JUAN CASAS
Ángel Jiménez, David Martín y Antonio
Medina hacían el paseíllo esta noche de jueves en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla en un festejo en el que
volvían los animales del hierro de Partido
de Resina al coso del Baratillo. A las nueve y media en punto arrancaba el
paseíllo.
Tuvo sabor y mucho gusto la faena de Jiméneza un enclasado y humillador novillo de Partido
de Resina. Se fue a la puerta de chiqueros en un claro gesto de venir a por
todas. Lo lanceo con despaciosidad a la verónica, para luego dejar un bonito
quite. El de Partido de Resina,
cumplió sobradamente como casi toda la novillada. Faena de mucha templanza y
torería. Se rompió en naturales largos y cadenciosos, ante un animal que por
ese pitón la tomó con ritmo y humillación. Reafirmó el momento por el que pasa
el joven astigitano. Tras una media en buen sitio sonó un aviso. Tuvo que
descabellar y todo quedó en una vuelta al ruedo tras petición. Ovacionado se
fue el novillo camino del desolladero.
El cuarto fue un animal totalmente distinto, serio de expresión y con un trapío
irreprochable. Tuvo ante sí Jiménezun animal de un enorme exigencia en el que se fraguó en una batalla con el por
el triunfo. Peleó con bravura en el peto, para llegar a la muleta pidiendo
papeles. Dio la cara el novillero sevillano en una labor sincera y de
sometimiento ante un novillo con carácter, de esos que no perdonan un fallo.
Recordó por momentos a la faena de Ferrera a Platino de Victorino, por
la exigencia que ambos presentaron en el ruedo. Pesó una barbaridad el animal
en cada muletazo, cada muletazo era acara o cruz por ver quién podía más, se
palpaba ese peligro, en un trasteo sincero y de mucha verdad ante un animal
encastado pero con una enorme exigencia. Sobrevolaba en el ambiente un peligro
que mantuvo a toda la plaza en tensión. Faena de firmeza y un gran valor de un
novillero en sazón al que solo la espada le jugó una mala pasada, lo emborronó
todo. Sonaron dos avisos y su labor fue finalmente silenciada.
No tuvo opciones David Martín ante el manso y deslucido segundo de la noche, un animal de rajada condición. Se
fue a la puerta de chiqueros para recibir al negrito de Partido de Resina, pero este ya de salida cantó su querencia a los
terrenos de tablas. Se atascó en la suerte suprema y fue silenciado.
Por su parte en el quinto pechó con un animal con genio al que había que
poderle a base de mando y sometimiento. Un animal de encastada condición pero
que acabó rajándose. Se le picó mucho, empujando en los dos últimos puyazos con
casta. Se le notó poco rodado al novillero ante un animal de gran exigencia que
pese a su mansedumbre tuvo tela que cortar en la muleta. El de Partido de Resina de cambiante y
embestida, tuvo la virtud de humillar, pero el fondo de casta le duró un
suspiro. No lo vio claro con el descabello y fue silenciad tras escuchar dos avisos.
El tercero de la noche fue un animal con un interesante pitón izquierdo. Un
utrero con carbón, el cual exigía una muleta poderosa y firme, toques suaves y mucha
bragueta para aguantar esas embestidas. Por el otro pitón pese a tener nobleza,
sus embestidas carecieron de emoción. Firme el sevillano en un trasteo con
buenos pasajes por el lado izquierdo, pero que nunca acabó de redondear.
Finalmente fue ovacionado.
Cerró plaza un novillo ovacionado de salida por su impecable y seria
estampa, pero el cual nunca quiso pelea.
Embistió con genio al caballo y se defendió en la muleta. Poco pudo hacer Medina ante un novillo tan saborío. Sabía lo que se dejaba atrás, embistiendo al paso y quedándose en la faja. Un
animal que al embestir sin inercias cantó sus dificultades y peligro desde el
minuto uno. Fue silenciado ante un animal de nulas opciones.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Novillada
con picadores nocturna. Más de media entrada en noche fresca.
Seis novillos de Partido de Resina. Correctos de presentación y desiguales de juego. Mansos y sacando complicaciones, dentro de una novillada que pidió papeles debido a su exigencia. Destacó el enclasado
primero, el exigente pitón izquierdo del tercero y el encastado y correoso cuarto. David Sevilla saludó tras parear al quinto.
Ángel Jiménez (Grana y oro): Vuelta tras
petición y aviso y silencio.
David Martín (Blanco y oro): Silencio y
silencio tras dos avisos.
Antonio Medina (Grana y oro): Ovación y
silencio.