Antonio Ferrera, Alejandro Talavante y Emilio de Justo hacían el paseíllo, este sábado, en la segunda de la Feria taurina de San Juan de Badajoz, frente a un encierro del hierro santacolomeño de La Quinta.
Una oreja a una faena de Ferrera basada en el derecho ante el primero, un toro con el que volvió a banderillear
Abrió plaza un toro cárdeno, número 36, con 547 kilos, del hierro de La Quinta, que correspondió a Antonio Ferrera. Lo saludó el torero con verónicas, rematando con una media para dejarlo en el tercio. El toro recibió un puyazo largo, empujando con fijeza, y el matador solicitó el cambio de tercio. Ante la petición del público, Ferrera accedió a colocar él mismo las banderillas, firmando un tercio vibrante que fue muy aclamado. Brindó la faena al público y comenzó con pases de tanteo, comprobando que el toro metía bien la cara. La faena se basó en la mano derecha, por donde el toro ofrecía mayores opciones. Espada en mano, dejó un primer pinchazo arriba, y en la segunda entrada cobró una estocada algo tendida pero suficiente. El público pidió trofeo y el palco concedió una oreja.
Talavante cuaja el ritmo del segundo hasta que se le raja
El segundo de la tarde, número 76, cárdeno careto, de 515 kilos, correspondió a Alejandro Talavante. Lo paró su matador en los adentros y lo condujo con suavidad hasta el tercio, donde remató con una media. El toro fue al caballo con prontitud, arremetiendo contra el peto y dejando la puya en un fuerte puyazo. Se cambió el tercio tras ese único encuentro. En banderillas, destacó un buen quite de Antonio Ferrera a Álvaro Montes tras un par comprometido. La faena de muleta comenzó con buen pulso por parte de Talavante, ante un toro muy noble que permitió tandas con ritmo y estética. Sin embargo, cuando el torero quiso apretarlo más, el astado se rajó y buscó las tablas. Talavante pinchó en el primer intento y dejó una estocada en lo alto, algo tendida, en la segunda entrada. Aplausos para el toro en el arrastre y silencio para el torero.
La espada evita premio ante una firme faena de De Justo al tercero
El tercero de la tarde, número 51, cárdeno claro de 612 kilos y bizco del pitón izquierdo, fue para Emilio de Justo, que lo saludó en el tercio y lo condujo al caballo, donde recibió un fuerte puyazo. El extremeño firmó un quite por chicuelinas antes de que se cambiara el tercio. En banderillas, el toro mostró complicaciones, especialmente por el pitón izquierdo, por donde se metía con peligro. Emilio inició la faena con toreros doblones por bajo, imponiéndose desde el primer momento. La faena fue rotunda por ambos pitones, con pasajes de mucho mando y temple. Cerró su labor como la había empezado: doblándose con torería. La espada le negó premio mayor: pinchó en dos ocasiones antes de dejar una estocada algo desprendida pero efectiva. Recogió una ovación desde el tercio, tras una faena de peso que mereció mejor suerte con los aceros.
Dos orejas con fuerte petición de rabo para Ferrera en el cuarto
El cuarto de la tarde, número 77, cárdeno oscuro de 508 kilos, fue para Antonio Ferrera, que lo recibió con dos largas cambiadas de rodillas y un lucido ramillete de verónicas hasta los medios. Conectado con el público desde el primer momento, el extremeño se subió al caballo de picar y realizó él mismo la suerte de varas, dejando un puyazo antes de cambiar el tercio. Volvió a tomar los palos y firmó un tercio de banderillas vibrante, que fue premiado con una gran ovación. Inició la faena en tablas, llevándose al toro con suavidad hacia el tercio. La primera tanda, al natural, fue de gran temple y delicadeza, con el toro embistiendo con nobleza y el torero toreando a placer: Ferrera en Ferrera. Cerró la obra andándole al toro para la suerte suprema, dejando una estocada algo contraria pero de efectos fulminantes. El público, entregado, pidió con fuerza los trofeos y el palco concedió las dos orejas, con una fuerte petición de rabo. El toro fue aplaudido en el arrastre tras una faena rotunda y personalísima.
Silencio para Talavante en el quinto
El quinto de la tarde, número 60, cárdeno Girón de 549 kilos, correspondió a Alejandro Talavante, que lo paró con suavidad y lo fue sacando con temple hasta el tercio. El toro acudió al caballo con entrega, metiendo los riñones en un único puyazo, y se cambió el tercio. En banderillas, hubo complicaciones y las pares se colocaron de una en una, con dificultad. Talavante firmó un buen inicio de faena, con intención y despaciosidad, pero a medida que avanzó la labor, no terminó de acoplarse a la embestida del astado. Toreó a media altura, sin bajarle la mano, intentando mantener al toro en la muleta pero sin terminar de someterlo. La faena se fue diluyendo sin tomar vuelo. Mató de una estocada baja, y todo quedó en aplausos para el toro y silencio para el torero.
De Justo intenta sujetar y alargar la poca chispa del sexto
Cerró plaza el número 19, cárdeno de 494 kilos, un toro de escasa transmisión que correspondió a Emilio de Justo. Lo saludó con verónicas de buen trazo y lo dejó en el caballo, donde recibió un puyazo sin emplearse, antes de cambiar el tercio. Los subalternos cumplieron con eficacia en banderillas. Emilio brindó al respetable desde los medios e inició la faena abriéndole los caminos al toro, tratando de alargarle la embestida a un animal muy soso y sin entrega. La faena fue de mucho consentimiento, con el torero intentando sujetar y alargar la poca chispa del astado, que nunca rompió. Con la espada, dejó un pinchazo arriba, y el toro se echó. Sin embargo, al acercarse el puntillero, el animal volvió a incorporarse, obligando a una segunda entrada en la que dejó una estocada algo desprendida, suficiente para acabar con el toro. Hubo silencio para el torero y leves pitos al toro en el arrastre.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Badajoz. Segunda de la Feria de San Juan 2025. Corrida de toros. Media plaza.
Toros de La Quinta.
Antonio Ferrera, oreja y dos orejas.
Alejandro Talavante, silencio en ambos.
Emilio de Justo, ovación y silencio.
FOTOGALERÍA: ALFONSO PLANO
