QUERÉTARO (MÉXICO)

Cante torero de un gran Ponce, un herido Payo y aseo de un rápido Morante


domingo 14 febrero, 2016

Al término del paseíllo los diestros dieron una vuelta al ruedo con un grupo de niños apoyando así que los infantes tienen todo el derecho de acudir a las plazas de toros

Al término del paseíllo los diestros dieron una vuelta al ruedo con un grupo de niños apoyando así que los infantes tienen todo el derecho de acudir a las plazas de toros

EMILIO MÉNDEZ

Se celebró la corrida de toros en el coso
Monumental «Santa María”, ante un casi lleno en tarde de ráfagas de fuerte y
molesto viento, resultando triunfadores los espadas Enrique Ponce y Octavio
García «El Payo”. Se repartieron cuatro apéndices pero debido a que el torero
anfitrión sufrió una herida en la nariz, le impidió salir en hombros junto con
el diestro español, quien tuvo la oportunidad de recibir los vítores y palmas
de los aficionados gracias a la maestría de demostró en el ruedo. El otro
alternante, el también ibérico José Antonio «Morante de la Puebla”, no tuvo
suerte en su tarde.

Se lidiaron tres toros de la dehesa potosina
de Carranco, siendo bueno el corrida en segundo sitio, regular fue el primero y
complicado el quinto. Y tres de Barralva, el jugado en cuarto lugar muy bueno
que mereció la vuelta al ruedo a sus despojos, difícil el segundo, el sexto fue
regresado a los corrales por traer suelto un pitón y el reserva de la misma
ganadería resultó emotivo.

Al término del paseíllo los diestros dieron
una vuelta al ruedo con un grupo de niños apoyando así que los infantes tienen
todo el derecho de acudir a las plazas de toros para ver su espectáculo
favorito y luciendo una pancarta que decía «Gracias por traerme a los toros”.
Ello ante la prohibición que se quiere imponer a los menores de edad de
ingresar a los cosos taurinos.

El valenciano Enrique Ponce en el toro que
abrió plaza, de nombre «Santi”, de la dehesa de Carranco, lanceó con voluntad.
Su labor de muleta a un ejemplar que no acabó de «romper”, estuvo por encima de
él, con poder, haciendo una faena dominadora y con detalles de mucha clase.
Terminó doblándose toreramente y mató de estocada para ser ovacionado en el
tercio.

A su segundo, «Don Tino” de Barralva, lo
veroniqueó con clase y su quehacer muleteril fue grande a un estupendo astado
que tuvo trasmisión, calidad y nobleza en su desarrollo. Fue una auténtica obra
de arte por ambos lados, en la que Ponce intercaló bellos y artísticos detalles
como el toreo en redondo y sus poncinas en medio de la emoción del público que
le gritaba ¡torero! Cuando ya tenía ganado el rabo, mató hasta el segundo viaje
para que le fueran concedidas las dos orejas y a los restos del buen toro se
les dio la vuelta al ruedo.

«Banquero” de Barralva fue el primer ejemplar
en el lote del andaluz José Antonio «Morante de la Puebla” al que recibió con
pintureras chicuelinas y quitó mejor por chicuelinas de mucho arte. Con la
muleta el «socio” le dio pocas opciones al torero, quien evidenció voluntad y
disposición pero no encontró el acomodo suficiente y lo finiquitó como pudo
para tener silencio. En su segundo, «Perdiguero” de Carranco, incierto y
agarrado al piso, además de ser muy mal picado, nada le hizo con el capote y su
labor con la muleta fue más que breve ante las pocas opciones que le dio el
astado «Morante de la Puebla”. Le costó trabajo pasaportarlo y tuvo silencio.

En el primer burel que le tocó en suerte, «Mi
Viejo” de Carranco, el local Octavio García «El Payo” lo lanceó bien a la
verónica. Con la sarga cuajó una faena importante a este buen toro que tuvo
calidad en tanto que el torero logró tandas templadas, artísticas, llenas de
profundidad y de mano baja además de hacer el toreo en redondo y conectando con
el tendido. Mató de certera estocada y descabello para obtener una oreja.

Y el burel que cerraría el festejo, de
Barralva, fue devuelto a los corrales al salir de toriles con un pitón flojo.
Salió en su lugar otro de la misma dehesa, llamado «Cardicito”, de encaste
español Atanasio Fernández, al que «El Payo” veroniqueó con emotividad. Con la
franela ejecutó una faena llena de entrega a un ejemplar emotivo. Ligó series
buenas por ambos pitones, sobre todo por el derecho a pesar de lo molesto del
viento y debido a ello fue que el toro en una pérdida del engaño hizo por
Octavio. Le pegó, pues, una paliza, resultando con una herida en la nariz, por
lo que tardó en recuperarse, pero volvió a la cara del astado para matarlo de
estocada y por ello le otorgaron una oreja cuando bien merecía las dos. Se fue
a la enfermería y ello le impidió acompañar a Enrique Ponce en la salida en
hombros.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Querétaro. Corrida de toros.
Coso Monumental «Santa María”. Entrada: Casi lleno en tarde de ráfagas de
fuerte viento.

Tres toros de Carranco, siendo bueno el
segundo, regular el primero y complicado el quinto. Y tres de Barralva, el
cuarto muy bueno que mereció la vuelta al ruedo, difícil el segundo, el sexto
fue regresado a los corrales por traer suelto un pitón y el reserva de la misma
ganadería resultó emotivo.

Enrique Ponce: Al
tercio y dos orejas, con salida en hombros

José
Antonio «Morante de la Puebla
”: Silencio y silencio.

Octavio
García «El Payo”:
Una oreja y una oreja, con herida en
la nariz que le impidió la salida en hombros.

Foto: Emilio Méndez