Amanecía el lunes de la Feria de San Ignacio en Azpeitia a la espera de la corrida de Murteira Grave que esperaba en los ciqueros de la plaza a una terna joven que encabezaba David de Miranda y que completaban el venezolano Jesús Enrique Colombo y Ángel Téllez.
El descabello deja la actuación de David de Miranda en ovación con el abreplaza
Decidido salió David de Miranda a soplarle delantales de ceñimiento pero también de ritmo a un toro que tomó con repetición la tela y que acudió una sola vez al caballo. Tuvo compromiso el primer par de Cándido Ruiz, que salió prendido con una cornada en la zona abdominal. Muy preonto se dio cuenta de que el pitón del toro era el derecho, por donde llegaron dos buenas tardes de toreo en redondo, cada vez a más excepto cuando cambió a la chota y vino el toro más dormido, más por dentro, peor en su actitud. Incluso volvió a probarlo después por esa mano, pero ya se había puesto bravucón y comenzado a defenderse. Con unas bernadinas firmó el epílogo para tirarse después muy derecho en una estocada entera. Pero falló con el descabello, sonó un aviso y todo quedó en ovación con saludos.
Oreja a la entrega y los naturales de Colombo con el segundo
Cumplidor se llamaba el segundo, que no se entregó a la pelea en el saludo capotero de Colombo, quiten se desquitó después, en el quite, con un vistoso acto que remató con una sola mano y que llegó mucho al tendido. Basó en la espectacularidad la ejecución de los pares y hasta fue prendido en el último par, al violín, saliendo sin más daños que la taleguilla rota. Supo encontrar la forma de hacer que repitiese con la mano derecha un toro que venía mejor que se iba. Pero fue con la mano izquierda como más llegó al tendido, porque le dejó un tiempo entre muletazo y muletazo que le vino fenomenal a un toro que nunca tuvo buenos finales. Dejó una estocada desprendida, pero paseó una oreja al empeño y la entrega.
Demostración de fe y de buena intención de Téllez con el tercero, al que pincha
Serio de trapío y de expresión, pero con unas hechuras armónicas era el tercero, aunque le faltó ritmo para redondear el saludo de Ángel Téllez, quien sólo pudo dejarle una media garbosa. Fue ovacionado Marcial Rodríguez con la vara, con el toro empujando con los riñones y haciendo una gran pelea. Aplaudido fue Ángel Téllez al aprovecchar la humillada movilidad del toro con chicuelinas muy personales que mostraron la calidad del animal. Brindó al público Téllez, y por estatuarios comenzó la faena, pero no tenía ya el toro el viaje que había mostrado antes. Muy de frente y muy metido siempre Ángel, intentó basar la faena a un toro comprometido en su mano izquierda, la de seguridad, pero con el toro tan aplomado fue casi misión imposible. Cumplidor, el torero, que tuvo mérito en los naturales de uno en uno tal como estaba el animal. Unas bernadinas epilogaron la faena, que pinchó varias veces el toreo, por lo que se quedó sin premio.
Esfuerzo sin material de David de Miranda con el aplomado y sin vida cuarto
Muy serio era el Esperanza que salió cuarto, de tremendo trapío, que no tuvo demasiada entrega ni ritmo en el saludo capotero de David de Miranda. Una única vara colocó Paco Félix en el caballo, y llegó al tercio de banderillas con media humillación y muy dormido. En los medios, después de brindar al público, comenzó David de Miranda con pases cambiados por la espalda sin enmendar en absoluto la posición de sus pies. Emocionante inicio de un toro al que le faltó humillación pese a psar y pasar sin fondo. Tardó mucho en meterlo en ritmo por la informalidad de un animal que tenía la nobleza como única virtud, porque no era fácil aguantar con la zurda delante como lo hizo David. Quiso acortarle distancias con la mano derecha, pero ni emoción tenía el animal para meter algo de miedo. Tiró de manoletinas el onubense para epilogar la obra, pero un metisaca feo, con una estocada al segundo intento acabó con el animal. Silencio.
Colombo certifica el triunfo con una oreja más de buen quinto, que se vino a menos
También el Vinagre que salió quinto fue aplaudido de salida en el pequeño ruedo de Azpeitia. Serio pero de bella hechura el animal, que se desplazó con cierto ritmo en las verónicas de Colombo y tomó una única vara en caballo de Israel de Pedro, al que llevó Colombo con chicuelinas al paso. Por zapopinas quitó el venezolano, que llegaron mucho al tendido, como la serpentina de remate. Banderilleó Colombo con su habitual espectacularidad a un toro con prontitud y con mucha alegría en su galope. Sobresalió el par al violín final, con un sombrero que le lanzaron desde el tendido. A la Grada Joven de Azpeitia brindó Colombo el toro, que embistió con humillación y entrega desde el buen inicio rodilla en tierra. Con la mano derecha tuvo momentos de mucha belleza, pero se fue viniendo abajo el animal, a pesar de los tiempos que le ofreció el venezolano. Al natural ya estaba el toro muy aplomado, pero aún le sacó circulares que llegaron al tendido con un desplante con mucha emoción y cercanía. Una estocada hasta las cintas le puso en la mano una oreja más al venezolano, que tuvo una conexión muy especial con el público, que le pidió con fuerza la segunda.
Una estocada desprendida priva de una oreja a Téllez con el aprovechable sexto
Más hondo y grande que generoso de cuallo era el sexto, que pasó sin decir mucho en el saludo capotero de Ángel Téllez. Una vara tomó el animal, que no puso las cosas nada fáciles en el tercio de banderillas. De nuevo hubo brindis al público por parte de Téllez, a ver si esta vez era. Tuvo nobleza y obedeció a los toques el animal en el inicio muletero de Téllez, que quiso hacerle las cosas despacio. Y abrochando con pases de pecho monumentales, que llegaban al tendido con mucha facilidad. Fue contundente y sin fisuras la faena, salvo un inoportuno desarme tras el que volvió a la cara muy puro con el tío que tenía delante. Parsimonioso el torero, dando mucho tiempo entre tandas y pretendiendo siempre cuidar el fondo del toro. Tuvo esta vez el epílogo en naturales de frente y de uno en uno que tuvieron calidad para conectar mucho con el tendido. Una estocada entera pero desprendida no valió para que Téllez pasease finalmente la oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Azpeitia. Feria de San Ignacio, segunda de abono. Corrida de toros. Tres cuartos largos de entrada.
Toros de Murteira Grave, con amplitud y trapío, bastante más de lo exigible en esta plaza. De aprovechable pitón derecho pero informal el primero, pese a aplaudirse en el arrastre; de mejor incio que final el renuente segundo; noble pero a menos en el viaje y en la repetición el tercero; noble pero sin clase ni entrega el deslucido cuarto; con calidad y gran entrega pero a menos el buen quinto; del obediente embestida sin terminar de humillar el sexto, con posibilidades.
David de Miranda: ovación tras aviso y ovación.
Jesús Enrique Colombo: oreja y oreja.
Ángel Téllez: silencio y ovación de despedida.
FOTOGALERÍA: JOKIN NIÑO