Antonio Ferrera, José María Manzanares y Juan Ortega cerraban este domingo la feria de la ciudad francesa de Béziers. A las seis en punto de la tarde arrancaba un festejo en el que se lidiaban toros de Garcigrande.
La frialdad del inicio deja en oreja la buena faena de Ferrera al gran abreplaza
Al primero, vareado de caja y bonito de hechuras, le costó fijarse en los engaños de salida. Tuvo galope franco y fue buena su pelea en varas en los dos encuentros, justo antes de que saludase Fernando Sánchez una ovación en banderillas. En la muleta sacó el Garcigrande recorrido, clase y humillación, virtudes a las que se acopló Ferrera desde el principio. Volaron tres series de mucha redondez sobre la diestra, pero la misma clase tuvo el animal al natural. Una estocada a recibir no sirvió para cortar la segunda oreja, tal vez por perjudicarle la frialdad de ser el primero del festejo.
Suficiencia de Manzanares con el segundo que no obtiene premio
Más alto era el segundo, al que también le faltó ritmo para embestir en el capote, por lo que no pudo brillar Manzanares con el percal. No tenía este la claridad ni la franqueza del anterior, y la cara a media altura dificultaba la reunión en los embroques. Tuvo que obligarlo mucho en el inicio, porque resultó brusco y áspero. Pero supo sobreponerse Josemari con poder. Anduvo por encima de él y lo mató de un espadazo perfecto, pero resultó demasiado deslucido para pasar de la ovación con saludos.
El viento y un insulso animal dejan en silencio a Juan Ortega
Al tercero le costó definirse de salida, por lo que no pudo lucir con el capote Juan Ortega. Fue sacando bravura el Garcigrande en el caballo, pero el picador se excedió en el castigo. El viento comenzó a hacer estragos, y en el quite le enrolló el capote a Juan sobre su cuerpo, con mucho peligro. El Garcigrande tenía intención para acudir, pero se defendía en el final del muletazo, al que le faltaban un par de trancos del recorrido. Con esos mimbres, la faena de Ortega nunca llegó a tomar vuelo. Fue buena la estocada, pero no el uso del descabello, por lo que escuchó silencio tras aviso.
El mulo cuarto derriba al picador y se niega a humillarle a Ferrera
El toro colorao que salió en cuarto lugar era muy feo de hechuras; alto, muy largo y muy basto, arremetió en el capote con la cara siempre suelta. Llegó más con violencia que con bravura al caballo, derribó al picador y ocurrió un milagro al no meterle el pitón en el vientre, por donde lo levantó. No tenía hechura para embestir el animal y no humilló nunca, por lo que Ferrera se enfrentó con todas las contrariedades. Incluso con un naufragio con el acero poco habitual en el extremeño. Silencio.
Un soberbio Manzanares desoreja al quinto, tal vez toro de indulto
El quinto lucía una hechura perfecta y un problema en la mano derecha que no fué óbice para que le soplase Josemari un manojo de verónicas de buena fábrica. Tenía buen tranco, raza y bravura el animal, pero el encuentro con el jaco supuso demasiado castigo. De no ser por eso tal vez hubiera sido hasta de indulto, porque humillaba, empujaba la tela con las puntas y mostraba su codicia con mucha transmisión. Extraordinarias fueron las primeras series de Manzanares con la zurda, frente a un toro que la tomaba muy por abajo. Sobre la diestra tuvo poso y tuvo estética el empacado alicantino, que fue ganando en profundidad para cuajar al animal y cortarle las dos orejas.
Faena importante de Ortega al que cerró feria, al que le faltó fondo
Un castaño muy bonito de hechuras y de sien estrecha fue el que cerró la feria de Beziers embistiendo conritmo en el capote que manejó con suavidad Juan Ortega en cinco verónicas y media, pero le costaba al animal terminar de humillar. Pero tenía calidad, y lo aprovechó Juan Ortega para firmar un inicio al ralentí, con mucha intensidad, dejando llegar los pitones muy cerca del vestido. Sólo le faltó un poco de fondo al toro para aguantar la segunda parte de la faena y fue sólo ese detalle el que dejó el premio del sevillano en una oreja, porque fue importante la labor de Ortega.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Béziers (Francia). Última de feria. Corrida de toros. Unas 5.000 personas en los tendidos.
Toros de Garcigrande, correctos de presencia. Enclasado y con humillación el importante primero, ovacionado;
Antonio Ferrera, oreja y silencio.
José María Manzanares, ovación y dos orejas.
Juan Ortega, silencio tras aviso y oreja.
