LA CRÓNICA DEL ENCIERRO

Los Cebada se disgregan y protagonizan un accidentado tercer encierro de San Fermín


domingo 9 julio, 2023

Entre carreras extraordinarias y un colorao corriendo por su cuenta, los Cebada dejaron una cornada en un brazo y un a carrera de 2.52 minutos

Tercer Encierro 2023 Cebada

Era domingo. Y las calles por las que transcurre el encierro se encontraban atestadas de corredores, de curiosos, de adrenalínicos que buscaban un hueco en los laterales no para correr, sino para quedarse a ver cómo pasaba la carrera, buscando, tal vez, un chute de emoción, sin comprender que en muchas ocasiones ponen en peligro a los corredores que sí conocen la forma de hacer las cosas entre el vallado. Y hoy se vio muy claro, porque la carrera no transcurrió reunida.

En parte porque hubo un toro castaño que se empeñó en hacer la guerra por su cuenta y en imprimir una velocidad endiablada casi nada más terminar la Cuesta de Santo Domingo, con la que se inicia el recorrido. Y así fue, por su cuenta, pero con toda la nobleza del mundo, hasta el último tramo, donde incluso topó con un pequeño tapón de gente que se había provocado en el lateral del vallado por el que transcurre la inercia de la carrera, pasando sus dos pitonacos por las espaldas de algunos que, seguramente, comenzaron a sudar frío.

El incidente más grave, terminando la calle Estafeta

Pero mucho más sudor, adrenalina, nervios y miedo, mucho miedo, pasó el corredor que, de repente, se vio a los pies de un cárdeno de Cebada cuando terminaba la calle Estafeta, en una pequeña montonera que se fue deshaciendo por arte de magia hasta que sólo quedó él. En el suelo y en la misma cara, a merced del animal, el corredor sólo contaba con otro veterano compañero que coleó al toro para proporcionarle un estímulo externo que le hiciese dejar su presa. Pero cuando lo hizo ya había dejado la huella de su pitón izquierdo en el brazo del chico. Bastante poco para lo que pudo ocurrir…

Ese fue el incidente más grave de una carrera con cicno heridos por contusiones diversas, porque la carrera no es sólo lo que te hacen los toros, sino lo que ocurre con cualquier reacción de éstos. Y si no, que se lo digan a los que se encontraron, ya en la plaza de toros, con dos animales negros, hermanados hasta que entraron en la arena, que de repente decidieron separarse, y uno se dio la vuelta hacia una zona donde aguardaba una multitud que no esperaba esa reacción y quiso darse la vuelta en seguida. La labor de los dobladores mitigó el daño, pero las contusiones ya habían llegado antes de que los animales encarasen el túnel de chiqueros a los 2.52 minutos de haber iniciado la carrera.

Por lo demás, caídas de toros y mozos, cambios de ritmo en la carrera de los imponentes toros que Cebada Gago ha traído a Pamplona y un domingo más de San Fermín en el que la aglomeración pudo costar cara de no estar, como siempre, el capotillo de San Fermín