Por rotundidad, es hasta ahora la faena de la feria, y seguro que al final del abono contará entre las más destacadas del mismo. Pero la obra de Perera al extraordinario “Amargado” no contó con la rúbrica del acero, y el extremeño no pudo sumar a su currículum una nueva Puerta Grande que sin duda había merecido. También el toro de Gallardo estará en el top ten de los más bravos del serial. Fue el mejor de un encierro de juego diverso, parcheado con dos sobreros con edad y mansedumbre de Chamaco, en tarde de sinceros esfuerzos y estrecha recompensa de Paco Ureña y Ginés Marín.
Impecable Perera con el manso de Chamaco que abrió el festejo
Volvió a los corrales el primero después de descoordinarse tras caer a la arena con estrépito tras del primer lance de Perera. El sobrero de Chamaco, bajo y hondo, un tío. Fuerte. Acapachado. Con desarrollo de pitón, hizo cosas de corraleado de salida, se quiso quitar el palo en varas, saliendo suelto, y en el último tercio se fue a tablas sin disimulo en cuanto tuvo ocasión. Allí se fue Perera a buscarlo, y con su proverbial técnica, cerrado con el animal, en paralelo a las tablas y llevándolo en línea, consiguió que el manso se tragara un par de series por el pitón derecho. Tuvieron más mérito que eco, pues como el toro no transmitió, tampoco se manifestó el tendido.
Ureña se aprieta de verdad por gaoneras con un segundo que se aburrió enseguida
Más fino el segundo. Más estrecho también. Pero muy serio por delante. Largo, con cuello. Con desarrollo de pitón, pero enseñando las palas. Se apretó de verdad Ureña por gaoneras respondiendo a un quite por chicuelinas de Ginés Marín. Fue toro que quiso tranquear en los primeros tercios, pero marcó siempre querencia, apretando para dentro además. Se lo sacó a los medios Ureña al inicio del trasteo, y con la mano derecha, dejándole la mulera en la cara y tirando de la embestida, consiguió dos series de buen hilván. Fue un espejismo. El toro se aburrió enseguida.
Un natural excelso de Ginés Marín al tercero, tardo pero de buen fondo
Largo, ensillado y fino de cabos el tercero, que salió engallado. Cogió por la grupa al caballo en varas en los dos puyazos y en la muleta le costó repetir, pero tuvo buen fondo. Estuvo paciente con él Ginés Marín, que se lo había sacado a los medios con garbo. De su larga porfía sobresalió un natural excelso, descrito al ralentí, enroscándose al toro en su anatomía. Rugió la plaza, pero como el toro no repitió las embestidas, la obra no cogió cuerpo.
Perera se deja la Puerta Grande con la espada tras cuajar al bravo ‘Amargado’
Largo, con cuajo, de generoso cuello el cuarto. Bien encornado. Ya tranqueó humillado en los primeros tercios y después de empujar con la cara abajo en el peto, llegó con excelente son a la muleta. Inició Perera de rodillas una faena rotunda, de gran autoridad y soberano mando. Aprovechó la excelente embestida de “Amargado” en series de mano baja, sometimiento, en las que redujo las acometidas del toro de Gallardo en cada muletazo. Obra completa, también por el lado zurdo, que cogió al final, coronada de unas apretadas manoletinas, pase por la espalda y cambio de mano. Le hubieran pedido las dos orejas, pero dos pinchazos antes de la estocada definitiva se llevaron el doble premio. No quiso dar la vuelta al ruedo.
Esfuerzo improductivo de Ureña con un quinto bis manso, que embistió a oleadas
Largo como un tren, hondo, de gran cuajo el quinto bis de Chamaco. Engatillado de pitones, estrecho de sienes. Se frenó en los capotes y salió suelto, buscando la salida. Animal de brega laboriosa por su mansedumbre declarada, embistió luego a arreones en la muleta de Ureña, que hizo un esfuerzo tan sincero como improductivo por dejarle el trapo en la cara y reconducir esas oleadas. Porque pocos se enteraron.
Firmeza y gran estocada de Ginés Marín con el descompuesto sexto
Más impersonal de expresión el sexto. Lo lanceó el con soltura Ginés Marín pero ya el toro no terminó de pasar y le acabó midiendo en los últimos lances. Se defendió mucho en la muleta, descompuesto, sin entrega, pero se aplicó con firmeza el extremeño en un esfuerzo notable que además remató de una gran estocada
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Tercera de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. 21.698 espectadores.
Toros de Fuente Ymbro y dos, el primero bis y el quinto bis, de Chamaco. Manso y aquerenciado el primero; se aburrió enseguida el segundo; tardo pero con buen fondo el tercero; de excelente son y clase el cuarto; manso declarado el quinto bis; descompuesto y sin entrega el sexto.
Miguel Ángel Perera, de verde esmeralda y oro: silencio tras dos avisos y ovación tras aviso.
Paco Ureña, de tabaco negro y oro: silencio tras aviso y silencio tras aviso.
Ginés Marín, de carmesí y oro: silencio y vuelta.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
