Juan Leal, Román e Isaac Fonseca hacían el paseíllo, este lunes, en la cuarta de la Feria del Toro con un encierro de Cebada Gago.
Leal pincha una faena de efectismo al primero de Cebada
De cuerna abierta, de seriedad, con las puntas hacia arriba el primero de Cebada Gago, un animal que salió suelto de la capa de Juan Leal y que, aunque entró al peto con prontitud, no fue franco ni se terminó de entregar. Hubo un comprometido quite por tafalleras de Román, ante un astado que manseó tras la suerte. Le abrió los caminos Marco Leal en la lidia, y en la obra Juan Leal dejó una faena de efectismo, que inició de rodillas ante un tranco algo incierto. Dejó algún natural de mérito, pero faltó toreo fundamental, ya que de nuevo se echó de hinojos en el cierre de obra. Dejó un pinchazo y una estocada menos de media, que escupió el toro, y falló en repetidas ocasiones con el descabello. Silencio.
Un firme Román al natural le corta la oreja al huidizo segundo
Un toro fino, largo, hondo y estrecho de sienes, que no se fijó en el capote de Román, saliendo suelto de éste. Buenas las varas de Alberto Sandoval, y la lidia, en la que se domeñó la embestida del de Cebada. Tenía más celo por el pitón izquierdo que por el derecho, por eso al natural se puso de verdad Román en la primera parte de la faena. Pero luego cantó definitivamente la gallina, y a pesar de que el animal colocaba la cara, era difícil construir una obra de calado arriba. No obstante, lo intentó en todo momento Román, que expuso una barbaridad en el final de faena ante el huidizo animal, que sin embargo tenía buen embroque. Importante imagen del valenciano, que acabó por despenar al toro de una estocada entera y efectiva, y paseó una justa oreja.
Fonseca se las ve con el distraído y complejo tercero y acaba en la enfermería tras resentirse de su luxación de codo
Número 49, cinqueño. De 590 kilos, era el tercero, primero del lote de Isaac Fonseca. Suelto de salida, empujó lo suyo en la primera vara de Borja Lorente. Efectiva la lidia de Juan Carlos Rey ante un toro incierto y que medía mucho en la distancia corta; le costó al subalterno encelarlo, pero lo hizo con empeño. A toda su cuadrilla fue el brindis del mexicano, que le plantó cara a un animal reservón, que no humillaba nada y con el que rascó algún detalle de efecto arriba, pero nada más. La música se arrancó cuando estaba terminando la obra el mexicano, que siguió entregándose a pesar de la nula condición de su oponente. A la hora de estoquearlo, se resintió gravemente de la luxación de codo producida hace una semana en una de las corridas celebradas en la localidad de Cutervo, en Perú, y no pudo continuar la lidia, encargándose de descabellarlo Juan Leal.
Leal vuelve a tirar de efectismo frente al desclasado y rebrincado cuarto
«Gritón», de marzo de 2019, era el cuarto de la tarde, que lo recibió de rodillas y que se le vino cruzado de inicio. Toro al que había que sobar mucho en los primeros tercios, pero que se fue apagando soberanamente conforme continuaba la lidia. Muy medidas tenía las fuerzas en el tercio de banderillas. Toro soso, muy apagado, que no transmitía, y con el que Juan Leal tuvo que tirar de porfía en todo momento. Además, no embestía con clase, sino a regañadientes y con la cara alta, quedándose muy corto en su viaje. No obstante, lo intentó a toda costa el francés con el animal, tirando de nuevo de efectismo en el final de faena; lo despeno de pinchazo hondo que escupió, pero del que terminó cayendo. Silencio.
Román pasa la prueba de fuego del exigente quinto con nota, pero no rubrica su obra con el acero
Empujó en la primera vara el quinto, segundo del lote de Román, un toro hondo y cuajado el castaño, que fue frío como sus hermanos en los primeros tercios y al que hubo que abrirle también mucho los caminos en la lidia. Inicio de faena de domeño de Román al toro de Cebada, que cada vez se iba orientando más. Toro que no permitía dudar, una prueba de fuego, con el que tenías que tener mucha firmeza y gobernarlo en la embestida, como así hizo el valenciano. Toro exigente, al que compuso con habilidad y con entrega Collado. La pena fue que no rubricó su obra con el acero. Una lástima. Silencio.
Nuevo silencio para Juan Leal en el sexto
Toro largo y muy alto el sexto, muy suelto de los engaños, como todos sus hermanos anteriores. Buenas las varas de Tito Sandoval, y también los pares de banderillas posteriores de Juan Carlos Rey. El toro, que el galo brindó de nuevo y por tercera vez al tendido, gazapeaba de forma incómoda para el torero. Para más inri, el viento hizo acto de presencia. A sones de Puerta Grande siguió Leal construyendo su obra, en la que intentó limpiar los muletazos. Dejó una media estocada y fue silenciado de nuevo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Pamplona. Cuarta de la Feria del Toro. Corrida de toros. Lleno.
Toros de Cebada Gago. De movilidad pero de embestida algo incierta la del primero; manso y huidizo, pero de buen embroque el segundo; muy apagado y reservón el nada fácil tercero, incierto en su conjunto; desclasado y rebrincado el cuarto; cada vez más orientado el exigente quinto;
Juan Leal, silencio, silencio y silencio en el que lidió por Fonseca.
Román, oreja y silencio.
Isaac Fonseca, lesionado en el tercero.
FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ
