REDACCIÓN
«El primero de mi lote ha
sido imposible. Nos ha engañado a todos. El toro se movido en banderillas con
transmisión y con buen aire. Sin embargo, cuando ha llegado a la muleta lo ha
perdido todo. Se ha venido muy abajo desde la primera tanda”.
«El quinto ha sido una pena
que no aguantara un par de tandas más. Le he dado veinte o veinticinco
muletazos y he sentido los oles de Madrid. Lástima que se haya rajado, pero al
menos la afición ha podido ver como yo siento y quiero hacer el toreo. Le he
pegado tandas de seis y siete pases que los he disfrutado mucho pero después ha
dicho basta”.