BILBAO

Como el rosario de la aurora


viernes 28 agosto, 2015

Sólo Fandiño dio una vuelta al ruedo y saludó una ovación ante un encierro deslucidísimo de Antonio Bañuelos; silenciado resultó Finito y entre pitos se fue Talavante

Sólo Fandiño dio una vuelta al ruedo y saludó una ovación ante un encierro deslucidísimo de Antonio Bañuelos; silenciado resultó Finito y entre pitos se fue Talavante

Debutaba en la semana grande vasca la divisa burgalesa de Antonio
Bañuelos con un encierro serio, fino de cabos y de buenas hechuras. A las 18
hacían el paseíllo Juan Serrano «Finito de Córdoba, Iván Fandiño y
Alejandro Talavante en una tarde donde los tres espadas tenían motivos más que
sobrados para ilusionar a la parroquia bilbaína.

No gustó de salida el primero de
Bañuelos, un toro con poquísima fuerza que no dejó a Fino recibirlo a gusto a
la verónica.
Un puyazo trasero y caído dejó Jesús Vicente
para que se cayera el toro después de la vara. Se caía el toro tras las varas y
también embestía con un tranco flojo en la lidia de Suso y desigual se comportó
en los pares de Tejero. Lo sometió por bajo Fino en el inicio muleteril al hilo
de tablas para que la falta de fuerza no dejara expresarse a gusto a Juan pero
sí sonsacar detalles con éste. Un pinchazo y una estocada final acabaron con el
toro.

Manejable era el
segundo de Bañuelos, un toro con el que Fandiño logró dar la vuelta al ruedo.
Se pareció mover con ritmo rebrincados de inicio, algo que acusó cuando el
vasco tomó la muleta.. Los finales eran muy rebrincados y con la pequeña brisa
los vuelos. Fue confiando en uno mismo y en la condición de un toro deslucido
para sonsacar circulares en los finales y dar una vuelta al ruedo.

Tuvo Talavante
una actuación firme con la muleta ante el tercero de Bañuelos, un toro que no
valió. Antes del silencio final lo intentó en trazos pulcros sin éxito. Con
media estocada terminó el extremeño su labor.

«Farandulero”
llevaba por nombre el cuarto, un toro con el que Finito intentó lucirse de capa
pero no lo consiguió. Siempre con la cara alta iba cuando Fino le ofrecía su
muleta. Era un toro que iba a los vuelos pero no terminaba el viaje, quedando
mirando al torero. Tuvo que obligarle Juan en todo momento y aprovechar las
inercias del astado burgalés para hacer que embistiera. Lo mató de pinchazo y estocada
baja.

Con una cambiada y
muchísima seguridad y firmeza recibió Fandiño al quinto de Bañuelos, al que le
recetó bellísimas verónicas de salida en las que a punto estuvo el toro de
arrollarlo. Rafael Agudo lo cuidó muchísimo en el caballo antes de que el toro
no rompiera en su tranco. Con menos no pudo hacer más Iván ante un toro que iba
a menos. Intentó llevarlo a media altura, pero en cuanto se vio podido se
afligió. Escuchó una ovación.

Embestía sin compás
y a peor el cierraplaza, al que entró a matar Talavante tras probarlo en la
primera tanda. Fuertes pitos escuchó el extremeño.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Vista Alegre, Bilbao. Séptima de la Aste Nagusia.
Corrida de toros.

Seis toros de Antonio Bañuelos.

Juan Serrano
«Finito de Córdoba”, silencio y silencio. 

Iván Fandiño, vuelta y ovación.

Alejandro
Talavante, silencio y pitos.

FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ