Soy del
Athletic y voy a hablar de leones, ahora que somos campeones. Y, además, en
Bilbao. Porque había una vez a la vera de San Mamés un león masacrado con los
años, moribundo en su enfermedad y a punto de rozar el momento último de la
expiración a la gloria del recuerdo mortal. En ese momento, y cuando yacía cual
ser vivo pero con corazón inerte sobre la tierra, un jabalí se abalanzó sobre
él y vengó con sus colmillos una herida que tiempo atrás había recibido. Al
verlo, la serpiente de igual forma lo mordió para humillarlo y, cuando también
el asno vio que la bestia enorme podría ser masacrada impunemente, lo pateó en
su frente con sus larguiruchas extremidades.
En ese momento, y expirando, el león dijo: «he tolerado el insulto de los
valientes, pero lo vuestro es una doble muerte”. Y cerró los ojos.
El león bilbaíno no muere: al león de Bilbao
lo matan. Lenta y dolorosamente. Sin que la excusa de un sábado lluvioso de
rejones, un domingo de partido y un lunes… ¿de qué? haya podido tapar el más de
cuarto de entrada.
Tercio, para generosos. Que me perdonen
los príncipes del toreo que tuvieron el Norte como la salvación estival. Que me
perdone desde la gloria taurómaca el maestro Cocherito. Que me perdonen todos los que, con verdad y sin tapujos, defienden la
Fiesta porque es parte de la personalidad con más verdad de su corazón. Pero Bilbao no se muere: a Bilbao lo están
matando con precios y vayas, con falta injusta de apoyo pueril –previo perdón a
Garrido y Ferrera- y con la falta de juventud que ancla la promoción de su
Feria en la también falta de creatividad que, más pronto que tarde, vamos a
acusar. Y esta tarde fue clave para evadirse y reflexionar.
Porque León fue un Morenito al que el tiempo
está dando la razón pero el espíritu corrupto del sistema no lo está haciendo. Fue Jesús todo verdad ante el
mal fario de toparse con un abreplaza bonachón en capas que se descaderó al
entrar al jaco que montaba Quinta. Antes
puso carne de león en fuego de mentira para recibirlo en la misma puerta de
chiqueros. Tampoco tuvo fuerza un sobrero que, desde su salida, iba con el
freno de mano echado, que entró sin verdad al caballo y que, a pesar de que iba
con la boca cerrada durante toda la lidia, no tenía fuerza para hacerle frente
a la faena. Muy bien se la colocó al cuarto Morenito para que al de El Puerto
no le quedara otra que embestir, a pesar de que lo hacía a regañadientes y
bruto a la hora de salir de la muleta. Fue también éste toraco de mentira en
campo de verdad: el de un Morenito que a
sangre, fuego y honor está ganándose la vida por los campos de Dios sin que éste
tenga valía para sentenciar de por vida a aquellos que están crucificando su
carrera. Ya lo pagarán, Moreno.
El león
hidrocálido de Adame no se quedó en Aguascalientes porque calentó las aguas
vascas Joselito a base de técnica. La está acusando el mexicano esta temporada:
Sevilla por Abril y Madrid por San Isidro vieron que su poso nada tiene de
casualidad y mucho de lógica inteligencia. La que le valió para escuchar una
ovación de ese toro. Alegre recibió al
quinto y por festivas zapopinas quitó al de Fraile. . Era un toro con hechuras,
bonito, pero que no embistió. No sacó fondo el de El Puerto y, aunque derrochó
voluntad, no logró encelar al cuarto de plaza.
Verdad
en sus declaraciones mostró Juan del Álamo, afirmando el león charro que «estoy
contento porque cuando las plazas no están llenas es difícil triunfar. Hay poca
gente y el triunfo hubiera sido rotundo si hubiera más expectación”. No
es león de mentiras y en su verdad mirobriguense cupo el toreo por derecho que
su corazón dictaba. Y se llevó el material de El Puerto, un gran tercero, al
que siempre le dejó la muleta con colocación madura y que entró con verdad al
jaco de Paco María. Antes, marcó su querencia, pero le dejó Juan la muleta en
la cara para bajarle la mano y hundirse para decir el toreo y pasear el
despojo. Al sexto le buscó en todo momento las vueltas y le puso mucho más de
lo que el bobalicón le ofrecía sin conseguir ligar. Pero, para entonces, su
verdad en palabras, trazos y concepto habían calado en el león bilbaíno que
había intentado evadirse, con la oreja, de una realidad nada agradable.
Y, cual
fábula animal, no hay más molesto para los poderosos que los débiles vengan a
decir lo que está bien. Aquí uno del Athletic dice que Bilbao no se muere, que a
Bilbao lo están matando lenta y dolorosamente. Y ojalá las figuras equivoquen a
este loco descerebrado porque aún quede la esperanza de pensar que el león aún
no ha muerto sino que duerme… ¿nos atrevemos a despertarlo?
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros de Vista Alegre, Bilbao. Tercera de las Corridas Generales. Corrida de
toros. Menos de un tercio de entrada.
Seis
toros de El Puerto de San Lorenzo,
primero como sobrero. Destacó el humillador tercero, aplaudido fuertemente en
el arrastre, toro enclasado y noble.
Jesús Martínez «Morenito de Aranda”, ovación y ovación.
Joselito Adame, ovación y silencio.
Juan del Álamo, oreja y silencio.
FOTOGALERÍA:
EMILIO MÉNDEZ