Comenzaba la miniferia de la Comunidad con una novillada de
González Sánchez-Dalp remendada con un utrero del Puerto de San
Lorenzo. En el paseíllo, un Juan Miguel que volvía tras la oreja del
pasado año y las presentaciones de Clemente y Alejandro Marcos.
La falta de fuerza le hizo al primero rebañar por dentro del capote de Juan Miguel. La acusó mucho en el caballo, donde empujó con más
intención que poder. Perdió las manos a la salida y fue devuelto. De El
Puerto era el sobrero, distraído y abanto, muy en la línea de su sangre
lisarda. Y así fue su comportamiento en la muleta, siempre buscando por
abajo el trapo para el que Juan Miguel no encontraba el pulso.
Enganchones y dudas deslucieron un trasteo que nunca pasó de
voluntarioso con un gran novillo de El Puerto. Mal con la espada,
escuchó silencio tras aviso.
El segundo no quiso fijarse en el capote de Clemente, que tuvo que
emplearse en los medios para dejarlo sujeto. Tan ajustado fue el quite
de Alejandro Marcos que resultó volteado de fea forma, afortunadamente,
sin consecuencias aparentes. En la muleta embestía bien el animal los
dos primeros, invitando a Clemente a abandonarse, para cambiar el pitón
en el tercero y dejar por dentro un incómodo gañafón. Suave y con pulso a
zurdas ante la media embestida del animal, se quedó pronto sin enemigo
un Clemente de muy buenas formas. Ovación.
Con asentadas verónicas dejó su tarjeta de visita un Alejandro Marcos
torerisimo en todo. Sobresalió a caballo Alberto Sandoval, con dos
puyazo en la yema ejecutados con mucha seguridad. De mucho compromiso
fueron las gaoneras de Juan Miguel en el quite. Midió mucho los
capotazos Martín Blanco en la brega para cuidarse las virtudes al
animal. Muy para el toro el inicio, pero siempre compuesto, tuvo el
charro que sobreponerse a la falta de raza y fondo del animal, siempre
enganchando con sutileza y trazando con pulso para afianzarse el
recorrido. Le citó con pureza, le trazó con alma y hasta con abandono
en ocasiones, tirando de valor seco para torear o morir en las pasadas
un punto descompuestas por la falta de fondo. Tanto que le llegó la
voltereta en un exceso de confianza. Enrazado el final al ataque, llegó
al tendido la actitud y el toreo, una media estocada tendida le arrebató
la oreja que ya tenía en la mano. Ovación tras aviso.
El cuarto, apretado de carnes y bien cortado, topó en los percales y se
desentendió de ellos. Fue bueno el tercio de varas de Luciano Briceño.
Con la muleta volvió a fallarle el pulso a Juan Miguel para meter en
vereda a un animal topón que volvía del revés y cambiaba los pitones en
el embroque sin ninguna clase, pero que obedecía y se iba largo cuando
lograba el torero acoplarse a su ritmo. Falló, además, con la espada y
escuchó silencio tras aviso.
Con el quinto se encajó Clemente a la verónica, pero se aburrió el
animal antes de que rematado el galo. Un desafortunado marronazo de El
Legionario le dejó un feo agujero en el lomo al animal. Muy efectiva la
brega, llegó a la muleta el novillo soso y sin vida, restando toda la
emoción a los naturales de bella fábrica que dejó sueltos el galo.
Repuso mucho el utrero y se entregó poco ante un Clemente de mucho
oficio que firmó un trasteo solvente y aseado. No había para más. Dejó
una estocada efectiva y escuchó silencio.
El sexto tampoco quiso saber nada del capote de un Alejandro Marcos que
supo sobarlo por bajo. Dos tremendos puyazos de Óscar Bernal y una buena
brega en banderillas dejaron al animal en las mejores condiciones
posibles, que no eran muchas. Y supo estructurar el charro la faena a un
novillo sin clase alguna componiendo un trasteo mandón y asentado a un
animal de cara alta y recta embestida. Volaron hasta profundos algunos
desechazos y porfió con valor los naturales hasta lograr una serie
buena, pero le hizo guardia el estoque y ahí y en el aviso se fue su
premio. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de La Comunidad, primer festejo. Un tercio en los tendidos.
Cinco novillos de González Sánchez-Dalp y dos de El Puerto de San Lorenzo (primero y primero bis). Mansito, enclasado y repetidor el buen primero bis, informal y reponedor el segundo, largo y con buen ritmo el tercero, desclasado y rajadito, pero obediente el topón cuarto, soso y reponedor el quinto, desclasado, topón y bruto el sexto.
Juan Miguel (blanco y plata): silencio y silencio.
Clemente (fucsia y oro): ovación y silencio.
Alejandro Marcos (corinto y oro): ovación y silencio.
FOTOS: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO