Por Ángel Bravo
La localidad madrileña de Cenicientos, una de las cunas del torismo en España, acogía una corrida de toros en la que se lidiaba un serio encierro del Conde de la Corte. Para su lidia, hacían el paseíllo Serafín Marín, Jairo Miguel y José Carlos Venegas.
Serafín Marín escucha silencio con el exigente primero
El primero del Conde fue un toro muy serio y con muchísimo cuajo que tuvo seriedad en todo lo que hizo y con el que no terminó de entenderse Serafín Marín, quizá acusando el hecho de torear poco y enfrentarse a un toro muy exigente para abrir boca. Un par de verónicas y algún derechazo fue el bagaje del catalán con el abreplaza, al que dejó media estocada al segundo intento para escuchar silencio.
El acero deja en ovación la valerosa faena de Jairo al segundo
El segundo del Conde tenía estampa para asustar, pero no le ocurrió a un Jairo Miguel que tuvo el valor para ponerse en el sitio que quema. Pudo ligarle las tandas a raíz del compromiso, y dejó una gran impresión que una estocada caída se llevó por en medio. Ovación.
Silencio para José Carlos Venegas con un bronco tercero que nunca quiso empujar
Silencio tras aviso para José Carlos Venegas en una faena donde ligó buenos naturales a un toro bronco al que le sacó las tandas a base de firmeza uy oficio. Fallaron los aceros. Se tuvo que desmontar José Otero después de dos pares de banderillas muy apretados.
Serafín Marín se lleva una pitada tras pasaportar a un cuarto sin opción alguna
El cuarto, segundo del lote de Serafín Marín, fue un toro geniudo y sin un pase que le puso las cosas muy complicadas a Serafín Marín. A pesar de todo, lo brindó al alcalde antes de ponerle voluntad por ambos pitones, y dejar una estocada baja que originó una tremenda pitada para el torero catalán.
El manso quinto deja sin opciones a un Jairo Miguel que escucha silencio
Silencio para Jairo Miguel, sin opciones ante un toro manso que puso en peligro a los banderilleros. Jairo intentaba sacarlo de las tablas una y otra vez, siendo imposible.Terminó logrando pases de uno en uno, con valentía y voluntad, pero sin fortuna. Tuvo que estoquear pegado a tablas y marró con el acero. Fuerte pitada al toro en el arrrastre.
Silencio para José Carlos Venegas con un cierraplaza que tampoco quiso embestir
Silencio tras aviso para José Carlos Venegas ante un toro desrazado con el que tuvo que tragar saliva entre un derrote y otro. Animal con peligro no por lo ofensivo, sino por lo defensivo y manso que resultó, ante la decepción del público de Cenicientos, que esperaba mucho más.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Cenicientos (Madrid. Primera de feria. Corrida de toros.
Toros del Conde de la Corte, bien presentados y serios pero descastados y sin raza. Una decepción.
Serafín Marín: silencio y pitos.
Jairo Miguel: ovación y silencio.
José Carlos Venegas: silencio tras aviso y silencio.
FOTOGALERÍA: ÁNGEL BRAVO