Arganda celebraba, este 7 de septiembre, una nueva novillada dentro de su abono en la que José Antonio Lavado, Diego Peseiro y Álvaro Seseña se enfrentaban a un encierro de José Escolar.
José Antonio Lavado exprime el pitón izquierdo del orientado primero
Arrancó la tercera novillada de Arganda del Rey con la salida al ruedo de «Calentito», un utrero muy en tipo de Albaserrada que salió rematando pero se quedó corto en el percal de Lavado. Se dejó pegar el de Escolar sin apreturas. Quitó por delantales el novillero dónde el novillo se desplazó con la cara a media altura y no dió excesivos problemas para banderillear. Comenzó su faena Lavado con suavidad, por alto, y alargando el viaje del animal. Viaje que fue corto y saliendo algo desentendido del trapo por el derecho. Algo más largo iba por el izquierdo, pero si perdía el objeto, se revolvía con listeza el de Escolar. Siguió por ese lado el novillero pero el utrero comenzó a orientarse y la tanda no fue tan limpia como las primeras. Después volvió a cogerle el ritmo, también al natural y sacó una tanda de naturales de mucho mérito. Se gustó el novillero en muletazos por bajo antes de dejar una estocada muy tendida que escupió el novillo. Estocada corta algo desprendida que fue suficiente. Toro y torero fueron silenciados.
Diego Peseiro corta la oreja del encastado segundo, que tuvo además humillación
«Calerito I» fue el segundo, un precioso cárdeno que salió rematador, no dejándose torear de salida en el capote de Diego Peseiro, cosa habitual en el encaste. Derribó estrepitosamente de primeras, y Diego Peseiro lo puso muy largo para el segundo encuentro, en el que el de Escolar acudió largo y empujó con fijeza. La ovación a Luis Santos, picador de Peseiro, fue unánime. Protagonizó el novillero portugués el tercio de banderillas que fue de menos a más, cerrando con un gran par al violín, asomándose. Con el público a favor de novillo y novillero inició la faena Peseiro, a un animal que se puso escarbador pero que sacó humillación con un punto de calidad en su embestida, y con la que Diego Peseiro instrumentó una buena tanda al natural, seguida de otra más templada aún. Por el lado derecho se quedaba más en el engaño al final del muletazo, pero Peseiro le alargó el viaje para no verse apurado entre pase y pase. Con la espada de acero en la mano, cerró por derechazos de mano baja, como fueron los anteriores, y que era la mejor receta para el encastadito novillo. Estocada trasera y desprendida que fue suficiente para finiquitar al de Escolar, y que su rápido efecto hizo que cayera la primera oreja de la tarde, mientras el novillo de Escolar fue ovacionado en el arrastre.
Álvaro Seseña se deja en el acero una faena de premio gordo en el tercero
Blandeó de salida «Campesino», un entrepelado bragado más recortadito de hechuras, con el que se estiró de capa Álvaro Seseña. Recibió un buen puyazo, y breve, en el que el novillo no empujó con exceso. Ángel Otero saludó en banderillas antes de que el novillero comenzara su faena por bajo, dónde el de Escolar se metió por dentro. Luego Seseña lo templó mucho y bien por el lado diestro, además de pasárselo cerquita. El temple y no dejarlo pensar fue la receta que obsequió el novillero toledano al de Escolar, que se empezó a parar por ese lado. Lo mejor llegó a zurdas, dónde Álvaro Seseña, muy cruzado, le enjaretó una extraordinaria tanda de naturales, al igual que la siguiente ya con el acero en la mano, pero el novillo le repuso en uno y los trabó haciéndole caer en la cara del toro, que afortunadamente no hizo por el. Pero la espada se llevó el seguro premio dejando todo en silencio, siendo aplaudido el de Escolar en el arrastre.
José Antonio Lavado se justifica con la alimaña cuarta
«Sentido» fue un ejemplar de José Escolar muy en Albaserrada, por hechuras y comportamiento; listo de viaje corto y tobillero, que además cortó en banderillas y se dejó pegar sin empujar en el peto anteriormente. Y en la muleta pues fue la alimaña; provón, mirón, amagador y reponedor. Pero Lavado supo lo que hacer, llevarlo lo más largo posible y perderle los pasos justos para quedarse colocado y fuera del alcance de los pitones del cárdeno y astifino utrero. Se lo pensó más aún este «Sentido» que desarrolló su nombre. Dejó una estocada contraria y atronó al de Escolar con el verduguillo. Silencio para toro y torero.
Diego Peseiro corta otra oreja por las banderillas y la espada al reservón quinto
El quinto, «Camionero» de nombre, no salió con mucho gas, y aunque humilló, no se dejó torear lucido de capa. Fue presto al peto pero no mostró excesiva bravura, no empleándose en ninguna de las tres entradas al caballo. Volvió Diego Peseiro a banderillear haciendo las delicias del respetable al que entusiasmó por demás, el tercer par al violín. El novillo entre tanto se metió por dentro peligrosamente por el pitón derecho. Novillo reponedor al que le presentó batalla Diego Peseiro, porque eso fue lo que hizo el novillero portugués, estar más batallador que querer torear, y como el de Escolar no quería ni batalla ni dejarse torear, porque se puso reservón y parado, se acabó lo que se daba. El estoconazo fue de libro y cayó una generosa oreja que la abría la puerta grande.
Álvaro Seseña le corta la oreja al noblón y soso sexto gracias al temple de su franela, y de la espada
Todavía más entipado estaba «Mirlito», que hizo cosas típicas de comportamiento en el capote de salida. Metió la cabeza abajo en el peto pero se dejó pegar sin más. Después de dos buenos pares de Jesús Aguado, y tras el brindis a José Escolar por parte de Álvaro Seseña, este se puso a torear con la mano derecha, pero el novillo sacó sosería por el lado derecho. De igual manera embistió por el izquierdo, pero Álvaro Seseña lo supo encelar y conseguir arrancar las primeras palmas de su faena. Pero no había mucho que rascar y se fue a por la espada, recetando una arriba a la primera. Lástima que no fue en el tercero. Aún así el generoso público le pidió el trofeo, que fue concedido por el presidente. Hubo palmas para el noblón novillo de José Escolar.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Arganda del Rey, Madrid. Novillada con caballos. Tres cuartos de entrada.
Novillos de José Escolar. Soso y noblón, aunque orientado el primero, encastado y humillador el segundo; noble pero listo, con buen pitón izquierdo el tercero; orientado y con sentido el cuarto; corto y reservón el quinto; soso y noblón el sexto.
José Antonio Lavado, silencio y silencio.
Diego Peseiro, oreja y oreja.
Álvaro Seseña, silencio y oreja.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
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