JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Su
momento ha llegado: el próximo jueves, Vicente Soler tomará la alternativa de
manos de Juan José Padilla y en presencia de Francisco Rivera «Paquirri” en la
Feria de La Magdalena de su tierra, Castellón. Será el día soñado que siempre
había estado esperando tras una dilatada carrera novilleril en la que Madrid y
sobretodo Francia han sido los dos bastiones que la han sostenido. También su
tierra ha sido testigo de la evolución de un torero que ya se puede considerar
de dinastía levantina que ahora se prepara para el día más importante de su
vida. Antes, se cita con CULTORO para narrar sus sensaciones:
«La verdad que
estoy muy contento. Estoy disfrutando mucho en el campo y mentalizándome. Están
siendo unos meses intensos de preparación. La verdad que estoy aprovechando
estos días tan bonitos rodeados de mi gente, de mi cuadrilla y preparando una
cita que va a ser histórica”, señala todavía desde el campo, su refugio antes de la batalla.
Francia
está entre esas tardes importantes de novillero, también Madrid. Lo reconoce: «De
mi carrera como novillero queda mi paso por Francia, donde tengo un cartel muy
importante con las novilladas duras que va a seguir habiéndolo. Después también
destaco dos tardes de las tres que he ido a Madrid. Del mismo modo la tarde de
la pasada Feria de Castellón quedó marcada, donde corté dos orejas. Francia también
ha sido mi segunda casa, es donde se me ha valorado los esfuerzos y es donde
más querido me siento”, añade.
Cuando
a cualquier aficionado le preguntas por la alternativa de Vicente Soler en su
tierra, Castellón, éste contesta con una frase: «Era el momento justo”. También
lo corrobora el protagonista, pues «con mi gente lo tenía hablado. Llega en el
momento justo e ideal. Llego muy hecho preparado y listo para dar el callo, para
anunciarme al nivel tan alto que están los toreros jóvenes y las figuras. Hay que
abrirse sitio y creo que voy a dar de qué hablar”.
Sobre
cómo se le planteó este día y la historia de la contratación, Soler comenta que
«el
año pasado ya se me planteó, pero pensamos que era un poco pronto porque no
estaba cuajado ni preparado como torero. Este año la cosa estaba hecha y ya en
noviembre la empresa nos dijo que sí. Luego lo han tenido un poco tapado hasta
el último momento, hasta el día anterior de la presentación de carteles, cuando
nos confirmaron que estaríamos con Padilla y Paquirri con la corrida de García
Jiménez”.
Tener a
un padrino como Juan José Padilla con la historia de superación que tiene tras
de sí y un testigo como Paquirri debe ser una responsabilidad. «Es
algo especial tenerlos. El maestro Padilla siempre ha sido un punto a seguir,
una persona que ha marcado diferencias en el mundo taurino por su amor propio,
por su entrega y por su valor. Antes de la desgracia de Zaragoza, él ha sido un
torero de toreros enfrentándose a corridas como las de Miura o Victorino. Creo
que hay que tenerle en cuenta aquella etapa. Paquirri es un torero de dinastía,
que viene a reaparecer a Castellón de su percance de la pasada temporada y que
ha tenido sus momentos buenos en las Ferias. Me ilusiona mucho, pero sobre todo
me ilusiona la corrida de toros, con esa categoría, y a la que no estoy acostumbrado
a lidiar por el tipo de carteles en los que me han puesto de novillero”.
En su
entorno, sus familiares del toro, le aconsejan y le dicen que «me
arrime mucho, que entrene mucho, que me mentalice. Me dicen que hay que salir a
darlo todo. Luego se estará peor o mejor, pero hay que salir entregado a la
plaza y a lo que más quiero, que es mi profesión. Pero sobre todo disfrutar y
que me anime mucho. Arrimarse, arrimarse y arrimarse. Me lo marco como la única
carta que tengo sobre la mesa. No hemos querido mirar más allá. Se están
mirando cosas en Francia y algunas corridas por mi tierra que están
apalabradas, pero nada seguro”.
Después
del día grande del doctorado, queda pensar ante todo en Madrid y en esa
confirmación de alternativa que debe ser su siguiente puerto. «Es
una plaza que todos los toreros siempre la tenemos en mente. He podido hacer el
paseíllo en tres tardes. La primera hice el paseíllo cortando una oreja, la
segunda con una novillada de Javier Molina con un encierro desagradecido. Este
año pude cortar una oreja pero lo pinché. Fue una tarde que se me dio bien
gracias a ir entregado, dando uno dentro”. En cuanto a la suerte de
banderillas, que ejecuta desde sus inicios, va «muy bien. Voy a dar mucho que
hablar en ese tercio. En el campo estamos forzándonos muchísimos, haciendo
cosas nuevas y llego preparado e ilusionado”, rubrica Soler.