantemente, sangrando en
demasía tras los puyazos. Grandioso fue el capote de Javier Ambel, que llevó
hasta el final el tranco del animal y fue ovacionado por ello. Se le volvió en
las manos en el inicio de faena a Rubén Pinar el toro, que se tornó en
peligroso por momentos pero supo lidiar correctamente. Más en corto lo cogió
Pinar ante un astado que iba a más como el hermano que abrió plaza. Tacto le
dio el manchego, que le atacó más en la penúltima serie para no dejarlo parar, dándole
al toro el trato necesario. Mató de estocada.

No hizo
cosas buenas el toro en los primeros tercios, que entró pegando cornadas al
caballo, sin humillar en ningún momento. A parte de ir a media altura, pegaba
un gañafón final en el inicio muleteril que le puso complicada la acción a
Encabo. No se lució en ningún momento de la actuación. Mató de estocada
defectuosa, pinchazo y hasta catorce descabellos.

Embistió
al capote de Fernando Robleño el quinto, al que le dejó varios capotazos
lucidos. No hizo las cosas bien en el primer encuentro con el jaco, sin
humillar y sin definirse tampoco en el tercio de banderillas, aburriéndose en
el capote de Raúl Ruiz. Lo brindó a un conocido en el tendido para intentar
faena por el pitón izquierdo con lucimiento más en corto, dejando regusto en varias
tandas en esa distancia pero sin llegar al tendido. Hizo cosas buenas de nuevo por la zurda,
destacando el temple que le imprimió en momentos aislados que no terminaron de
cuajar. Le faltaba transmisión al de Cuadri, que mató de pinchazo y estocada.

 

No tuvo
excesivo recorrido el sexto en el capote de Rubén Pinar, pero quiso pasar por
un capote con el que le dio buen trato el torero albaceteño. Se justificaron
los hombres de plata en banderillas, destacando la lidia de José Aponte «Candelas”
al astado onubense. A un amigo personal
brindó el torero, que inició con pulcritud su faena al de Cuadri. Tuvo
importancia la primera tanda por el derecho, dejando la impronta técnica que ha
caracterizado sus días de luces. Lo esperaba el toro, pero supo aguantarle la
cara alta, la no repetición y supo también buscarle el pitón contrario. Bien le
metió la mano, esperando al toro con la mirada puesta en el morrillo, pero
tardó en caer el de Cuadri.

 

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza
de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de San Isidro, vigesimoséptima de abono.
Más de dos tercios.

Toros
de Herederos de Celestino Cuadri,
imponentes de caja y justos de cara. Aplomado y deslucido el basto primero; pasador
sin gracia ni clase el segundo; noble por el pitón izquierdo un tercero que humilló; espeso y simplón el obediente cuarto; pasador sin entrega y a menos el vulgar quinto; manejable y repetidor sin clase el sexto. 

Luis Miguel Encabo (rosa y oro): Silencio tras
aviso y pitos tras aviso. 

Fernando Robleño (blanco y plata): silencio y silencio. 

Rubén Pinar (grana y oro): ovación y palmas.