Las Corridas Generales de Bilbao encaran su recta final y lo hace con un componente emotivo, pues hoy Vista Alegre le dice adiós a uno de sus ídolos: El Juli. Junto a él, Paco Ureña busca posicionarse nuevamente con fuerza en las grandes ferias y Roca Rey intenta recobrar las buenas sensaciones y cerrar su doblete en esta feria con triunfo. Los toros de Victoriano del Río pondrán la materia pria.
El madrileño pinchó una faena templada de máxima entrega con el cuarto el día de su despedida de una de sus plazas más importantes en su carrera en una tarde en la que Matías le birló una oreja de mucho peso a Roca Rey con el sexto. Ureña, sin suerte con el acero, dejó detalles caros al natural.
El Juli pincha una templada faena al flojo primero
Serio y hondo fue el sardo primero de Victoriano del Río, que embistió queriendo colocar la cara abajo en el saludo de El Juli. Por chicuelinas lo llevó y lo sacó del caballo en un tercio en el que José Antonio Barroso administró al animal en las dos varas que tomó. Quiso probar Paco Ureña al toro en el quite por delantales con el que presentó sus credenciales antes de un tercio de banderillas en el que el astado puso en apuros a José María Soler en los dos pares. Genuflexo inició el madrileño la faena con el de Victoriano, que tenía calidad sobre todo por el pitón derecho, aunque había que cuidarlo. Sostuvo Julián en la muleta al animal sin apretarlo en demasía, pero dejando tandas templadas por el pitón derecho. No lo vio claro por el izquierdo y volvió al derecho para dejar los mejores pasajes de su obra, sobresaliendo los muletazos de trazo largo que pudo dibujar. Se atascó el madrileño con la tizona y tuvo que recurrir al descabello.
Paco Ureña deja naturales muy caros con un segundo al que pincha
Serio por delante, enseñando las puntas, y abierto de sienes fue el segundo de Victoriano del Río, que embistió de manera informal en el saludo. En varas, se dejó pegar tras buscar al varilarguero que guardaba la puerta y evidenció signos de mansedumbre, al igual que en banderillas, donde destacó Agustín de Espartinas. Tras el brindis al público, se salió a los medios el murciano con el astado, que seguía embistiendo de forma descompuesta por el pitón derecho. Le tapó Paco Ureña las carencias al animal y firmó lo más destacado al natural, destacando especialmente una tanda en la que hubo dos muletazos muy de verdad, vaciando la embestida por debajo de la pala del pitón. El de Victoriano terminó cantando en las postrimerías y echó el cierre, buscando las tablas. Y para allá se fue Ureña a epilogar la faena primero en cercanías y después con una serie muy torera por bajo. Cobró una estocada desprendida y se atascó con el descabello.
Roca Rey deja una faena de compromiso con el complicado tercero
También fue abierto de sienes el tercero, el único con el hierro de Toros de Cortés, con el que no pudo estirarse a la veronica Roca Rey. En varas, dejó dos buenos y medidos puyazos Juan Manuel Quinta y en banderillas destacó la exposición de Antonio Chacón, que fue ovacionado. Intentó estructurar una inteligente faena el peruano ante un complicado y geniudo animal de Victoriano, muy incómodo para estar delante. El burel arrollaba y soltaba la cara al final de cada muletazos en las series por el derecho. Y por si fuera poco, comenzó a arreciar el viento, dificultando aún más la labor de Roca Rey. A base de quedarse en el sitio, de toques fijadores y de mucho poder se tragó una serie que cantó el público. Con la tizona, dejó una estocada más habilidosa que ortodoxa.
Un entregado Juli regala a El Botxo una faena para el recuerdo el día de su despedida
El Juli saludó al cuarto cuando más molestaba el viento, mientras un nubarrón tan cenizo como el albero de Vista Alegre amenazaba con fastidiar su despedida de Bilbao. En banderillas ya había comenzado a descargar la lluvia y comenzó la desbandada del tendido, que coincidió con el emotivo brindis de Julián a El Botxo. El madrileño se entregó desde que tomó los trastos y tuvo la misma actitud, hambre y garra que si toreara por primera vez en esta plaza . Faena de raza, pero también de inteligencia a un animal que salía desentendido del muletazo. El Juli le dejó la muleta puesta, tiró de él en muletazos largos y templados bajo la lluvia, especialmente por el derecho. Cuando el toro se rajó y se vino a menos buscando las tablas, El Juli tiró de épica y se pegó un arrimón en cercanías. El pinchazo previo a la estocada lo lamentó toda la plaza. El Juli paseó la oreja con el público entregado y coreando su nombre.
Compromiso sin espada de Paco Ureña con el incómodo quinto
El quinto fue un castaño muy serio por delante, que enseñaba las palas de los pitones. Tras un emotivo brindis a El Juli, abrió su trasteo por ayudados por alto muy toreros en el tercio para después irse con el animal a los medios. Era muy poco agradecido el de Victoriano, además de áspero e incómodo. Ureña hizo un esfuerzo con él y firmó una faena muy de verdad ante un burel que terminó por aburrirse y buscar las tablas. El murciano no tuvo su tarde con la espada.
Matías le birla a Roca Rey una oreja de peso en el sexto
Más largo y alto de cruz fue el sexto, al que picó con mucho acierto Sergio Molina. En banderillas, destacó la labor de Paco Algaba y Viruta. Tras el brindis al respetable, se hizo el silencio de la expectación de las grandes faenas en Bilbao. Citó Roca Rey al de Victoriano un poco más allá de la segunda raya, en un inicio eléctrico con dos pases cambiados por la espalda en los que conectó con el tendido. Después, dejó una serie muy exigente, en la que sometió por abajo al astado madrileño, que embistió con acometividad y cierta clase. Con el burel venido a menos, se pegó Roca Rey el arrimón en cercanías, dejando un circular invertido que jaleó el público. Hubo verdad y mucha exposición en este final de faena, que remató con ayudados por alto. Enterró el acero al segundo intento tras un pinchazo. La petición fue abrumadora, pero Matías buscó el protagonismo y no concedió el trofeo.
FICHA DEL FESTEJO:
Sábado 26 de agosto. Plaza de toros de Vista Alegre, Bilbao. Séptima de abono. Casi lleno en los tendidos.
Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés (3°), bien presentados. Tuvo calidad por el pitón derecho el flojo primero; embistió descompuesto y terminó rajado el segundo; ee rindió un arriesku como homenaje para el torero madrileño; noble y obediente fue el cuarto; incómodo y áspero fue el quinto; y tuvo clase el sexto, aunque le faltó transmisión.
El Juli (vesde botella y oro): Silencio y oreja.
Paco Ureña (coral y oro): Ovación y ovación tras aviso.
Roca Rey (rioja y azabache): Silencio y ovación.
Incidencias: Se rindió un aurresku como homenaje para El Juli y, al finalizar el paseíllo, el madrileño saludó una sonora ovación con la plaza en pie como reconocimiento a su trayectoria.
FOTOGALERÍA: JOKIN