MARCO A. HIERRO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ
OLMEDO
Ángel
Sánchez, Álvaro García y Luis David Adame hacían el paseíllo esta tarde en la
novillada con picadores que cerraba la Feria de San Sebastián de los Reyes. Cinco
novillos de Carlos Charro y uno (2º) de Victoriano del Río componían la materia
prima ganadera.
Fuertecito salió el primer novillo de Carlos Charro, y con informal intención de coger la tela de Ángel Sánchez a la verónica. Flojo a la salida del puyazo, perdió las manos y se aplomó al intentar el quite. Con la muleta se le vio tanto la intención al madrileño cómo la falta de rodaje, porque quiso trazarle largo al noble utrero, pero se vio enganchado en ocasiones por la informalidad no paliada. Mal con la espada, escuchó silencio.
Embistió con humillación y clase el de Victoriano del Río que hizo segundo, muy templado en el percal que meció con gusto a la verónica Álvaro García. Protestado el toro por flojo a la salida del caballo, se devolvió en banderillas. También de Victoriano era el sobrero, y también repitió en los lances, pero con menos clase que el anterior. Brillante fue el quite por chicuelinas muy templadas de Álvaro. Y fue extraordinario el animal en la muleta, enclasado, repetidor y fijo, reduciendo las embestidas al llegar al embroque para que lo torease el madrileño a placer. Tuvo gusto Álvaro para templar las embestidas, para sacar la muleta por debajo de la pala y para desmayarse al natural con él, pinturero en el final de trincherazos a placer. Pero estuvo mal con la espada y el una ovación tras aviso fue el premio.
El tercero, más paletón en la cara y agresivo en el ademán, se fue con todo detrás del capote de Luis David Adame, que le ganó el paso con tremenda seguridad en una docena de verónicas abrochadas a una mano en los medios. Brillante fue también el quite por tafalleras y faroles, con media ralentizada para rematar. Muy bien estructuró trasteo el mexicano, que supo imponerse con autoridad a los finales geniudo y meter en la muleta con suave toque y hasta mimo la voluntad del animal. Tubo fondo y tuvo transmisión, y no perdona Luis David cuando le meten la cara. Pinchó en primera instancia, pero la estocada posterior le puso en la mano una oreja.
Más bruto en sus intenciones fue el cuarto, más cuajado por delante, y buscó por debajo del percal de Ángel Sánchez en el saludo de capote. Se templó algo más después de los dos puyazos, pero conservó la reserva de quedarse tras la mata. Un esfuerzo hizo El de Colmenar con la brusquedad de un novillo que nunca se entregó. Por eso plantó cara el chaval, expuso y exigió hasta templar embestidas descompuestas y nada fáciles. Dos pinchazos dejaron en oreja un premio que pudo ser mayor.
Bruto y deslucido fue el quinto, con el que a penas tuvo opción alguna un Álvaro García que bastante tuvo con porfiarle a los gañafones con disparo del de Carlos Charro. Lo mató con pudo y saludó una ovación.
Con mucha soltura se fue Adame de rodillas a saludar al sexto con larga cambiada para soplarle después un manojo de delantales con tremenda seguridad. Y así mantuvo el tono desde los estatuarios iniciales, con el bruto animal echándole cara arroba, hasta las bernadinas finales sin espada, donde hasta se lo llevó por delante sin consecuencias en un arreón de violento. Supo someter Adame, supo trazar la descompuesta embestida y supo estar por encima de un animal casi sin virtudes para cortarle las orejas que le abría la puerta grande.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros de San Sebastián de los Reyes, Madrid. Última de Feria. Novillada con
picadores.
Cinco
novillos de Carlos Charro y uno (2º) de Victoriano del Río, noble y obediente el informal primero, extraordinario el enclasado y bravo segundo bis, con transmisión y cierto genio pero obediente el enrazado tercero, agresivo y hasta violento el geniudo cuarto, con disparo y genio el complicado quinto; áspero y con disparo el sexto.
Ángel Sánchez, silencio y oreja.
Álvaro García, vuelta y ovación.
Luis David Adame, oreja y dos orejas.
