Largo y denso resultó el duodécimo festejo de la Feria de San Isidro, un espectáculo donde, dentro de una descafeinada corrida de Alcurrucén ha sobresalido el juego de un bravo sobrero de Zacarías Moreno jugado de cuarto bis. Hubo momentos lucidos de Castella frente a él, pero éstos no resultaron del todo compactos. Saludó una ovación el torero francés, igual que hizo Luque, después de pasaporte a sus dos toros, dos animales con los que tiró de técnica y conocimientos el torero de Gerena, mientras Perera apenas pudo sacar rédito de un lote insulso.
Castella se deshace pronto del primero, noble y sin transmisión
No gustó al público el primero, bajo de agujas, acapachado de testa. Lo lanceó suave y templado Castella, ganando terreno. Después de dejarse pegar en el peto, donde le midieron el castigo, llegó a la muleta noble pero con poca transmisión. El público nunca entró en la labor del torero francés, que despachó al animal con presteza.
Faena elaborada de Perera para dar celo al segundo
Precioso el colorado segundo, arremangado de pitones, largo de viga. De salida abanta, se dejó pegar en varas y en la muleta fue toro que amagó con irse siempre por su distraída condición. Faena paciente de Perera. Necesariamente larga porque había de dar, poco a poco, celo al de Alcurrucén. Le fue más complicado por el lado zurdo que por la mano derecha, por donde lo pudo recoger a la salida de cada muletazo. El público no terminó de valorar el andamiaje de su obra.
Impecable Luque con un tercero manso al que sacó su buen fondo
Un tío el lucero tercero, abrochado de testa, pero hondo y con cuajo. De lomo quebrado, hizo salida abanta, pero pronto lo fijó Luque para torearlo de modo sedoso con el capote. Meciéndolo y ganando terreno. Siguió marcando querencia en varas y banderillas, pero transmitiendo en su huida. Luque estuvo técnicamente perfecto con él. Sobándolo primero, siempre con la intención de amarrarlo a la muleta, una tarea ardua por la condición del animal, que consiguió el torero por ambas manos. Después de unas apretadas luquecinas y una buena estocada saludó una fuerte ovación.
Ovación para Castella con el bravo cuarto bis de Zacarías Moreno
Largo, cornldelantero y estrecho de sienes el cuarto bis, de Zacarías Moreno. Animal bravo, con codicia, alegría, prontitud y humillación. Uno de los toros de la feria. Castella abrió faena con su clásico pase cambiado por la espalda para después firmar una faena de largo metraje y desigual intensidad, en la que alternó series más compactas y rotundas, sobre todo las de la primera parte del trasteo, con otras en las que los muletazos surgieron menos limpios y fluidos. Después de una estocada sin puntilla hubo petición no mayoritaria y el francés.
Perera sin opción con el espeso quinto
Hondo, largo de viga, con cuello el quinto, al que picaron trasero. Fue toro espeso, como la tarde, que pasó sin emplearse y sin entregarse. Perera enseñó por ambos pitones la condición del astado en medio de la desconexión general. Se demoró con el acero.
Faena muy técnica de Luque con el desrazado sexto
Largo de viga el sexto, amplio de cuna, acapachado de testa. De salida fría, tampoco se calentó en el peto. Le dio celo Luque desde el inicio, primero dejándolo a su aire, componiendo pero sin meterse con él, para ir progresivamente apretándolo por el pitón zurdo. Pero cuanto más le exigió el torero menos respondió el animal. Buena estocada.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Duodécimo festejo de la Feria de San Isidro 2025. ‘No Hay Billetes’.
Seis toros de Alcurrucén y uno, el cuarto bis, de Zacarías Moreno. Noble, sin transmisión el primero; abanto y de poco celo el segundo; manso con buen fondo el tercero; bravo y codicioso el cuarto bis; sin entrega el quinto; de poca raza el sexto.
Sebastián Castella, de tabaco y oro: silencio y ovación.
Miguel Ángel Perera, de marino y oro: silencio y silencio tras aviso.
Daniel Luque, de verde oliva y oro: ovación y ovación tras aviso.
FOTOGALERÍA: OLMEDO
