La plaza de toros toledana de Añover de Tajo acogía en la tarde de hoy un cartel muy para aficionados con la inclusión en el cartel del hierro onubense de Prieto de la Cal. Ante los toros veragueños que pastan en ‘La Ruiza’ estaban acartelados Javier Castaño, Jairo Miguel y Juan de Castilla.
Javier Castaño porfía con el complejo primero de Prieto de la Cal
Serio, astifino y en el tipo de la casa por hechuras y lámina fue el primero de Prieto de la Cal, que evidenció estar cogido por alfileres desde los primeros tercios. Empujó en el primer puyazo que le recetó José Jesús Benítez y apretó hacia tablas en banderillas. Se puso Javier Castaño con la muleta con un complicado animal, que soltaba la cara en el final del muletazo, muy incómodo para estar delante. No se acopló el salmantino con el jabonero animal y solo pudo machetear antes de dejar una estocada desprendida tras un pinchazo.
El esfuerzo de Jairo Miguel con el áspero segundo, premiado con una oreja
Más abierto de encornadura fue el segundo, otro animal serio de Prieto de la Cal que no se entregó demasiado en el peto de Antonio Lavado. Tras el brindis al público, se salió Jairo Miguel a los medios para proponer tela por el pitón derecho al cornúpeta, que era incierto y poco agradecido. Se quedaba en el sitio el cacereño, intentando dejar la muleta puesta para ligar los muletazos en las meritorias series. Lo mejor llegó en el final de faena, por el pitón izquierdo y a pies juntos. Se tiró a matar o morir y dejó una estocada arriba que fue suficiente.
Juan de Castilla le roba naturales de mérito al tercero y da una vuelta al ruedo
Serio y con dos imponentes agujas que miraban hacia el cielo era el tercero, que cumplió en el tercio de varas que protagonizó Teo Caballero. Tras el brindis al ganadero, se puso Juan de Castilla sin probaturas por el pitón izquierdo, por donde dejó naturales de mérito en las primeras series ante la áspera embestida del jabonero. Se tiró de verdad con la tizona para cobrar una estocada arriba que fue suficiente.
Javier Castaño, inédito con el cuarto
Negro de capa y abierto por delante fue el cuarto, al que picó con acierto Rafael Galán. En banderillas, destacó Miguel Murillo, clavando un par de mucha exposición. Se dobló Javier Castaño en el inicio del trasteo para después ponerse por ambos pitones en una faena que nunca tomó vuelo ante un animal que tuvo mejor pitón izquierdo que derecho. Se atascó en la suerte suprema.
Jairo Miguel corta una oreja del quinto y abre la puerta grande
Se estiró a la verónica Jairo Miguel en el saludo capotero al quinto, otro serio burel de Prieto de la Cal. Empujó con los riñones en el caballo, tercio en el que Álvaro Atienza dejó un puyazo en muy bien sitio. Banderilleó el matador junto a su subalterno Luis Miguel Amado, destacando especialmente el último par, en el que dio todas las ventajas al cornúpeta. Brindó a Juan de Castilla en la más estricta intimidad y se puso por el pitón izquierdo, por donde le recetó series a media altura que tuvieron emoción, aunque el burel pedía que se le bajara más la mano. Lo llevó largo en las series por el izquierdo que llegaron arriba en una faena que fue de más a menos. Se tiró de verdad para cobrar un estoconazo hasta la bola y tuvo que recurrir al uso del verduguillo.
Juan de Castilla se va sin torear al sexto ante la ausencia de un segundo sobrero
Muy justito estaba el sexto, otro jabonero de Prieto de la Cal al que Juan de Castilla intentó mimar en el saludo capotero mientras sonaba la jota. El animal fue devuelto ante las protestas del público. En su lugar saltó un sobrero bis del mismo hierro, que no reunía la fuerza suficiente para sostenerse y que también fue devuelto. Y ahí se acabó la función. No había más sobreros en los corrales y Juan de Castilla se quedó sin matar al sexto porque no lo hubo. Un espectáculo poco edificante en el que el quien perdió fue el aficionado.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Añover de Tajo (Toledo). Corrida de toros.
Toros de Tomás Prieto de la Cal, el segundo como bis. Muy justito de fuerzas fue el primero, que soltaba la cara arriba en los finales; incierto y poco agradecido fue el segundo; áspero fue el tercero, que no entregó nunca en la muleta; muy desrazado fue el cuarto; tuvo buena condición por el pitón izquierdo el quinto.
Javier Castaño: silencio y pitos.
Jairo Miguel: oreja y oreja.
Juan de Castilla: vuelta en el único que lidió.
FOTOGALERÍA: EUSEBIO SÁNCHEZ