REDACCIÓN
«El primero de la tarde no enseñaba el peligro que tenía. Un toro que
venía siempre muy dormido. El que abría el lote no ha querido tirar para
adelante de verdad”.
«El cuarto ha sido manso y sin romper nada. Un toro con mucha miga. No
tenía fondo, muy deslucido. He podido construir y he apostado por mí porque no
esperaba nada de él. He puesto mucha alma y buscar para construir”