MARCO A. HIERRO
Tomaba la alternativa esta tarde el salmantino Alejandro
Marcos en el coso de
Cuatro Caminos de Santander para la primera corrida de toros de a pie de la
Feria de Santiago. Se lidiaba un encierro con el hierro de Hermanos García
Jiménez en el que José María Manzanares actuaba de padrino y Alejandro
Talavante de testigo de la ceremonia.
Con el
número 77 estaba marcado el toro de la alternativa de Alejandro Marcos, de
nombre «Esaborío”, negro de capa con un peso de 503 kilos y con el hierro de
Olga Jiménez Fernández. Emotiva fue la ceremonia apadrinada por José María
Manzanares, tras la cual brindó Marcos el toro de su doctorado a su familia. El
toro fue pronto y le repitió, aunque con un viaje un tanto rebrincado, a su
proposición por la diestra en la primera tanda. A sones del pasodoble «Manolete”
logró conectar el de Fuentes de San Esteban, quedándose más corto el animal por
la mano zurda. Movimiento mostró el de García Jiménez de nuevo a diestras, con
las complicaciones del motor desclasado lógicas, yendo más en corto su viaje y
deslucido. Esa falta de entrega la mostró también a la hora de la espada, pinchando,
sonando un aviso y no rematando bien su labor el charro.
Más
largo era el segundo, un animal con más cara que el anterior y que llevaba por
nombre «Ateo”. Suave y despaciosa fue la primera tanda de Manzanares. La
suavidad fue también la tónica de la siguiente tanda, en la que el alicantino
quiso mostrar domeño templado del animal. El toro fue a menos y Manzanares
intentó porfiar por ambas manos, matando de estocada baja que propició el
derrame. Palmas.
De más
agradable presencia y más chico que sus hermanos era el tercero de la tarde, un
astado al que recibió por verónicas a pies juntos entrelazadas con chicuelinas
hasta los mismos medios de la plaza. Manuel Cid se encargó del tercio de varas
del animal. Impresionante fue el quite por gaoneras, en el que se cambió al
toro por la espalda en el primer lance para pegarle los siguientes con el
cuerpo totalmente erguido. Al público fue el brindis del extremeño, que comenzó
labor por estatuarios sin moverse del centro del anillo. De todo por delante y
por detrás le hizo al animal, al que llevó embebido en su muleta por ambas
manos para terminar por diabluras en cercanías. Le aguantó muchísimo al animal.
Finiquitó labor por bernadinas, matando de estocada y descabello. Oreja a la
seguridad mágica de Talavante ante el chico tercero.
«Fanfarrón”
llevaba por nombre el cuarto, segundo del lote de Manzanares, un animal al que
Manzanares le dio muchos tiempos en faena y distancias, bajándole la mano a la
buena condición del de García Jiménez. Fue a más el animal charro, al que le
exigió por la diestra el alicantino y fue a más el animal. Dos orejas le paseó
al animal tras un estoconazo recibiendo que tumbó al astado. Gran animal
ovacionado fuertemente en el arrastre, un toro al que Manzanares dejó grandes
momentos también al natural.
Más le
costó al público entrar en la faena del cuarto, un animal que hasta la segunda
tanda por el pitón izquierdo de Alejandro Talavante no terminó de romper. No
tenía buen aire el animal, pero lo intentó en todo momento Alejandro. Marró en
el encuentro con la espada, matando en la suerte natural y también luego
fallando con el estoque de cruceta.
Arreando
en el saludo capotero salió Alejandro Marcos en el sexto de la tarde, un animal
al que le dejo impronta veroniquil de mucha calidad al astado con el hierro de
Peña de Francia. «Boticario” llevaba por nombre el negro salpicado. Galleando
por chicuelinas llevó el toro al caballo, también quitando por el mismo palo
con plena personalidad. De rodillas comenzó su faena de muleta tras brindar al
respetable su labor. Dejó muletazos caros por ambas manos y plenos de raza,
dando ese paso hacia adelante. Giró la cara el toro a la hora de la suerte
suprema y pinchó en el primer encuentro el de Fuentes de San Esteban,
enterrando la espada a la segunda. Dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros de Cuatro Caminos, Santander. Tercera de la feria de Santiago. Corrida
de toros. 7490 personas.
Seis
toros de García Jiménez.
José María
Manzanares, palmas y dos orejas.
Alejandro Talavante, oreja y silencio.
Alejandro Marcos, que tomaba la alternativa, palmas y dos orejas.