EMILIO MÉNDEZ
Jesús Enrique Colombo, Jorge Isiegas, que sustituía a Adrien Salenc y Tibo García abrían, en la tarde de este viernes, la Feria de la Vendimia de Nimes. Una novillada picada con el hierro de José Cruz inauguraba el serial. Al terminar el paseíllo se guardó un minuto de silencio.
El primero tuvo nobleza y hasta cierta calidad menguada por no terminar de redondear en transmisión, pero con manejable condición. Lo saludó Colombo con verónicas, chicuelinas, tafalleras y una revolera de remate. Derribó el toro en el primer encuentro, antes del quite de Colombo por chicuelinas al que respondió por navarras Jorge Isiegas. Se le vio muy sólido a Colombo con la muleta, estructurando muy bien, con la distancia correcta y el pulso justo para ligar los muletazos. Dejó poncinas templadas en el final de faena, pero falló con la espada, escuchó dos avisos y tuvo que conformarse con saludar una ovación.
Con el noblón segundo se gustó a la verónica Jorge Isiegas, antes de que cumpliese en el caballo y le recetase un buen quite por chicuelinas Tibo García. La faena de muleta tuvo momentos muy buenos, sobre todo por el lado izquierdo, donde logró hilvanar muletazos largos y de mano baja. Mucha disposición y ganas de triunfo mostró un Isiegas que falló en el primer encuentro con la espada para ser ovacionado, al igual que el novillo.
El tercero salió buscando las tablas y manseando con insistencia, y le costó a Tibo García meterlo en el capote, donde llegaba el animal con la cara arriba y sin empleo. Pero ya en el caballo empujó fuerte, sin calidad. Con la muleta poco pudo hacer. Apenas dos tandas con los arreones que tiraba el animal. Mató como pudo al complicado utrero y todo acabó en silencio.
El cuarto no se lo puso nada fácil a Jesús Enrique Colombo, pero demostró el venezolano que está sobrado de oficio para solventar dificultades. No pudo estirarse con el capote, pero sacó la inteligencia en la muleta para meter en el engaño al animal. manejando las distancias con paciencia y dándole sus tiempos. Gran labor por el pitón derecho y compromiso en las manoletinas del final, con una estocada para pasear la oreja finalmente, con palmas al toro en el arrastre.
El quinto fue un novillo exigente y bravo que se quiso comer las telas desde un principio y le plantó cara con gallardía y en ocasiones con mucho acierto Jorge Isiegas. El aragonés eligió los terrenos de medios para dejar tandas de mucha entrega y de gran interés por el pitón derecho primero, al natural después, siempre valeroso y siempre buscando el toreo en una faena muy interesante. Pero falló con la espada, escuchó un aviso y se esfumó la oreja que ya tenía en la mano. Silencio.
Exigente fue el sexto, que acudió con alegría al caballo para llevarse una gran y ovacionada vara. Colombo protagonizó un quitazo por tafalleras, con mucha quietud y gran conexión con el tendido. Comenzó doblándose con el animal y firmando dos tandas importantes con la diestra. Menos brillantez hubo con la mano izquierda, en una faena de más a menos, casi como fue la duración de un animal que no dio más que para palmas al esfuerzo del torero francés.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Nimes, Francia. Primera de la feria de la Vendimia. Novillada con picadores. Un cuarto de entrada en tarde entoldada.
Novillos de José Cruz.
Jesús Enrique Colombo, ovación tras dos avisos y oreja.
Jorge Isiegas, ovación y silencio.
Tibo García, silencio y palmas.