Una corrida de García Jiménez se lidiaba, en la tarde de este 20 de mayo, en la plaza de toros de Vistalegre madrileña, en un festejo en el que hacían el paseíllo Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y Daniel Luque -en sustitución de Emilio de Justo, herido el pasado 9 de mayo en Leganés-. A las siete comenzaba la función.
Perera le templa el carácter con seguridad al descompuesto primero
Al primero, pregonado por delante, pero escaso por atrás, le sopló Perera media docena de verónicas de máxima suavidad y temple antes de que saludase Curro Javier en banderillas. Ni una sola vez llegó el animal a tocar la muleta de un Perera de inmenso pulso para transportar la embestida desigual y descompuesta en ocasiones del de Matilla,que se quedó bajo la tela más de una vez sin que el extremeño mostrará un respingo. He medido sobre las plantas, aplicó Perera su jarabe de ritmo para que terminase el animal embistiendo mejor de lo que sabía. Una estocada certera certificó la oreja.
El toreo pausado de Ureña, oreja del buen segundo
Al segundo le sopló verónicas Paco Ureña, mucho más metido en la tarde que en su primera comparecencia. Esta vez sí que regresó el toreo de Paco más pausado y más metido en la faena. Comenzó por estatuarios y logró poner al toro en ritmo, algo que no era fácil porque no paraba de galopar; de mitad de muletazo hacia adelante, el animal se entregaba y metía los riñones, y ahí ganó mucho el toreo del murciano. Una estocada un punto desprendida pero efectiva le puso en sus manos una oreja.
Ovacionado Luque, que intenta templar el violento viaje del tercero
“Esaborío”, número 56, negro de capa, era el segundo de la tarde, al que dejó un par de tijerillas de saludo Daniel Luque antes de soplarle varias verónicas de buen trazo. En el quite ya evidenció el animal que no iba a ser tarea fácil la de Luque por la forma violenta que tenía de meter la cara al final del muletazo, cuando protestaba y echaba la cara arriba. No obstante, intentó luchar contra ello Luque a base de paciencia y de templar los trazos. La estocada final fue fulminante, como las otras dos que ha dado en esta Feria. Ovación.
Perera saca lo mejor que tiene el geniudo y serio cuarto
El burraco que hacía cuarto era un animal muy serio y además tuvo un punto de rabiosidad en la embestida que le dio mucha transmisión. Eso hizo que, si no hubiese sido Perera el que estuviese delante, otro hubiese pasado las de Caín. El extremeño no dejó que le puntease la muleta ni una sola vez: le impuso ritmo, temple y la forma en que tenía que entregarse y terminó haciéndolo. Siempre con los defectos de soltar mucho la cara, pero al final terminó dándole las embestidas todo lo buenas que su condición le permitía.
Exposición de Ureña ante las complicaciones del quinto, al que se impone
Exposición máxima de Paco Ureña con el quinto, un toro que se arrancó como un obús al caballo de Pedro Iturralde y al que luego, a pesar de sus defectos, logró poderle a la condición el murciano. A base de buscarle el pitón contrario cuando su fuelle se apagó para torear seguido en redondo, logró el toreo en corto Paco. Los dos trincherazos de inicio de faena fueron de auténtico cartel de toros, pero también selló naturales para no olvidar, especialmente a pies juntos en el final de la faena. Fue ovacionado.
El correoso sexto no se lo pone fácil a Luque
Ya el inicio de faena de Daniel Luque al sexto fue de sobreposición al animal, un animal que se tornó en correoso y complicado. Esfuerzo de Daniel Luque ante un animal al que mató, de nuevo, de un estoconazo soberano.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Vistalegre. Séptima de Feria. Corrida de toros. Menos de 2.000 personas en los tendidos.
Toros de García Jiménez, descompuesto pero embestidor el descarado primero;
Miguel Ángel Perera, oreja y ovación tras aviso.
Paco Ureña, oreja y ovación.
Daniel Luque -en sustitución de Emilio de Justo-, ovación y palas.
INCIDENCIAS: Se desmonteraron Curro Javier tras parear al primero y Javier Ambel tras banderillear al cuarto.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO