Enrique Ponce, Alejandro Talavante y David Galván hacían el paseíllo, este jueves, en la segunda de abono de la Feria de Algeciras, una corrida concurso de ganaderías de la provincia con astados de El Torero, Fuente Ymbro, Núñez del Cuvillo, Toros de Salvador Domecq y La Palmosilla. El valenciano se despedía, además, de este coso.
El gusto y la templanza de Ponce pasean una oreja del enclasado pero feble primero de Fermín
Le cortó Enrique Ponce la oreja al templado y noble primero de Bohórquez, un astado con virtudes pero muy medido en su fortaleza. El espada valenciano, consciente de lo medido que estaba el astado nunca le apretó hasta que lo vio asentarse. Derribó este primero al jaco en un primer encuentro antes de arrancarse desde la larga distancia en el segundo puyazo. Gran tercio de banderillas el protagonizado por una cuadrilla que supo qué hacer en cada momento con un animal que se ralentizaba con la templanza. Ponce dejó una labor marcada por la cadencia, un trasteo de gran suavidad ante un ejemplar al que no se le podía apretar por abajo, de lo contrario perdía las manos. Un ejemplar exigente en alturas y distancias, ese que siempre quiso más que pudo, un astado para sentirse toreando. Se gustó a zurdas el valenciano, por ahí si tuvo el astado un punto más de largura en su embestida, dejando Ponce los mejores momentos de su labor. A derechas le costó más a un astado al que había que llevarlo siempre toreado. Previo a la estocada dejó un final de faena por poncinas que disfrutó por la calidad del animal. Tras pasaportar al de Bohórquez pasearía una oreja.
Talavante, ovacionado con el complejo segundo de El Torero
No dio el paso Talavante con el segundo de la tarde, un animal de El Torero con evidentes desigualdades pero con cierto fondo de nobleza. El extremeño dejó un esperanzador inicio de faena, pero el trasteo acabó por venirse abajo cuando se echó la muleta a la zurda. Por ahí dejó algunos muletazos sueltos con buen ritmo cuando consiguió que no le tocara la muleta. A derechas dibujó muletazos limpios, pero faltos de alma en un trasteo que nunca tomó vuelo salvo en las dos primeras tandas. Tras dejar una estocada tendida, saludó una ovación.
Galván se impone a un tercero de Fuente Ymbro con carácter y temperamento y le pasea la oreja
Una oreja de peso le cortó David Galván al tercero, un astado de Fuente Ymbro con carácter, un animal de gran exigencia que estuvo a un tris de echárselo a los lomos en varias ocasiones. Empujó en el jaco pese a no colocarse en el lugar indicado en una concurso. Galopó en banderillas llegando con viveza a la muleta. David se puso muy de verdad pese a saber que el animal no perdonaba ni un fallo. Tiró la moneda en un trasteo donde dio ese paso que exigía el animal. Se la dejó puesta y tiró del Fuente Ymbro en series de mucho poder y firmeza. Basó su trasteo a zurdas al tender el animal a embestir por dentro a derechas. Por ahí vino otra colada que estuvo a un tris de acabar con el gaditano en la enfermería. Pese a cincelar su labor a zurdas, por ahí también el astado tendió a meterse por dentro, de ahí que el espada gaditano tuviera que llevarlo muy empapado en la muleta y con toques fijadores. Hizo un gran esfuerzo, no se guardó nada ante un ejemplar que a más de uno le hubiera dado un serio dolor de cabeza. Un toro con temperamento y cierta “guasita” pero que tuvo la virtud de la emotividad y, por momentos, de la humillación. Iba camino del doble trofeo pero un pinchazo previo le quitó la puerta grande.
Ponce cuaja a un “supercalse” de Cuvillo y le pasea el doble premio
Le paseó Ponce las dos orejas al Cuvillo que hizo cuarto, un animal de gran clase con el que pudo sentirse en muletazos al ralentí. Un ejemplar que acudió hasta en tres ocasiones al caballo en un tercio de varas que caló en los tendidos. Ponce ya había comprobado en el capote las virtudes del animal, de ahí que desde el principio se pusiera a torear. La primera serie ya metió de lleno a la parroquia en la faena. El toro la tomó con gran ritmo y Ponce canalizó dicha embestida en su pañosa. El valenciano jugó con las distancias y las alturas para encelar a un toro que tuvo franqueza en sus embestidas, un astado que gateó detrás de la muleta. A zurdas siempre hubo que ayudar más a un ejemplar que cuando vino enganchado era otro. Faena de pulso y tacto ante un “Comilón” que se dejó el alma en cada embestida. Pese a administrarlo, el ejemplar de Cuvillo fue poco a poco apagándose como una velita tras buscar los vuelos siempre colocando la cara y yendo hasta el final. Tomó la zurda para cincelar un final de faena donde el toro volvió a tomarla con calidad y un son que dejó al valenciano dormirse al natural. La estocada final pondría en sus manos un doble trofeo pedido de forma unánime por el respetable. Saboreó el de Chiva la vuelta al ruedo con una afición entregada a un diestro que ha mandado en el torero durante más de 30 años.
Talavante no remonta su tarde con un quinto de noble pero pasadora embestida
No ayudó en demasía el quinto de Salvador Domecq, un astado con nobleza pero sin la raza necesaria para empujar humillando tras los vuelos de la muleta. El animal acudió en dos ocasiones al caballo mostrando nobleza pero escaso empuje. Se lució con los palitroques un Javier Ambel que dejó uno de los pares de la tarde ante un animal que le esperó una enormidad. Al igual que en su anterior labor faltó fibra pese a dejar dos naturales que fueron pura caricia. Pero el toro ya pasaba con la cara a media altura de mostrando escaso celo. Abrevió el extremeño en un trasteo donde saludaría una cariñosa ovación tras pasaportar al animal.
Galván pierde con el descabello la oreja del noble pero apagado sexto bis
“Si no embestiste el toro, embisto yo” debió pensar Galván con el sexto bis de Fermín Bohórquez, un animal con nobleza pero escaso celo. David sabía que no se le podía ir el tren de la puerta grande, de ahí que inteligentemente dosificara al toro con un puyazo y le dejara venirse de lejos en banderillas. Comenzó su labor de una forma muy torera acompañado al astado con muletazos a media altura, pero el animal tenía muy poquito dentro. De mortecina y pasadora embestida este no dejó a Galván romperse con él, de ahí que decidiera meterse en los terrenos sus terrenos en un arrimón que llegó con rapidez a los tendidos. Cinceló su final de obra entre los pitones de un toro que no podía con su alma. Había conseguido lo más difícil, meter a la gente, pero un pinchazo hondo y varios descabellos le quitaron la oreja que le abria la puerta grande.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Algeciras (Cádiz). Segunda de Feria. Corrida de toros. Media plaza.
Toros, por este orden, de Fermín Bohórquez, Toros de El Torero, Fuente Ymbro, Núñez del Cuvillo, Toros de Salvador Domecq y Fermín Bohórquez como sexto bis.
Enrique Ponce, oreja y dos orejas
Alejandro Talavante, ovación en ambos
David Galván, oreja y ovación
CUADRILLAS: Se desmonteraron Víctor del Pozo y Fernando Sánchez tras parear al primero.
FOTOGALERÍA: JUAN ANDRÉS VIEDMA
